foto reportaje

RAYUELA

Por: Román Camacho

Venezuela ha sobrevivido la crisis de salud provocada por el Covid-19 gracias a la pronta implementación de las medidas de cuarentena y cierre de vías de ingreso al país por parte del gobierno de Nicolás Maduro.

Hasta la fecha se han registrado, desde que inició la pandemia, 547.000 casos positivos y 5.828 muertes, según cifras aportadas por el gobierno nacional durante sus reportes diarios en redes sociales. A pesar de haber tomado las medidas necesarias para contener el virus, una gran parte de la población que resultó afectada no cuenta con los recursos suficientes para costear una clínica privada, una consulta médica y mucho menos tienen dinero para costearse los tratamientos.

En una populosa zona de Caracas, específicamente el Callejón Santa Eduvigis de la Zona 7 del barrio José Félix Ribas, en Petare, se encuentran los centros espirituales de sanación. Ese lugar es mejor conocido como El Callejón de los Brujos.

En esta calle se consiguen sanadores que sirven como móvil para recibir espíritus que ayudan a las personas a recibir tratamientos a cualquier enfermedad. Estos individuos son conocidos como “materia”, son capaces, luego de años de preparación, de invocar algún alma de vidas pasadas como El Hermano Guayanés, Caciques y médicos. Todos pertenecen a la corte de María Lionza y son muy claros al decir que no forman parte de sectas satánicas, brujería, ni nada relacionado a la palería.

Colas de personas se forman a la puerta de uno de los centros espirituales donde sus materias, Brenda y Carlos, una pareja que se dedica a la sanación desde hace más de 40 años, tienen su sede al comienzo del callejón. En este centro le rinden culto a María Lionza y al Dr. José Gregorio Hernández.

El olor a tabaco impregna todo el ambiente. Más de 60 personas hacen cola esperando que abran las puertas y comience la consulta.

Carlos saluda a los presentes, se quita los zapatos, se sienta y con el apoyo de un ayudante comienza a llamar al espíritu del Hermano Guayanés. A los minutos le cambia la forma de mirar, de caminar, de hablar y te recibe una nueva persona. Esta vez, el hermano Guayanés.

La primera persona pasa a consulta y Guayanés, utilizando una vela, comienza a revisar al paciente y a nombrar las dolencias o problemas de salud que presenta. Esta paciente presentaba fibrosis pulmonar. Ya un médico la había revisado y era el mismo diagnóstico. Muchas personas no han tenido contacto previo con las personas del centro, en la mayoría de los casos el diagnóstico es certero y coincide con algún examen que hayan hecho previamente en hospitales.

Luego de estar en la consulta, que tiene un costo de aproximadamente 40bs (4$), pasan al área donde le realizan el “trabajo” de limpieza del aura y chacras. En este espacio usan tabacos, hierbas y bebidas alcohólicas. Al terminar, pasan al “quirófano”, una habitación con un altar de José Gregorio Hernández donde realizan una "intervención espiritual”. Estas intervenciones constan de el hermano Guayanés, usando unas pinzas quirúrgicas, comienza a operar sobre una camilla de manera superficial. Los pacientes al salir terminan adoloridos y con una sensación como si hubiesen sido intervenidos quirúrgicamente.

El costo total del tratamiento puede alcanzar unos 200bs (20$), algo muy diferente a las clínicas que la consulta está en 880bs (80$).

La federación médica venezolana critica estos centros espirituales ya que no hay una prueba científica que demuestre que realmente sea efectivo. No se explican cómo algunos pacientes han sanado, o han mejorado, con estos tratamientos. Muchos doctores aseguran que puede ser un efecto placebo que tiene sobre la persona y que terminan sanándola.

Durante el Covid las personas recurrían a estos centros espirituales para ser tratados por problemas respiratorios y así poder superar el virus. En el centro espiritual del hermano Guayanés atendieron unos 280 casos de personas con Covid, ninguno de ellos murió y todos se recuperaron satisfactoriamente con el tratamiento que recetaron a base de remedios caseros y hierbas.

Muchas personas no creen en estos centros, pero en las comunidades más populares de Venezuela, son conocidos como sus sanadores de confianza.

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

BrujosVenezuela1

 

¡Tú también párate en la RAYA!
Aporta en nuestra Vaki y ayúdanos a seguir haciendo periodismo independiente, crítico y de calidad.

logo vaki footer