Hace 23 años fue asesinado Lisímaco Machado Arce, alcalde de Becerril (Cesar). RAYA revela las declaraciones de los paramilitares alias “Tolemaida” y alias “Rafa” quienes detallaron ante la Fiscalía cómo Jorge y Lucas Gnecco le entregaron información falsa a “Jorge 40” para que asesinara a su socio político y así evitar pagarle una deuda de 50 millones de pesos.
Por: Enrique Gamboa
Investigador Revista RAYA
Este 5 de junio se cumplen 23 años del asesinato de Lisímaco Machado Arce, otro alcalde en la Costa Caribe que cayó a manos de los paramilitares de Rodrigo Tovar Pupo, alias “Jorge 40”. Machado ganó las elecciones de 1998 y se convirtió por segunda vez en el mandatario de Becerril (Cesar), la tierra natal del afamado cantante vallenato Rafael Orozco y también la del ñame, la yuca, el frijol y el plátano. En la plaza principal del pueblo existe un busto de bronce con el rostro de Rafael, recordando sus caminatas de niño declamando sus canciones en esas calles, y unas cuadras después, frente a la alcaldía municipal, resplandece el amarillo oro de otro busto con similares características: es la imagen de Lisímaco Machado Arce.
En medio de este aniversario, muy doloroso para sus familiares y sus verdaderos amigos, la revista RAYA revela las declaraciones inéditas de Óscar Ospino Pacheco, alias “Tolemaida”, y de Miguel Ramón Posada Castillo, alias “Rafa”, los dos comandantes paramilitares subalternos de “Jorge 40”, quienes revelaron ante la Fiscalía de Justicia y Paz hace 13 años el nombre del determinador del homicidio, pero no existe investigación contra él. Según su relato, el plan lo urdió Lucas Gnecco con una mentira que luego los paramilitares descubrirían: Machado no estaba pagando extorsión ni tenía algún tipo de nexo con la guerrilla. El motivo de Lucas había sido otro.
Para esa época, cuando los paramilitares estaban consolidados en todo el país, una de sus prácticas era llamar a reuniones a los mandatarios locales señalados de colaborar o pagar extorción a la guerrilla. De hecho, en su testimonio, alias “Tolemaida”, uno de los hombres más cercanos a “Jorge 40” y comandante del otrora frente Juan Andrés Álvarez del Bloque Norte, relató una reunión que tuvo con el alcalde Machado previo a su asesinato: “El señor Gnecco trae a Lisímaco a una reunión y posteriormente el señor Lisímaco continúa hablando conmigo. Tiempo después ese señor Gnecco viene y da la información de que el señor Lisímaco no había cumplido con lo pactado y que le seguía colaborando a la guerrilla”. Según “Tolemaida”, Lucas Gnecco era un reconocido líder político dentro de las AUC.
Lisimaco Machado Arce, alcalde de Becerril, Cesar, asesinado.
“Tolemaida” operaba en los municipios de La Jagua del Ibirico, Bosconia, El Paso, La Loma, Agustín Codazzi y Becerril. A él se le atribuyen más de 300 asesinatos, sin embargo, en el de Machado no tuvo responsabilidad directa, le aseguró a la Fiscalía. Fue por medio del autor material del crimen, Miguel Ramón Posada Castillo, alias “Rafa”, que conoció del plan criminal. “Rafa” era el comandante del frente Julio Peinado Becerra que también pertenecía al Bloque Norte comandado por “Jorge 40”. Él le ratificó a “Tolemaida” que “Jorge 40” le dio la orden por la información entregada por Lucas Gnecco.
En la versión que rindió en 2010, que conoció la Revista RAYA, “Tolemaida” aseguró que la deuda económica fue el motivo por el cual Lucas Gnecco persuadió a “Jorge 40” para que ordenara el asesinato de Lisímaco Machado. Así las cosas, ante la pregunta que le hizo el fiscal sobre cuál fue el motivo del hecho, “Tolemaida” ratificó: “Por la información que transmite el señor Jorge Gnecco que seguía colaborando con la guerrilla. Tiempo después las autodefensas se dieron cuenta de que era mentira del señor Jorge Gnecco, que le había dado mala la información para no pagarle la plata que estos señores le debían a él”.
El día del asesinato, el 5 de junio de 2000, el alcalde Machado salió en un carro color vino tinto para su finca llamada El Oasis, ubicada en el municipio de Pueblo Nuevo (Magdalena). Según le contó alias “Rafa” a la Fiscalía, la ejecución del crimen fue coordinada entre alias “Amin”, “Loto”, “Guapo” y “Cocoliso”. El primer acto fue interceptar el carro. Allí se percataron que estaba acompañado por una mujer y tres hombres. Pero el segundo acto, que era dispararle, se complicó. Según alias “Rafa”, su compañero alias “Amin” no quería ejecutar al alcalde porque era bastante amigo de él. Después de todo lo impactó con su pistola, aunque no recuerda si él también le disparó. “Después de ello, retornan a Pueblo Fantasma y dan cuenta del homicidio”, se lee el documento de la Fiscalía, archivado por más de una década y al cual tuvo acceso la Revista RAYA.
Según consta en la necropsia realizada a Machado en el hospital de El Paso (Cesar), su cuerpo fue encontrado el 6 de junio de 2000, un día después del homicidio, en la carretera entre El Paso y El Banco (Magdalena) en un sitio conocido como el Puente de la Oreja. El examen médico arrojó: “Trauma craneoencefálico por herida de proyectil con arma de fuego”. Machado, quien iba a cumplir 59 años el 25 de junio de ese año, estaba acompañado en el momento de la retención por su escolta Pedro Pablo Pacheco, un hombre llamado Carlos Urquijo, una mujer de nombre Erica y el administrador de la finca, José Rojano. Todos los demás quedaron con vida.
En su declaración ante la Fiscalía la viuda de Machado, Farides Quiroz, relató cómo se enteró del asesinato de su esposo. “Al día siguiente, a las 9 de la mañana, llamaron a una de mis hijas y le dijeron que él estaba muerto y que estaba en el cementerio de El Paso. Luego, ellos mismos, las AUC, se atribuyeron el hecho a través de la prensa. Después de eso, por temor me tocó irme para Valledupar, por miedo de perder mi vida”, dijo. Alias “Amin”, “Loto”, “Guapo” y “Cocoliso”, señalados por alias “Rafa” como partícipes del homicidio de Machado, fueron abatidos por la Fuerza Pública en diferentes operativos realizados entre 2001 y 2008.
Un año después del crimen, la versión a la que le dio credibilidad la Fiscalía de Valledupar fue la de averiguar si, como lo había afirmado Lucas Gnecco a “Jorge 40” y a “Tolemaida”, el alcalde Machado tuvo relación con los frentes 41 y 59 de las Farc. Así mismo, dice el documento del 27 de septiembre de 2002, para conocer si existió desvíos de dineros del presupuesto, a través de contratos de obra para la subversión y conocer el manejo que le dio a los dineros de su administración “con el fin de verificar esta circunstancia como móvil del homicidio”.
Otra de las pocas diligencias judiciales que tiene relación con el caso del asesinato del alcalde de Becerril tiene fecha de 21 de septiembre de 2020. En esa ocasión el coordinador de la Policía Judicial de Bucaramanga, Jorge Alberto Sossa Melo, solicitó ubicar e indagar a Erica y al administrador de la finca con el objetivo de conocer si sabían de la deuda que tenía Lucas Gnecco con Lisímaco Machado, así como establecer la cantidad de personas que vieron el día de ataque y el tipo de armas y de vehículos que usaron los paramilitares. Sin embargo, en los archivos del ente investigador no aparecen los avances de las actividades investigativas que buscaban determinar el grado de responsabilidad de Lucas y Jorge Gnecco.
Habla la hija de Machado
Lisímaco Machado Arce fue dos veces alcalde de Becerril. Primero fue elegido para el periodo de 1992 a 1995 y tres años después ganó las elecciones de 1998. Cuando los paramilitares acabaron con su vida el alcalde completaba su tercer año de alcaldía, cargo al que llegó luego de recibir el aval del Grupo Organizado Liberal Popular (Golpe), fundado por Lucas Gnecco Cerchar. La relación entre Machado y Gnecco se forjó en medio de las campañas políticas. Con el poder que Lucas tenía en el Cesar Lisímaco logró ganar la alcaldía de Becerril. Además, el movimiento político logró llevar al miembro del Clan Gnecco a la Cámara de Representantes y puso varios concejales en Valledupar y en municipios del norte del Cesar, así como en la Asamblea del departamento.
Nacido en Lérida (Tolima) Machado Arce llegó a la tierra que limita con Venezuela, a través de la Serranía del Perijá, 30 años antes de su primera elección. Se casó con Farides Quiroz con quien tuvo cinco hijos: Javier, Librada, Sara, Juan David y Luis Fernando.
Cuando se cumplen 23 años del homicidio de Lisímaco Machado, la Revista RAYA habló con Sara Machado Quiroz, tercera hija del matrimonio del alcalde de Becerril con Farides. A pesar del tiempo, aún recuerda con precisión el momento en el que se enteró del asesinato por medio de una llamada que recibió su familia desde El Paso (Magdalena), donde apareció el cadáver. “De mi papá no era costumbre que llegara tarde a la casa y ese día, pues no llegó y todos preocupados llamando y llamando, nos cansamos de marcar al celular que timbraba y timbraba, ni papá ni el chofer contestaron”, recordó Sara.
La hija de Lisímaco también aseguró que las investigaciones para esclarecer la muerte de su padre no han avanzado, ni en la justicia ordinaria ni en Justicia y Paz. Señaló que a los dos años del homicidio de papá fueron notificados por parte de la Fiscalía sobre el cierre del caso. “Me imagino que para esa época hasta el poder judicial temía seguir con las investigaciones. Después, en 2019, nos llamaron de Justicia y Paz para decirnos que habían confesado sobre el homicidio de mi papá. Pero hasta ahí, o sea, nosotros todavía no tenemos claridad del hecho”.
Por lo pronto, el comandante del Bloque Norte aún no ha entregado ninguna versión ante la justicia del país sobre este crimen. “Jorge 40” se encuentra recluido en la cárcel Picaleña de Ibagué, donde purga una condena, pero aún debe miles de respuestas a las víctimas de ejecuciones extrajudiciales, homicidios de profesores, sindicalistas y políticos. Mientras tanto, al exgobernador del Cesar Lucas Gnecco, que cumple una condena en su casa por cárcel en Valledupar por hechos de corrupción, justo en esa época del crimen, la Fiscalía no le ha abierto una investigación para establecer su grado de responsabilidad en la determinación del homicidio de Lisímaco Machado y en la consolidación paramilitar en el departamento del Cesar.