En el transcurso del año hubo varios cambios en las leyes y medidas migratorias de los países de América.
Por: Laura Ome, analista de contextos humanitarios de Médicos Sin Fronteras.
Cada 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Migrante, proclamado en el año de 2000 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Durante estas dos últimas décadas, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha sido testigo de las dificultades que persisten para garantizar la protección y la dignidad de las personas en su proceso migratorio. En 2023, por ejemplo, hemos encontrado serias consecuencias humanitarias en diferentes fronteras de América Latina y el Caribe, en donde estamos presentes.
Los trayectos cada vez se tornan más peligrosos y esto es aún peor para las poblaciones más vulnerables como niños, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas. En 2023, los gobiernos de un gran número de países americanos continúan centrándose en evitar la entrada de los migrantes, pues las principales medidas restrictivas están relacionadas con la gestión de fronteras, detenciones y deportaciones.
De acuerdo con Marisol Quiceno, representante regional de incidencia de MSF, “las medidas restrictivas que un gobierno impone sobre la población migrante contribuyen a la criminalización de la misma. Incluso, en ocasiones pueden llevar a hacer el viaje más peligroso”. En el transcurso de este año, MSF identificó diversas medidas restrictivas que han ocasionado serias dificultades para las personas en tránsito, como deportaciones, detenciones y nuevas barreras.
Deportaciones
A raíz del aumento de personas en los cruces fronterizos de México, Panamá, Costa Rica y Trinidad y Tobago, los gobiernos de estos respectivos países deportaron a los migrantes irregulares desde sus ciudades fronterizas, mientras que Cuba reanudó la aceptación de vuelos de deportación de Estados Unidos. Por otra parte, en Estados Unidos un juez federal en Nueva Jersey anuló la prohibición del Estado sobre la detención de inmigrantes en espera de deportación y empezaron los vuelos de deportación de EE.UU. hacia Venezuela como parte de una nueva medida de la administración Biden. A pesar de las preocupaciones sobre la seguridad en Venezuela, EE.UU. ha intensificado las deportaciones.
También en ese país, un juez federal de Texas determinó que la política revisada del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que protege a miles de inmigrantes traídos a EE.UU. cuando eran niños, es ilegal. Esta decisión llega después de una lucha legal de cinco años sobre la existencia del programa, dejando a muchos beneficiarios de DACA en la incertidumbre sobre su futuro en Estados Unidos.
En nuestros proyectos en México, por ejemplo, hemos sido testigos de la incertidumbre que sufren miles de migrantes por cuenta de las medidas migratorias. Magaly Margarita, una mujer venezolana de 29 años que estuvo en Matamoros más de cuatro meses, pernoctó con sus dos hijas de tres y cinco años en una pequeña carpa dentro del campamento de personas migrantes en el bordo del río Bravo.
Magaly había logrado una cita a través de CBP One para el 28 de febrero, pero fue rechazada por los oficiales de migración porque no había registrado a sus hijas previamente por las complicaciones del sistema. Desde entonces no ha podido concretar una nueva cita y hace unos días su celular dejó de funcionar.
“Ya van cinco días que no me meto a la aplicación, todos los días me metía. Me salía error, que no había espacio para las tres, que no hay hora, que no hay fecha. Ay no. Eso es un proceso muy difícil”, le dijo Margarita a MSF. Ella, mientras tanto, seguirá vendiendo paletas y caramelos en las calles de Matamoros para conseguir la comida de ella y de sus hijas.
Fronteras
¿Y qué ha pasado en las fronteras? Vale la pena destacar la orden del juez federal a Texas del retiro de las boyas flotantes en la frontera del Río Grande. Sin embargo, este alivio duró poco tiempo y un tribunal de apelaciones federal permitió a Texas mantener su barrera flotante. De forma similar, Biden anunció que ha renunciado a 26 leyes federales en el sur de Texas para permitir la continuación del muro. No obstante, el Gobierno de Texas aprobó tres medidas sobre el cruce fronterizo que incluyen la asignación de más de mil millones de dólares para la construcción del mismo.
En nuestro proyecto en Tapachula, México, hemos sido testigos del sufrimiento que han causado las deportaciones. Allí hablamos con un hondureño de treinta años que fue asistido por MSF. Salió de Honduras por amenazas. Sufrió tortura y violencia en su país de origen, a lo largo de la ruta y en un Centro de Detención en Estados Unidos. Hace dos años fue deportado bajo el Título 42 con su pequeño de seis años. Esta vez viajó también con su esposa y sus otros dos hijos.
“Íbamos llorando cuando nos subieron al avión para llevarnos de regreso a Honduras. Nadie quería regresar. Esta es la tercera vez que intento llegar a Estados Unidos, ahora con mi familia. Aquí en México estamos luchando, sufriendo bastante. Los problemas psicológicos siempre están ahí, no poder dormir, tener depresión y ansiedad. Todos mis hijos se han enfermado. Conseguir atención médica no es fácil. Nos discriminan mucho”, dijo.
Refugio y asilo
Para resumir lo que ha sucedido en 2023, es clave mencionar los siguientes sucesos: el 11 de mayo finalizó la política de inmigración llamada "Título 42", que limitaba el derecho fundamental de pedir asilo en la frontera entre Estados Unidos y México. Vale la pena señalar que en Estados Unidos se estableció una orden que asume que ciertas personas que ingresan a EE.UU. de manera irregular no calificarán para asilo, salvo que prueben lo contrario. Por último, una medida importante que el gobierno de Estados Unidos negoció con otros gobiernos de la región fue la del Programa de Movilidad Segura, el cual permite que las personas puedan solicitar asilo en Estados Unidos desde las oficinas establecidas en Colombia, Guatemala, Costa Rica y próximamente en Ecuador. El Programa está disponible para ciertas nacionalidades y personas en situaciones migratorias específicas.
Reunificación familiar e integración
Es necesario aumentar los esfuerzos en la reunificación. Este año, Canadá y Estados Unidos anunciaron nuevas medidas de reunificación familiar. Canadá planea implementar una estrategia para fortalecer la reunificación familiar y recibirá a 11.000 migrantes colombianos, haitianos y venezolanos ubicados en América Central, del Sur o el Caribe que tengan conexiones familiares extendidas en Canadá. Por su parte, Estados Unidos anunció el inicio del Programa de Reunificación Familiar dirigido a colombianos, salvadoreños, guatemaltecos y hondureños, cuyos familiares sean ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes legales, y que han recibido la aprobación para reunirse con su familia en Estados Unidos.
Sobre la reunificación familiar también hemos escuchado en nuestros proyectos; en Haití, Manu, un hombre de 40 años, nos contó con tristeza que muchos de sus seres queridos migraron por la violencia en el país. Actualmente, reunirse con su familia es su mayor anhelo. Cuando la situación en Haití empeoró, cuenta, él solo pensó en su hija: “Mi bebé, mi pequeña princesa […] yo solo quiero que viva bien. Se llama Christy y pude enviarla a Santo Domingo, pero estamos lejos y solo hablamos por videollamadas. Mi esposa, mi hijo y mi hija ya tienen pasaporte y queremos reencontrarnos. Yo tengo el sueño de tener mi propio negocio, pero en estas condiciones no lo he podido hacer realidad y necesito primero estar con mi familia”.
Síntesis
Los gobiernos de los países americanos en el 2023 se centraron en evitar la entrada de los migrantes, pues las principales medidas restrictivas están relacionadas a temas de frontera, detenciones y deportaciones. Es importante resaltar la consecuencia que tienen las políticas restrictivas para esta población. Las rutas migratorias ilegales son peligrosas y ponen en riesgo la vida y la salud física y mental de los y las migrantes.
En el área de salud mental, por ejemplo, los migrantes irregulares tienden a desarrollar síntomas de estrés agudo, ansiedad, estrés postraumático, entre otros. Esto suele suceder por las diferentes situaciones de violencia que experimentan durante la ruta migratoria. De igual forma, en muchas ocasiones, debido a los peligros que enfrentan, estas personas pierden a algún ser querido durante la ruta.
Por esta razón es fundamental que los gobiernos de la región promuevan la migración regular y permitan un flujo o permanencia más digna y segura, facilitando el acceso a servicios de salud, empleo y educación. Asimismo, se debe asegurar la implementación de mecanismos de evaluación previos a cualquier devolución, reconociendo los riesgos que enfrenta el solicitante si es devuelto a su país de origen.