El Juzgado Tercero Administrativo de Risaralda confirmó que Luis Fernando Gaviria, exrector de la UTP, usó fondos públicos para gastos personales en restaurantes, banquetes y domicilios, incluyendo una comida con su sobrino Simón Gaviria. Pese a una sanción previa de la Contraloría, Gaviria busca reelegirse como rector, a pesar de que se enfrenta al rechazo interno.
Unidad Investigativa Revista RAYA
Salidas a restaurantes por más de 700 mil pesos cada una, encuentros con políticos y contratistas, banquetes y pedidos de comida a domicilio, son algunos de los lujos personales del rector de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), Luis Fernando Gaviria, quien usó los recursos de la única universidad pública con la que cuenta el departamento de Risaralda. Gaviria ha sido rector de la UTP durante tres períodos consecutivos hasta el año pasado y hoy aspira a reelegirse.
De lograrlo, completaría su cuarto periodo al frente del Alma Mater, con el rechazo mayoritario de los estudiantes y trabajadores de la institución, que votaron contra él en una consulta interna, como lo contó RAYA en una investigación este año.
Lea la investigación: La UTP, atrapada en el poder del expresidente César Gaviria
Luis Fernando Gaviria obtuvo un diploma en biología, pero su único mérito consiste en ser el hermano menor del poderoso ex presidente César Gaviria Trujillo, viejo cacique liberal de Pereira. Luis Fernando llegó al cargo de rector de la UTP durante la presidencia de Juan Manuel Santos gracias a los votos que el gobierno de entonces le aseguró en el Consejo Superior de la Universidad.
El expresidente Gaviria fue un firme aliado de Juan Manuel Santos durante sus dos períodos presidenciales y el Partido Liberal cogobernó en aquellos ocho años con infinidad de cuotas burocráticas, incluyendo al propio hijo de Gaviria, Simón, quien fue director de Planeación Nacional. La cercanía entre ambos llegó a tal punto que César Gaviria estuvo al frente de su campaña reeleccionista en 2014, y también de la campaña por el Sí en el plebiscito por la paz. Santos llegó a decir en público que consideraba al Partido Liberal como su propio partido.
Los gastos irregulares que hoy revelamos ocurrieron en 2015, cuando el hermano del expresidente recién comenzaba su paso al frente del máximo cargo de poder en la UTP. Sin embargo, el proceso sancionatorio ha sido lento y plagado de artimañas que buscaron, sin éxito, impedir el fallo.
En abril del 2021 la Contraloría encontró responsable a Luis Fernando Gaviria por malversar más de 18 millones de pesos, de la época, mediante dos contratos suscritos en 2015, con un monto total cercano a los 69 millones. Los contratos tenían como objeto ambiguo la prestación de “servicios de comedor para el personal invitado de la rectoría, vicerrectores, facultades, proyectos especiales y en todo caso para cubrir los eventos que requiera la UTP”.
Entre los hallazgos de la Contraloría destaca un comprobante de egreso, con número 8959, que corresponde a “dos consumos de restaurante sin justificar” por un valor de $751.000. También allí se incluyó otro gasto de $762.000 atribuido a una “reunión con el señor Simón Gaviria”, este último hijo del expresidente César Gaviria y sobrino de Luis Fernando, quien para la época se desempeñaba como Director de Planeación Nacional del gobierno Santos.
La Contraloría anotó que estas salidas a restaurantes, del tío y el sobrino, que sumaron más de un millón y medio de pesos en el año 2015, no se enmarcaban “en lo que permite la norma. No se aportaron soportes que permitieran establecer que los gastos correspondieron a la misión institucional”.
La Contraloría identificó múltiples gastos irregulares realizados por Luis Fernando Gaviria durante su gestión como rector de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) en 2015. Entre ellos, el egreso registrado en la factura 3168, fechada el 13 de febrero de 2015, por un valor de $134.000 para una reunión con Dionisio Arango Botero, contratista y exprecandidato a la alcaldía de Pereira por el Centro Democrático en 2019. Arango ha dictado cursos de gerencia de proyectos ofertados por la UTP.
que ha dictado cursos de gerencia de proyectos en la UTP ofertados a través de la página institucional de la Universidad. Dionisio además ha sido cercano al Centro Democrático y fue precandidato a la alcaldía de Pereira por esa colectividad en 2019.
Como lo había denunciado antes la Revista RAYA, Luis Fernando Gaviria lleva años aceitando una compleja maquinaria de burocracia, favores y contratos públicos en donde los principales beneficiados son miembros del Partido Liberal y el Centro Democrático, lo que le ha permitido imponer su reelección como rector de la UTP durante tres periodos consecutivos asegurando votos clave de los gremios y la Gobernación de Risaralda en el Consejo Superior de la Universidad.
Dionisio Arango Botero fue precandidato a la alcaldía de Pereira en el 2019 por el Centro Democrático. En la foto se lo ve en el centro durante el lanzamiento de su aspiración junto a los entonces congresistas Gabriel Jaime Vallejo Chujfi (hoy director nacional de ese partido) y Alejandro Corrales, quien según la Silla Vacía llegó al senado con el apoyo del señalado narcotraficante César Giraldo alias “Calzones”.
Otro gasto cuestionado es la orden de egreso 8845, por más de $300.000, desglosados en: “3 banquetes y un domicilio, que no se aportaron soportes que permitieran establecer que los gastos correspondieron a la misión institucional”.
En total, el informe detalla que el exrector asistió 25 veces a restaurantes costosos, facturando los consumos a la universidad sin que estuvieran relacionados con actividades propias de la institución. Otros egresos incluyen un banquete con jubilados, eventos para egresados de una maestría y varias reuniones donde se adquirieron alimentos o refrigerios sin evidencia de que fueran actividades propias de la universidad.
El fallo de la Contraloría del 23 de abril de 2021 concluyó que Gaviria incurrió en un detrimento fiscal de $18.645.977 al suscribir contratos y ordenar pagos que violaron normas de austeridad, y que, como dirían de manera coloquial los estudiantes, se los “mecatió en cositas”.
Por eso, el fallo judicial concluyó que “en su calidad de Rector de la Universidad Tecnológica de Pereira [Luis Fernando Gaviria] violó normas de austeridad en el gasto público, generando un detrimento fiscal al omitir su aplicación”. Según el juzgado, esto se produjo mediante “la suscripción de contratos con objetos no permitidos y la ordenación de pagos contrarios a los criterios establecidos [de austeridad]”.
La defensa del ex rector argumentó que la autonomía universitaria le permitía “tomar decisiones sobre la administración de sus recursos de acuerdo con sus prioridades y cometidos, sin interferencia del Gobierno en la determinación de partidas específicas en su presupuesto”. En otras palabras, apeló a la figura de la autonomía para justificar el uso de dineros públicos de la educación en gastos personales y visitas a restaurantes.
El juzgado aclaró que “la universidad no puede hacer uso de la autonomía para la ejecución de gastos que no se encuentren dentro de sus objetivos misionales, es decir, que no tengan relación con la educación y su fortalecimiento, además del objeto contenido en su estatuto general que corresponde a la educación superior, la investigación y la extensión”.
Aunque la sanción fue confirmada, el exrector no devolvió los más de 18 millones de pesos malgastados. Según el expediente, solo reembolsó algo más de dos millones de pesos en 2018, mientras que el resto fue cubierto por una aseguradora. El proceso sufrió un retraso de tres años debido a una demanda de nulidad interpuesta por Gaviria.
Finalmente, el 6 de agosto de 2024, el Juzgado Tercero Administrativo de Risaralda rechazó la demanda y dejó en firme la sanción que lo responsabilizó por el uso indebido de recursos públicos en 2015.
Luis Fernando Gaviria Trujillo (derecha) en un banquete con amigos y familiares.
Tras un cuestionado proceso que ha durado ya un año, en donde los sindicatos de la Universidad han denunciado presiones y manipulación por parte del exrector Gaviria hacia algunos de los delegados que votan en el Consejo Superior, aquel aspira a hacerse reelegir por cuarta vez al frente de la Universidad Tecnológica de Pereira, aún a pesar de que las mayorías universitarias lo rechazaron de forma masiva y contundente en una consulta realizada a finales del 2023.