El excandidato presidencial llegó a Colombia para denunciar al fiscal colombiano Francisco Barbosa quien, según Arauz, intervino de manera ilegal en las elecciones de Ecuador en 2021 y quien, además, no ha querido investigar la “falsedad de las pruebas” presentadas a la opinión pública como verdad para incidir en las votaciones en las que Arauz fue derrotado en segunda vuelta.
Por: Redacción Revista RAYA
Este martes, el excandidato presidencial de Ecuador Andrés Arauz presentó a la opinión pública una denuncia contra el fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, acusándolo de abusar de su poder para interferir “indebidamente” en las elecciones ecuatorianas de 2021. Según Arauz, los hechos cronológicos de las acusaciones de la Fiscalía colombiana no coinciden con la realidad y, más aún, las pruebas del computador del exjefe guerrillero del ELN, alias “Uriel”, con las que se pretendió involucrarlo, fueron adulteradas para empañar su campaña y desprestigiar a países de izquierda de América Latina frente al gobierno de Donald Trump.
La denuncia será radicada ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, pero el excandidato presidencial también acudirá al Sistema Interamericano de Derechos Humanos contra el Estado colombiano y ecuatoriano en busca de restablecer el derecho al buen nombre. “En caso de persistir en sus omisiones que están ocasionando afectaciones a su derecho a la honra y a la protección judicial efectiva”, dijo en una rueda de prensa en el norte de Bogotá.
La omisión a la que se refiere Arauz tiene que ver con una denuncia radicada por su abogado en Colombia, Eduardo Montealegre, ante el fiscal Barbosa el 18 de marzo de 2021. Según Montealegre, esta no ha tenido su curso normal en la Fiscalía colombiana y, por el contrario, no se quiere establecer una petición clara: “si las evidencias presentadas contra Arauz son auténticas y no fueron manipuladas; o, en caso de ser «verídicas», se investigue quién o quiénes, faltaron a la verdad en sus contenidos”.
Las pruebas mencionadas tienen que ver con el computador del exjefe guerrillero Andrés Felipe Vanegas Londoño, alias “Uriel”, quien era comandante del Frente de Guerra Occidental del ELN, muy lejos de la frontera colombo-ecuatoriana. El primer puntillazo lo dio la revista SEMANA el 30 de enero de 2021, fecha en la que se publicó una portada titulada “Los explosivos archivos de Uriel” y la cual estaba acompaña, supuestamente, con la revelación de los contenidos de los computadores incautados al jefe guerrillero durante un operativo de la Fuerza Pública en octubre de 2020.
En ellos, Semana no solo afirmó que encontró evidencias de supuestas contribuciones económicas a los jóvenes de “Primera Línea”, que protestaban en todo el país ese momento contra las políticas del presidente Iván Duque, sino también, 80.000 dólares que habría intentado donar alias “Uriel” a la campaña de Arauz. Aunque las pruebas tampoco eran concluyentes, Semana se aventuró a decir que el análisis de los audios, “por parte de los investigadores”, apuntaban a que se trataba de aportes que pretendía hacer el ELN a la campaña del candidato de izquierda.
Luego de eso, el fiscal Barbosa viajó a Ecuador en vuelo chárter a principios de febrero y se reunió con su homóloga, la fiscal Diana Salazar Méndez, con el fin de entregarle los supuestos hallazgos en los computadores de “Uriel” y los cuales estaban relacionados con un candidato ecuatoriano, que era favorito en las encuestas, que había ganado en la primera vuelta y que estaba a punto de someterse a las urnas para definir al nuevo presidente de los ecuatorianos. “Tras solicitud oficial recibida por parte de Fiscalía de Ecuador, el pasado 4 de febrero, Fiscal Francisco Barbosa viajó hoy al vecino país para entregar, con cadena de custodia, información encontrada en los archivos de Andrés Felipe Vanegas Londoño, alías ‘Uriel’”, escribió la Fiscalía en su cuenta de Twitter.
No obstante, posterior a este hecho han aparecido pruebas que reveló esta revista y que la defensa de Arauz hoy también aportó a la denuncia contra Barbosa. Se trata de documentos de la inteligencia colombiana, especialmente de la Armada Nacional, los cuales aparecen en todo el dossier de espionaje contra diplomáticos de Cuba y Venezuela asentados en Colombia y los cuales permiten leer en su redacción que los computadores de “Uriel” habrían sido adulterados con fines políticos en Colombia y en el exterior.
En la investigación de la revista RAYA, “Espionaje internacional: objetivo Cuba”, existe un apartado en el que se resalta este hallazgo: Ese documento de guerra sucia fue elaborado el 5 de octubre de 2020 y dice que la inteligencia colombiana ya tenía información exacta de la ubicación del tercer comandante del frente de guerra Occidental del ELN, Andrés Vanegas Londoño, alias “Uriel”, quien en efecto, veinte días después murió en un bombardeo en una zona selvática del Chocó durante la llamada operación “Odín”. Las autoridades informaron del hallazgo de varios computadores y memorias portables al allanar el campamento donde cayó alias “Uriel”.
En el documento los agentes de inteligencia confesaron un delito: “A continuación se establece una muestra de los archivos que fueron sembrados en los computadores del terrorista Andrés Vanegas Londoño, alias “Uriel”. Estos serán enviados a la Fiscalía e Interpol para evaluación, con el fin de que sean vinculados de manera directa los ciudadanos colombianos que apoyan las casas de solidaridad con Cuba y ciudadanos cubanos que promueven el turismo por intermedio del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP)”, resalta el documento.
Por ahora, la denuncia de Arauz de 2021 en la Fiscalía de Barbosa no avanza y por eso lo acusaran no solo ante la Cámara de Representantes, sino también, ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Los tiempos corren y las elecciones en Ecuador se avecinan, esta vez, con un panorama para el fiscal Barbosa poco favorable en la región, pues su corriente política de derecha perdió las elecciones en Colombia, Chile, Brasil y Estados Unidos. Mientras tanto, el capítulo de lo que sucedió con la cadena de custodia y demás detalles del computador de “Uriel” aún está por escribirse.