A finales del año pasado el presidente Gustavo Petro lamentó su homicidio, señalando que se atacaba el corazón de la política de sustitución de cultivos de uso ilícito en Nariño. Esta semana, miles de campesinos marcharon en Pasto y ondearon las banderas de Óscar Rodríguez, el concejal que fue asesinado buscando la paz total de su terruño.
Por: Redacción Paz de la Revista RAYA
El 30 de diciembre de 2022, el presidente Gustavo Petro publicó en su cuenta de Twitter: "Ha sido asesinado Oscar Rodríguez concejal y activista de mi campaña electoral en Nariño. Matan un baluarte de nuestra nueva política de sustitución de cultivos en Nariño". El mandatario se refería al crimen ocurrido en la madrugada del 29 de diciembre en Linares (Nariño), contra el concejal de la Colombia Humana que venía liderando sustituir la coca por otros cultivos legales y rentables en el marco de la Paz Total. Con este asesinato, según la Defensoría del Pueblo, en 2022 la cifra de homicidios de líderes ascendió a 32 en el sur del país.
Óscar fue buscado y asesinado por los sicarios mientras se encontraba en una finca, en zona rural de Sandoná (Nariño). La investigación aún no avanza para esclarecer los hechos, pero las comunidades que lideró siguen clamando justicia. Esta semana, miles de campesinos de Caquetá, Putumayo, Huila, Cauca y Nariño se dieron cita en Pasto para marchar por sus calles, levantar las banderas de Oscar Rodríguez, rendirle un homenaje y exigir al presidente Petro hacer realidad la Paz Total prometida.
Rodríguez Tovar era uno de los líderes sociales y populares más importantes del suroccidente colombiano, principalmente, de la comunidad donde creció y se forjó: Linares (Nariño), un poblado ubicado en la cordillera nariñense, con no más de tres mil habitantes, de difícil acceso por las carreteras destapadas, con vocación agrícola y una economía dependiente del comercio de la hoja de coca.
Según sus familiares, cuando Oscar era niño se ganaba la vida como raspachín. Durante su juventud se destacó como líder social de su municipio, participando activamente en diversos escenarios de trabajo social y político, principalmente, en lo relacionado con los derechos humanos y la transformación de la realidad económica de su región. Fue fundador y posteriormente presidente de ASTRACAL, la Asociación de Trabajadores y Campesinos de Linares, desde donde lideró iniciativas de sustitución de cultivos de uso ilícito. También fue fundador y vocero político de la Unión Campesina por la Paz. Como concejal de Linares e integrante de la Colombia Humana fue un reconocido activista de la campaña que llevó a la presidencia a Gustavo Petro.
Desde la instalación del nuevo gobierno nacional, Oscar venía liderando la creación de una coordinación de organizaciones indígenas, afro y campesinas en el sur del país para apoyar la política de Paz Total. Así fue como participó en la fundación de la Unidad Popular Agroambiental por la Paz del Sur de Colombia, UPAZSUR, donde era el coordinador del equipo de "transición de la economía del campo". Para esta iniciativa venía trabajado en la articulación de decenas de organizaciones de 5 departamentos de esta región del país..
Sus compañeros en Linares recuerdan a Oscar como un hombre muy querido en su comunidad, lo que le permitía vivir relativamente tranquilo, sin amenazas, en un contexto en el que es prácticamente imposible no estar en la mira de algún actor armado. Sin embargo, en su rol de concejal había realizado denuncias de corrupción en el municipio, especialmente, en favor de las comunidades y de su derecho básico al agua potable. Según testimonios que recolectó la Revista RAYA en Nariño, estas denuncias podrían haberle costado la vida.
Angie Melisa, compañera de Oscar, en conversación con esta revista ratificó la hipótesis. "Él se enfrentó a una empresa de acueducto y alcantarillado llamada EMPOLINARES. Él nunca estuvo de acuerdo con los excesivos pagos que se realizaban, especialmente en un barrio donde habitan personas vulnerables, campesinos, gente pobre, gente que lucha día tras día por sacar adelante a sus familias. Por eso, hizo una denuncia pública en Facebook contra el gerente de EMPOLINARES, hizo un llamado al pueblo de Linares y un mes después fue asesinado. Él nunca tuvo un enemigo, el único problema que tuvo fue con esa empresa", sentenció.
Días antes de su asesinato, Oscar hizo públicas estas denuncias y posteriormente recibió amenazas para que se callara. Él se encontraba atemorizado, relataron sus colegas, por lo que se desplazaba sin compañía para proteger a su familia. Por eso, visitaba su finca donde tenía un estanque de producción piscícola que requería atención permanente sin la compañía de su pareja ni de su hijo. Así fue como se despidió de ellos el 28 de diciembre de 2022. Nunca regresó. Sus amigos fueron a buscarlo en su finca y lo encontraron muerto con múltiples impactos de bala. Afirman que sicarios cometieron el asesinato al llegar hasta su apartada vivienda en la madrugada del 29.
Tomada del perfil de facebook de Oscar Rodríguez
Hasta el momento, sus amigos y familiares no conocen ningún avance en las investigaciones judiciales y alertan sobre la posibilidad de que este crimen quede en el olvido y la absoluta impunidad como ha sucedido con la mayoría de los crímenes contra los líderes sociales en Colombia.
Lucio Vásquez, coordinador de la UPAZSUR, dijo que la movilización de esta semana fue un homenaje a Oscar Rodríguez, pero, principalmente, a las comunidades que lideró y que aún siguen en medio de la guerra y de múltiples necesidades para vivir dignamente. Hablamos de aquellos campesinos, afros e indígenas que habitan estos cinco departamentos donde Oscar venía desarrollando su trabajo en procura de la Paz Total. “Te dicen que no insistas, que no denuncies. Nos movilizamos, entonces, para defender la Paz Total, es decir, para defender la vida, para que no nos maten. Para seguir haciendo lo que hacía Oscar: defender los derechos de su pueblo y denunciar la corrupción sin que eso nos cueste la vida. Vinimos a Pasto más de cinco mil campesinos del Pacífico, de Nariño, del Caquetá, del Huila, del Putumayo, para rendirle homenaje a Oscar, para alzar la voz y ratificar que vamos a seguir su ejemplo", expresó Vásquez.
Al indagar sobre las graves violaciones a los derechos humanos que viven los pobladores del sur del país, Carmen Campos, activista reconocida en la materia manifestó: "No vale la pena dar cifras de victimización. Se hacen estos balances de amenazas o muertes en la mañana y en la tarde las cifras están desactualizadas".
Es más, Carmen le envió un mensaje claro al presidente Petro: "El presidente estaba convocado a este homenaje a Oscar, a esta movilización. También estaba informado el Comisionado de Paz Danilo Rueda, quien envió un saludo, y otros altos personajes del Gobierno nacional. Desde Bogotá, Petro nos ha pedido al pueblo que nos movilicemos en defensa de la vida y de su plan de gobierno. Aquí estamos defendiendo la vida y la paz total. Esperamos que en una próxima ocasión puedan acompañarnos en persona, hablar cara a cara y marchar hombro a hombro. Por ahora, seguimos en la tarea de articular la Red de Derechos Humanos, no solo a nivel departamental sino también regional y nacional, porque si bien se habla de poner fin a esta guerra y los actores armados están sentados en unas mesas de diálogo, en la práctica estas comunidades aún viven entre el fuego cruzado de los actores en distintos municipios de Nariño. Y los corruptos también están matando impunemente. Hace 35 días mataron a un líder negro, representante legal del Consejo Comunitario La Voz de los Negros. Él personalmente me había manifestado su voluntad de no ceder a las presiones de ningún grupo armado y luchar para que el campesinado de su comunidad dejara de vivir entre las balas. Eso le costó la vida".
Lamentablemente, la situación de violencia y amenazas contra líderes sociales y defensores de derechos humanos sigue siendo una constante en Colombia. A esto se suma las dificultades que enfrenta el desarrollo de la política de Paz Total del gobierno y el levantamiento de los ceses al fuego en varios departamentos del país, donde organizaciones sociales advierten que se agudizará la guerra si la vía pacífica empieza a verse como un fracaso.