Tres líderes sociales, integrantes del Comité Nacional de Participación, hablan sobre cómo serán los mecanismos de vigilancia para que el cese al fuego entre la guerrilla y el Estado sea un éxito en beneficio de la paz en los territorios. Desde el Caribe, el Norte del Cauca y Bogotá hablan los protagonistas.
Por: Redacción Revista RAYA
La semana pasada no deja de ser histórica para la paz que busca incesantemente Colombia. La delegación la guerrilla del ELN volvió a tocar suelo bogotano, luego de 31 años de ausencia en medio de la guerra bélica y simbólica con diferentes gobiernos, y cientos de líderes sociales de diferentes regiones del país se congregaron en multitud en la carpa principal de Corferias con el fin de instalar el Comité Nacional de Participación que será el mecanismo de la sociedad civil para vigilar lo que también esta semana inició como un hecho inédito: el cese al fuego bilateral hasta enero de 2024.
Diversos periodistas de la revista RAYA siguieron de cerca estos hechos y conversaron con los protagonistas: los líderes sociales que lideran la vigilancia de este alivio en la vida cotidiana de sus comunidades agobiadas por las balas. No obstante, como el camino sigue siendo espinoso, pues los enemigos de este proceso de paz intentarán sabotear el cese al fuego, les preguntamos justamente por esos retos. ¿Quiénes son los enemigos del cese al fuego en los territorios? ¿Qué mecanismos van a utilizar para vigilar su efectivo cumplimiento? Entre otras. Aquí este artículo para que conozcan las perspectivas de Heber Tegria Uncaria, líder del movimiento indígena colombiano; Olimpo Cárdenas, líder del Congreso de los Pueblos y Luis Emil, líder de la organización Redepaz.
Olimpo Cárdenas: sindicalista bancario desde hace 33 años, pero desde 2010 es luchador de tiempo completo en el Congreso de los Pueblos. Actualmente es asesor de la Unión Sindical Obrera (USO) y director del periódico Periferia. Es miembro del Comité Nacional de Participación.
¿Cómo alivia el cese al fuego a las comunidades que viven diariamente la guerra?
Cuando se habla de un cese al fuego la gente descansa. Sólo el anuncio de un cese al fuego hace que se puedan mover más tranquilamente en sus territorios y buscar otras alternativas que les permitan desarrollar sus labores y obviamente eso reactiva las economías locales, las economías populares y podría dar lugar a que se desencadene a un bienestar en los territorios. Entonces con el cese al fuego, al tiempo que se instala oficialmente la participación, puede ser una combinación bastante interesante que sirva justamente para un proceso de participación más completo, más dinámico y efectivo.
¿Cómo están preparadas las comunidades para monitorear y verificar que no haya saboteo del cese al fuego?
Vemos el cese al fuego como un asunto preventivo para que las comunidades no sean afectadas por eventuales confrontaciones accidentales que se puedan dar, que esperamos no suceda. Es ahí donde queremos que las comunidades sepan actuar y tener rápidamente mecanismos de protección y de resguardo en sus propios territorios, que sepan cómo manejar esos episodios; pero también, que sepan dialogar con esos posibles actores armados que se entrometen en su territorio sin que resulten afectados. Por eso, en este monitoreo hay varias embajadas y defensores de derechos humanos que estamos prestos y haciendo talleres preventivos con gente experta en estos temas. También buscamos espacios de diálogo con esos actores que están en este momento en procesos de diálogo con el gobierno nacional para que se den otros espacios donde se pueda dialogar con las organizaciones de la sociedad civil, para advertir el respeto por el cese al fuego con las comunidades. Eso tiene muchísimo que ver con una formación en Derecho Internacional Humanitario (DIH), pues se debe aprender que la guerra también tiene unas reglas que los actores deben cumplir.
¿Cuáles son los mecanismos que tiene la sociedad civil para poder vigilar el cumplimiento del cese al fuego de las partes?
Hay unos mecanismos que ya existen como los chats preventivos que son de reacción inmediata y que se tiene con el Ministerio del Interior, con la Policía Nacional, con el Ministerio de Defensa. A través de ellos, una serie de instituciones de DDHH están ligadas para actuar de inmediato cuando se presenten incidentes. En este caso, sería por infracciones al cese al fuego. Pero también, es pertinente que se fortalezcan otras que ya existen en algunos territorios, por ejemplo, los refugios humanitarios. Hace poco escuché desde la oficina del Alto Comisionado para la Paz que están buscando la creación de otros escenarios de resguardo donde la gente pueda acudir rápidamente, muy parecidos a los refugios humanitarios, pero preservando la identidad de quienes acuden a esos espacios para que los actores armados no los identifiquen que simpatizan de un lado o de otro. Son sitios neutrales.
¿Cuáles son los enemigos del cese al fuego con el ELN en los territorios?
El paramilitarismo sin lugar a dudas. Como sabemos, aún no se ha podido, por parte del gobierno, instalar la mesa de diálogos y todo el proceso de sometimiento a la justicia con estos grupos armados, especialmente con el Clan de Golfo, que es una suerte de empresa que tiene muchas sucursales y muchos negocios. La mayor cantidad de bandas y de grupos armados, así como pequeñas organizaciones y oficinas, están siendo copadas por el Clan del Golfo y entonces este ya es realmente un grupo paramilitar gigantesco muy parecido a lo que fue en su tiempo las AUC. Hacia allá vemos que camina el proceso de concentración del paramilitarismo, pero hoy es más complejo porque tiene mucha más base social y más dominio económico y cultural.
El paramilitarismo ha crecido mucho y se ha instaurado en la sociedad, obviamente, con el apoyo del Estado neoliberal y de la oligarquía de este país. Por una doble razón: siguen siendo muy funcionales en el campo político e ideológico del sistema y, por otro, siguen siendo un actor armado que pesa mucho sobre todo cuando hay procesos de paz. A mi juicio, ellos son los que más pueden afectar el cese al fuego por ese relacionamiento ilegal que tienen algunos miembros y sectores de las Fuerzas Armadas con este grupo.
¿Qué decirles a quienes están alejados del Comité Nacional de Participación?
Ese es el reto más grande. Justamente acercarse a la gente que no está en procesos organizativos y que su vida transcurre alejada de la problemática social. En estos primeros seis meses se tiene que hacer ese diseño que busque unas metodologías y estrategias para poder hablarle, especialmente, a los sectores de la población que no encuentran en la política una posibilidad de transformación o la ven como algo sucio. También a esas personas que ven en la participación social algo importante, pero que no sirve de nada porque el mismo Estado se ha encargado de que la gente se canse de una participación vacía. Ejemplo: las consultas populares que es lo más lo más cercano al fracaso. Unas consultas que generaron mucho entusiasmo en lugares donde el 98% de la gente ganó las consultas para evitar que sus acueductos, sus ríos o sus quebradas empiecen a ser explotadas por la minería de oro u otros metales. Dichas consultas el Estado dijo que por interés general no eran vinculantes. Pero las organizaciones sociales tenemos experiencia en organizar eventos masivos que movilicen iniciativas sociales y sus propuestas. A eso hay que apostarle.
Luis Emil Sanabria. Estuvo vinculado a la insurgencia del Ejército de Liberación Popular (EPL) y firmó los Acuerdos de Paz en 1991. Desde 1993 hasta la fecha fundó la Red Nacional de Iniciativas Ciudadanas por la Paz, Redepaz. Dicha organización está vinculada a más de 200 organizaciones territoriales en casi todo el territorio nacional: Costa Caribe (Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar, Sucre, Córdoba y Antioquía) y en el Pacífico (Chocó, Cauca y Nariño).
¿Cuál es la importancia del cese al fuego para los territorios que viven todos los días la guerra?
Para las organizaciones es muy difícil participar en todos estos ejercicios de construcción de paz si todos los días siguen ocurriendo asesinatos, masacres, desapariciones, secuestros, extorsiones, confinamientos, desplazamientos, accidentes o muertes por minas antipersonales, por eso nos parece fundamental que el gobierno y el ELN hayan logrado un cese al fuego bilateral en simultáneo al establecimiento del Comité Nacional de Participación. Para nosotros es de gran satisfacción que este ejercicio esté rodeado de un cese al fuego y que ojalá este mecanismo de participación nos dé como un cese definitivo y el acuerdo de paz con esta organización guerrillera.
¿Están preparadas las comunidades en los territorios para afrontar este reto?
Las organizaciones de la sociedad civil que no hacemos parte del mecanismo de monitoreo y verificación hemos estado preparando a las que hacen parte de Redepaz para que de alguna forma participen. Por ejemplo, dar a conocer situaciones que en su territorio puedan ser señaladas de violaciones al cese al fuego, pero fundamentalmente la hemos preparado para cuidar la vida de la población civil, para cuidar que no sigan ocurriendo reclutamiento de niños niñas y adolescentes, ni confinamientos y demás delitos retrocesos que afectan a la población, eso es lo que le hemos recomendado a las organizaciones de la sociedad civil.
¿Quiénes hacen parte del Comité Nacional de Participación y cómo va a funcionar?
El Comité Nacional de Participación es la reunión de representantes de varios sectores de la sociedad: académicos, económicos, espirituales, religiosos, del movimiento obrero, sindicalistas, campesinos, indígenas, afrodescendientes, de las poblaciones LGBTIQ+ y mujeres. Esta instancia representa parte fundamental de la sociedad colombiana, pues somos 81 personas diversas de 30 sectores que tenemos la tarea fundamental de ayudar a la mesa de negociaciones entre el gobierno y el ELN a formular una propuesta de participación de la sociedad civil en la construcción de un gran acuerdo nacional que permita un acuerdo de paz entre las partes. Esa es nuestra tarea. En seis meses tendremos que hacer consultas territoriales a diferentes gestores y también recibir propuestas por todos los medios y canales para estudiarlas, cruzarlas y a partir de allí, colectivamente, construir una propuesta que satisfaga al máximo las expectativas de la sociedad para participar en este acuerdo. Luego de ese ejercicio, que esperamos la mesa de diálogo avale y apruebe, estaríamos entonces ya abocados, en marzo del año entrante, a implementar esa forma de participación en donde esperamos que mucha gente del pueblo colombiano se desborde a participar, porque no solamente creemos que este mecanismo sirve para solucionar el conflicto armado entre el ELN y el gobierno, también nos va a entregar muchos componentes que sirven para superar definitivamente las causas estructurales del conflicto.
Heber Tegría Uncaría, miembro del Movimiento Nacional Indígena de Colombia. Trabajador Social, egresado de la Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga. Especialista en Derecho Internacional de los Derechos.
¿Desde el Comité Nacional de Participación las comunidades indígenas vigilarán que se cumpla el cese al fuego?¿Cómo lo harán?
El Comité Nacional para la Participación es una instancia transitoria, que tiene como propósito principal diseñar el modelo, estructurar la forma y los mecanismos en los que, como sociedad colombiana, vamos a participar en este proceso de construcción de la paz con el ELN. Segundo, nosotros, los pueblos indígenas, estamos haciendo en estos momentos parte de ese comité para diseñar la forma en la que vamos a hacer parte de este proceso de participación en el proceso de paz. Quiere decir entonces que lo primero es que nosotros, como comité, no tenemos la función de hacer el monitoreo sobre el cese de fuego bilateral. Sin embargo, nosotros, los pueblos indígenas, como somos una de las poblaciones más afectadas en el marco del conflicto armado, pues obviamente desde los territorios cada una de nuestras comunidades desde nuestros territorios, desde nuestras organizaciones estaremos diariamente revisando, observando de que el cese al fuego con ELN sea una realidad efectiva y sea una realidad concreta en nuestros territorios, porque como dije anteriormente, si bien el comité no tiene esa función de hacer veeduría y acompañamiento al cese, como pueblos indígenas y como víctimas —que estamos en los territorios— tendríamos que hacer ese ejercicio de revisar que se estén cumpliendo los acuerdos.
¿Qué aporte realizará el movimiento indígena a este Comité Nacional de Participación?
El aporte que nosotros los pueblos indígenas le estamos apostando a este comité, es a diseñar un enfoque que sea realmente participativo. El tema de la participación a veces queda en las formalidades, que es una participación diferenciada, incluyente, abierta. Pero cuando se empieza a tejer la participación empiezan a haber una serie de exclusiones, como por ejemplo no se llega a todos los territorios. La apuesta es que realmente tenga un enfoque diferente, un enfoque que llegue a todos los lugares, que respete las particularidades sociales, culturales, tanto de los pueblos indígenas, pero también de los sectores sociales, campesinos, afros y demás que estamos en los territorios, que estamos en la ruralidad; el aporte es ese.
¿Qué espera que pase con el Comité Nacional de Participación a largo plazo en el marco del proceso de paz con el ELN?
Es una gran apuesta que tenemos en el Comité Nacional de Participación permitir que este proceso no sea simple y llanamente una fase, porque no lo podemos ver, nosotros como pueblos indígenas, por ejemplo, no podemos ver que el Comité Nacional de Participación sea la primera fase y de ahí se acabe. Al contrario, consideramos que la apuesta está en que este comité diseñe un proceso de participación, tanto en el inicio como en la culminación del proceso. Ese es el espíritu por el cual nosotros consideramos importante este comité,, precisando que no puede ser solamente un punto o una parte del proceso total. Debe ser un inicio, pero continuo y permanente en la participación de la construcción de la agenda de paz que tiene el gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional.