Investigación

SUBRAYA

El mundo entero está siendo víctima de temperaturas, precipitaciones y sequías extremas. La necesidad de descarbonización es inminente. Sin embargo, bajo el actual modelo de “desarrollo sostenible”, varias de las soluciones que se promueven son menos “verdes” de lo que parecen.

Por: María Camila Díaz

Ante la inminencia del cambio climático que amenaza con desplazar a millones de personas y afectar el suministro de agua y alimentos, palabras como transición energética, descarbonización, desarrollo sostenible y consumo responsable parecen claves. Sin embargo, poco se ha hablado de los costos para América Latina de ideas como la neutralidad de carbono y transición energética.

Los megaproyectos de energías renovables como los parques eólicos y las granjas solares, los esquemas de bonos de carbono (o bonos verdes) que compensan las emisiones de los sectores altamente contaminantes y la minería de metales como el litio y el cobre, que son fundamentales para la transición energética, plantean una serie de riesgos ecológicos y sociales de los que poco se habla.

Por ejemplo, Los bonos verdes son una de las estrategias que más se ha promovido desde los sectores financieros, de hidrocarburos y de transporte. No obstante, hay otra cara de la moneda. En el marco del foro De la transición energética a las transformaciones socioecológicas, Revista Raya habló con expertos y líderes de América Latina para entender algunos de los problemas y riesgos de este mecanismo de compensación. 

La monetización de la naturaleza

Los bonos de carbonos se han convertido en una estrategia fundamental para la “carbono neutralidad”. Funcionan bajo la lógica posmoderna de una economía financiera y de servicios. Como explica la publicación del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, Offsets in The Forests (Compensaciones en los bosques), el negocio se basa en la concepción de la “naturaleza como proveedor de servicios”. Bajo esta premisa se cuantifican actividades de la naturaleza, como la regulación del agua o la captura y almacenamiento de carbono de los bosques, y se conciben como “servicios ecosistémicos” que se cuantifican para ser vendidos. Se trata de una serie de certificados de emisiones reducidas que equiparan unidades de biodiversidad preservada frente a biodiversidad afectada. Por ejemplo, una aerolínea podría ofrecer compensar las emisiones de sus aviones financiando un proyecto de conservación en la Amazonía.

A pesar de que parecen gestos bondadosos, estos cálculos pueden ser engañosos, según explica Diego Cardona, coordinador del Área de Selvas y Biodiversidad de CENSAT Agua Viva: “la matemática y la lógica en que se sustentan dichos cálculos está errada porque se suman y restan cosas diferentes. El carbono que se está emitiendo, y que causa la crisis climática, estaba almacenado en el subsuelo desde hace millones de años y se convirtió en combustibles fósiles (carbón, petróleo o gas). Cuando este carbono se quema y va a la atmósfera tiene una composición muy diferente a la del carbono que se puede almacenar en las selvas o en el océano.” Además, subraya, hay un segundo problema con los cálculos: “existen varios gases de efecto invernadero (GEI), no solo el CO2; por ejemplo, está el metano. Para hacer los cálculos entonces se plantea que el metano causa un efecto, digamos, 21 veces más potente, entonces suman o multiplican por 21 y hacen los cuentas como si la naturaleza fuera así de estable y se pudiera sumar y restar”.

Otro problema de fondo, dice Cardona, es que la ciencia ya ha demostrado que los GEI son responsables del cambio climático y, por lo tanto, la única manera real de mitigarlo sería cortar o reducir las emisiones. Desde el Protocolo de Kyoto en los 90, la delegación de EE.UU. propuso la idea de “compensar las emisiones”, pero este mecanismo no sirve para reducir la crisis climática por varias razones: primero, porque solo mide el impacto del carbono quemado pero no el que se produce al extraerlo; y segundo, tampoco tiene en cuenta que los daños en un ecosistema no se pueden compensar en otro, por muy similar que este sea, es decir, el balance de los ecosistemas no funciona de esta manera.

La historia no es tan verde como la pintan

Los bonos de carbono se promueven como una opción para incentivar la “economía verde” a partir de la creación de beneficios financieros que favorecen la conservación. Así, países como Colombia, México y Brasil, con amplias extensiones de bosques, han visto una oportunidad en este mercado para, supuestamente, fomentar la conservación y el desarrollo de las comunidades que reciben los recursos. Sin embargo, la historia no es tan verde como parece.

Ejemplos como el de la Reserva Extractivista Chico Mendes en Brasil, o el de los Nukak Maku en Colombia, dejan serias dudas sobre la verdadera utilidad de este tipo de iniciativas. El Proyecto Extractivo Chico Mendes en Acre, Brasil, comenzó en los años 80 gracias al activismo del siringueiro (cauchero) Chico Mendes (luego asesinado). Buscaba destinar tierras federales para proyectos agrícolas como la extracción del caucho y la producción de la castaña y la nuez del Brasil. Durante años las organizaciones comunitarias y los sindicatos fueron los encargados de esa tarea. No obstante, desde los años 90, de la mano de organizaciones y empresas internacionales se empezaron a promover actividades madereras de bajo impacto para evitar la expansión de la frontera agrícola. Según Dercy Teles -educadora popular, sindicalista, militante y activista política que luchó con Chico Mendes – cuando el Partido de los Trabajadores llegó al poder en la región, los políticos cooptaron la organización sindical, se apropiaron de los emprendimientos y de la tierra, en colaboración con algunos lideres de la zona.

Dicha cooptación acabó con la explotación tradicional sostenible de caucho, de la castaña y de la nuez del Brasil. Las empresas que llegaron para adelantar los proyectos madereros no eran de la zona, ni beneficiaron a las comunidades, sino que las desplazaron. Agotaron los recursos porque ya no se trabajaba con métodos tradicionales que respetan los ciclos de los cultivos y de la tierra. No quedó sino pobreza y devastación. Se acabaron los proyectos educativos de capacitación para los trabajos que requería el territorio y que promovían los liderazgos. Se implantaron modelos urbanos como el “desarrollo sostenible”, muy alejados de las visiones y las necesidades de la región. Los jóvenes emigraron a las ciudades en donde se formaban para otros empleos y no para la agroindustria, o terminaban engrosando las filas del desempleo. Con la ruptura de las organizaciones sociales y la llegada de otros pobladores, aumentaron los índices de criminalidad, al punto que, hoy Acre es una de las regiones con mayor población carcelaria del país.

Como muestra este ejemplo, la imposición de modelos foráneos asociados a la industrialización capitalista implican una serie de riesgos para las comunidades. Sus modos de producción ancestrales son modificados en pro de modelos foráneos que favorecen las cadenas de valor del capital extranjero al tiempo que rompen con las dinámicas tradicionales para facilitar la explotación del territorio tal y como sucedió en Brasil. Así lo narra Dercy: “Esta probado que para sostener la selva se necesitaban las siringueiras (explotación artesanal de caucho). Ahora lo que pasa es que están tumbando la selva. Una siringueira es ordenada y no puede agotar los árboles, porque hay tiempos de reposo, en los que no se sacaba el latex. Ahora la explotación maderera acaba con la selva. Entonces, ¿Cómo hace una comunidad que está en su territorio para convivir con esas explotaciones empresariales y con otros ritmos y otros negocios del mundo financiero que llegan a través de los créditos? Para nosotros ya no hay mercado, acabaron con la compra del caucho, del castaño y de los productos amazónicos de la región.”

A este problema se suman los acuerdos que implican la venta de bonos de carbono para las comunidades. Esto limitan sus actividades y autonomía sobre el territorio, y favorecen a las grandes industrias que producen millones de toneladas de GEI para que puedan seguir operando. Bettina Cruz Velázquez, Defensora de Derechos Humanos e integrante de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec, México, así lo relata: “El cuento de que con esos bonos de carbono vamos a salir adelante y nos vamos a desarrollar porque [las empresas] los van a pagar y va a haber dinero para la gente, no menciona lo que está atrás de esto, que es quitar el control del territorio a los pueblos y al mismo Estado nacional, porque nos enfrentamos al capital corporativo mundial que es un metaEstado”.

El despojo que hay detrás

En el caso de los bonos de carbono, explica Diego Cardona de Censat Agua Viva, hay una serie de problemas en el diseño que hacen que no sea un instrumento viable para las comunidades. El primer desequilibrio es que, en general, los responsables de las emisiones son los países industrializados y sus empresas, que tienen índices per cápita muy superiores de emisiones y consumo energético. Sin embargo, mediante los bonos de carbono, la responsabilidad se traslada a las comunidades en las zonas de conservación en el sur global. Este desplazamiento compromete la soberanía de los pueblos en su territorio, pues muchos de los contratos que firman con empresas incluyen prohibiciones de actividades. Por ejemplo, limita la agricultura porque les impide tumbar media hectárea para cultivar la tierra, lo que se considera degradación, y bajo los términos del contrato no se puede. Frente a este falso dilema, Cardona agrega: “Los pueblos tienen una relación diferente, si ellos están ahí y la selva está ahí es porque pueden garantizar la protección del territorio, habitándolo al mismo tiempo.”

El segundo problema entre las empresas y las comunidades está en las relaciones contractuales, ya que producen asimetrías de poder. Se trata de instrumentos legales que nada tienen que ver con los niveles de educación ni con los contextos y saberes ancestrales del territorio. Por el contrario, introducen condiciones y relaciones diferentes dentro de las comunidades y crean diferencias entre quiénes firman los contratos y quiénes no. Un problema que en el largo plazo puede afectar la convivencia de la comunidad, los derechos colectivos, la soberanía y, por lo tanto, la permanencia en el territorio e incluso la existencia misma de los pueblos indígenas.

Como lo señala una investigación de Mongabay, también lo aclara Diego Cardona, en el caso de los bonos de carbono en Colombia estas relaciones son especialmente problemáticas, ya que los contratos se consideran un acuerdo entre particulares (el representante de la comunidad y una empresa), y no están siendo sometidos a la consulta previa. Una apreciación que viola todas las disposiciones del Convenio 169 de la OIT, que en Colombia tiene rango Constitucional y los demás instrumentos internacionales que garantizan los derechos de los pueblos ancestrales, incluida la Declaración de las Naciones Unidas sobre estos pueblos.

La violación del derecho a la consulta previa no es un tema menor. Es un mecanismo que está directamente relacionado con el Artículo 7 del Convenio 169 de la OIT, según el cual los pueblos indígenas “tienen derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecta a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural”. Así, la consulta previa es el mecanismo que debe garantizar el consentimiento colectivo de los pueblos sobre todo procedimiento legal, jurídico y administrativo que los afecte. Aunque en la práctica aun existan serias deficiencias en su aplicación, sigue siendo una salvaguarda que el Estado debe aplicar para evitar la pérdida de soberanía de las comunidades sobre su territorio.

Bettina Cruz, lìder social mexicana, así concluye este reportaje sobre la nueva era de despojo que están viviendo los pueblos ancestrales de América Latina: “es la otra cara, lo que está en letras chicas y no se ve: la apropiación del territorio por parte de las empresas multinacionales. Pero ¿qué va a pasar con los pueblos? pues si tú no existes con tus tierras, con tu territorio, va a haber desplazamiento a las ciudades y en las ciudades la gente se desvincula (...). Van a perderse esas actividades que hacen que tú identidad de pueblo se siga reproduciendo y se reproduzca en tu territorio. Nosotros sin nuestro territorio no sobrevivimos como pueblo de manera colectiva, ni de manera individual, porque finalmente es la colectividad de los pueblos indígenas es lo que nos ha salvado. También el manejo adecuado de nuestros bosques, de nuestras selvas, de nuestra tierra, que a veces no es tan adecuado, pero que no ha alcanzado a hacer tanto daño como las grandes empresas que se dedican a la industria en otras partes del mundo.”

Aporta en nuestra Vaki y ayudanos a seguir haciendo periodismo independiente, crítico y de calidad.

logo vaki footer

Relacionados
Investigación
“Elefantes blancos”: el desafío de la infraestructura en Colombia
“Elefantes blancos”: el desafío de la infraestructura en Colombia
Hasta la fecha, el Departamento de Prosperidad Social ha detectado 106 obras inconclusas, las cuales busca reactivar para evitar que se pierdan los dineros públicos invertidos. En 2024 se finalizaron 25 de ellas: colegios, viviendas, vías rurales, plazas de mercado y centros de acopio. Por: Redacción Revista RAYA
Leer mas ...
Susana Correa: la exdirectora del DPS que ha pasado de agache en la trama de corrupción de “Las Marionetas”
Susana Correa: la exdirectora del DPS que ha pasado de agache en la trama de corrupción de “Las Marionetas”
Susana Correa fue la directora del Departamento para la Prosperidad Social entre 2018 y 2022 y su nombre aparece en varias llamadas interceptadas a Nova Lorena Cañón, una de las fichas claves de “Las Marionetas” por ser la reconocida lobista de la mamá del expresidente Iván Duque en el direccionamiento de contratos. Aunque la justicia declaró víctima al DPS, Correa ha pasado de agache en las investigaciones. Por: Enrique Gamboa - Revista RAYA
Leer mas ...
Las comunidades de Cauca y Valle que le arrebatan niños y niñas a la guerra
Las comunidades de Cauca y Valle que le arrebatan niños y niñas a la guerra
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo 184 niños y niñas fueron víctimas de reclutamiento forzoso en el país durante el 2023. El Instituto de Bienestar Familiar reportó cerca de dos mil casos en la última década, pero comunidades del Cauca hablan de más de 800 niños y niñas reclutados en los últimos cuatro años tan sólo en ese departamento. Sin las cifras claras ante este crimen de guerra que destruye la armonía de las comunidades, las organizaciones afrocolombianas, campesinas, de mujeres y...
Leer mas ...
Boyacá: el exgobernador Ramiro Barragán inauguró una unidad oncológica que no existe
Boyacá: el exgobernador Ramiro Barragán inauguró una unidad oncológica que no existe
A pesar de que Boyacá registra una de las tasas más altas de cáncer en Colombia, especialmente en zonas rurales, la unidad oncológica que se inauguró en 2022 hoy no funciona. En esa obra se anunciaron inversiones por más de 3.000 millones de pesos, la falta de certificación y personal especializado ha dejado a la población sin acceso a los servicios prometidos. Por: Gina Rojas Hoyos
Leer mas ...
Hijo y hermano de César Gaviria gastaron millones de la Universidad Tecnológica de Pereira en almuerzos y domicilios
Hijo y hermano de César Gaviria gastaron millones de la Universidad Tecnológica de Pereira en almuerzos y domicilios
El Juzgado Tercero Administrativo de Risaralda confirmó que Luis Fernando Gaviria, exrector de la UTP, usó fondos públicos para gastos personales en restaurantes, banquetes y domicilios, incluyendo una comida con su sobrino Simón Gaviria. Pese a una sanción previa de la Contraloría, Gaviria busca reelegirse como rector, a pesar de que se enfrenta al rechazo interno. Unidad Investigativa Revista RAYA
Leer mas ...
"Ganadería sostenible" en Colombia: un sello vacío frente a la deforestación
"Ganadería sostenible" en Colombia: un sello vacío frente a la deforestación
La carne con sellos de "cero deforestación" se encuentra cada vez más en los supermercados colombianos, pero la falta de trazabilidad real hace que estas promesas sean ineficaces. Un informe de Envol Vert y la Universidad de Wisconsin revela que millones de animales provinieron de zonas deforestadas entre 2018 y 2020. A pesar de contar con mecanismos de trazabilidad, el sector carece de regulación ambiental, mientras que el ganado sigue expandiéndose sin control. Por: Diego Legrand
Leer mas ...
El turbio negocio de los Santo Domingo con el gobierno Duque que tiene a oscuras a Puerto Carreño
El turbio negocio de los Santo Domingo con el gobierno Duque que tiene a oscuras a Puerto Carreño
El conflicto entre Refoenergy, del grupo Valorem de los Santo Domingo, y Electrovichada, bajo control de la Gobernación, tiene a Puerto Carreño con un servicio eléctrico limitado. Electrovichada alega pérdidas millonarias y deudas, mientras Refoenergy justifica los cortes por el no pago de facturas. Para completar, la solución fue una planta de biomasa que utiliza monocultivos de madera no nativa, reemplazando la vegetación de la llanura del Orinoco y generando energía no tan limpia. Por:...
Leer mas ...
La pelea de los putumayenses para evitar que exploten cobre y molibdeno en la Amazonía 
La pelea de los putumayenses para evitar que exploten cobre y molibdeno en la Amazonía 
Mientras el Consejo de Estado le dio vía libre a la explotación de 4.600 millones de libras de cobre y 510 millones de libras de molibdeno en la Amazonía a la multinacional Libero Cobre, comunidades del proceso social Guardianes de la Andinoamazonía rechazan este proyecto y protestaron en la COP16 para evitar esta contradicción que avanza en el corazón del Putumayo. Revista RAYA viajó a Mocoa para conocer las actividades que viene realizando la multinacional y estuvo presente en el tercer...
Leer mas ...
Crisis de agua en Ibagué: el agua se fuga, estrenaron acueducto, pero padecen cortes intermitentes 
Crisis de agua en Ibagué: el agua se fuga, estrenaron acueducto, pero padecen cortes intermitentes 
A pesar de que la alcaldesa del Centro Democrático, Johana Aranda, inauguró un nuevo acueducto para Ibagué, bajo la promesa de solucionar la escasez de agua para cerca de 120 mil habitantes, la obra no ha cumplido su cometido y la veeduría señala deficiencia e improvisación en su construcción. Mientras tanto, el viejo sistema de acueducto pierde por fugas el 52% del agua. Por Juan Sebastian Giraldo Guzmán
Leer mas ...
Crisis en el Lago de Tota: privatización de tierras y falta de participación comunitaria
Crisis en el Lago de Tota: privatización de tierras y falta de participación comunitaria
El Lago de Tota (Boyacá) enfrenta una crisis socioambiental sin precedentes. Los habitantes de Firavitoba, Cuítiva, Iza y Sogamoso denunciaron la privatización del agua y la falta de participación en los planes de protección. La venta de 19.6 hectáreas de tierras por Acerías Paz del Río afectó la captación de agua para Sugamuxi. Corpoboyacá es criticada por su gestión. Por Gina Rojas Hoyos
Leer mas ...
Los pasajeros de los aviones que trajeron Pegasus a Colombia 
Los pasajeros de los aviones que trajeron Pegasus a Colombia 
Directivos de NSO Group que fueron registrados por Migración como oficiales de la Policía de Israel; ingenieros de sistemas israelíes que se hospedaron una semana en el Club de Oficiales de la Policía de Colombia y la relación de varios de ellos con la Fuerza Aérea Israelí. Además, un viejo y cuestionado negocio de un software espía también entre NSO y la Policía de Colombia. Por: Señal Investigativa, una alianza entre la Revista RAYA y Señal Colombia
Leer mas ...
Jueza deja en libertad a policías acusados de trabajar con el Clan del Golfo 
Jueza deja en libertad a policías acusados de trabajar con el Clan del Golfo 
Una jueza en La Dorada (Caldas), dejó en libertad a ocho policías acusados de trabajar con el Clan del Golfo, a pesar de las pruebas de la Fiscalía que los vinculan con actos ilegales. La jueza justificó su decisión por el "buen comportamiento" de los uniformados, pero el proceso sigue y los policías lo enfrentarán en libertad. RAYA revela nuevas pruebas y detalles del caso. Unidad Investigativa Revista RAYA
Leer mas ...
Poderoso abogado del Clan del Golfo pierde tutela con la que buscaba silenciar a la Revista RAYA 
Poderoso abogado del Clan del Golfo pierde tutela con la que buscaba silenciar a la Revista RAYA 
El Tribunal Superior de Medellín rechazó la tutela interpuesta por el abogado Ricardo Giraldo, representante jurídico del Clan del Golfo y hombre cercano al uribismo, que buscaba silenciar a la Revista RAYA. Esta revista había denunciado los planes criminales de la organización para expandirse y lograr un reconocimiento político. La decisión del Tribunal reafirma el derecho de RAYA a la libertad de expresión. Por: Unidad Investigativa Revista RAYA
Leer mas ...
Los aviones y pilotos de la operación secreta para comprar Pegasus en Colombia 
Los aviones y pilotos de la operación secreta para comprar Pegasus en Colombia 
Señal Investigativa revela las matrículas y fotos de los aviones, y los nombres de los pilotos de las dos aeronaves que aterrizaron en Bogotá el 25 de junio de 2021 y el 18 de septiembre del mismo año. Los hombres están relacionados con la Fuerza Aérea de Israel y con empresas de software y ciberseguridad. Por: Revista RAYA y Señal Colombia
Leer mas ...

¡Tú también párate en la RAYA!
Aporta en nuestra Vaki y ayúdanos a seguir haciendo periodismo independiente, crítico y de calidad.

logo vaki footer