Hasta la fecha, el Departamento de Prosperidad Social ha detectado 106 obras inconclusas, las cuales busca reactivar para evitar que se pierdan los dineros públicos invertidos. En 2024 se finalizaron 25 de ellas: colegios, viviendas, vías rurales, plazas de mercado y centros de acopio.
Por: Redacción Revista RAYA
Una de las grandes preocupaciones en la infraestructura de Colombia son los llamados “elefantes blancos”, un término que se refiere a proyectos financiados con recursos públicos que quedan inconclusos debido a problemas en su planeación o a la corrupción. Además de tener un impacto económico negativo en las arcas del Estado, los “elefantes blancos” también generan problemas sociales y de seguridad en el entorno donde se desarrollan y son un reflejo de las prácticas corruptas que abundan al interior de las entidades que los ejecutan. El Departamento para la Prosperidad Social, dirigido actualmente por Gustavo Bolívar, ha enfrentado este problema con el fin de que los recursos invertidos no se pierdan entre la maleza y los corruptos que no quieren que se voltee a ver las ruinas de lo que dejaron.
Al asumir en marzo de 2024, Bolívar encontró 106 obras paralizadas en todo el país, entre ellas, plazas de mercado, infraestructura vial, proyectos educativos, mejoramiento de viviendas y sistemas de alcantarillado. Desde entonces, su objetivo ha sido reactivar y concluir la mayor cantidad posible de estas obras. Según datos de Prosperidad Social, de las 31 obras programadas para finalizar en 2024, hasta la fecha se han terminado 25.
Para el Departamento para la Prosperidad Social estos avances en las obras paralizadas no solo son un logro para la infraestructura, sino también, un mensaje claro de que, con una gestión responsable y comprometida, es posible proteger los recursos públicos y transformar la vida de miles de colombianos, principalmente, de los más vulnerables en el acceso a derechos básicos, ha dicho esta entidad.
Entre los proyectos destacados está el Coliseo Parque Bosque, ubicado en el municipio de Florida (Valle del Cauca), una obra que se había quedado paralizada desde julio de 2018 con un avance del 86% de la obra y una inversión de 6.500 millones de pesos. Luego, se adicionaron otros 4.000 millones de pesos, pero no hubo voluntad de los contratistas anteriores para terminarla y dicho coliseo se había convertido en un ”elefante blanco”. El reinicio de esta obra se logró después de un acuerdo que alcanzó el Departamento para la Prosperidad Social con el contratista. "La buena noticia es que el contratista está dispuesto a reiniciar la obra de manera inmediata", dijo Bolívar el pasado 31 de octubre, desde el Coliseo Parque Bosque donde dio la noticia de su reactivación.
Coliseo Parque Bosque, ubicado en Florida (Valle del Cauca), obra que Prosperidad Social se comprometió a entregar en 2024.
Esta obra tiene como objetivo ser un espacio vital para el deporte, la recreación y el bienestar social de la comunidad, especialmente, de los jóvenes de Florida que durante años han carecido de un lugar adecuado para practicar deportes. La subdirectora de Programas y Proyectos de Prosperidad Social, María Fernanda Rojas, estuvo con Gustavo Bolívar durante el anuncio de la reactivación de la obra de infraestructura. La funcionaria destacó en su discurso que el Coliseo Parque Bosque es una de las obras inscritas por la entidad en la estrategia “Compromiso Colombia”, que lidera la Contraloría General de la República en busca de la recuperación de los “elefantes blancos” que hay en el país.
Otro ejemplo de los llamados “elefantes blancos” lo encontramos en la infraestructura educativa. Un ejemplo de ello es la nueva sede de la Institución Educativa El Carmen, en el municipio de Cotorra (Córdoba), la cual estuvo abandonada por más de tres años, afectando a más de mil estudiantes de la región. La obra fue entregada el pasado 29 de abril a María Eugenia López, alcaldesa de Cotorra, quien durante la entrega del colegio destacó que es un paso muy importante para el futuro de los estudiantes. “Estoy muy agradecida con el Gobierno Nacional por tomar la iniciativa de recuperar una obra que estuvo más de tres años en abandono”, dijo López.
Alumnos de la Institución Educativa El Carmen, en el municipio de Cotorra, Córdoba, el día de la entrega de la nueva sede, por parte del Departamento para la Prosperidad Social.
Por su parte, Manuel Páez, habitante de Cotorra y veedor ciudadano, dijo que la construcción de la nueva sede del colegio tiene un impacto positivo para los habitantes de Cotorra y para las próximas generaciones. “Ojalá traigan muchas más obras como estas. Debemos agradecer a todos lo que hicieron que esto sea posible”. De acuerdo con información de Prosperidad Social, para la construcción de esta obra se destinaron un total de $5.500 millones de pesos.
Otra obra que está a punto de entregarse en el sector educativo es la Institución Santa Teresita en Santiago de Tolú (Sucre). El convenio para esta obra se firmó en 2017, pero este año Prosperidad Social destinó cerca de $2.300 millones de pesos para concluir. A la fecha solo faltan algunas adecuaciones como el cielo raso y la dotación, que son compromisos del ente territorial y del Ministerio de Educación.
Durante los ocho meses, el Departamento de Prosperidad Social ha priorizado la construcción y rehabilitación de la infraestructura clave para mejorar las condiciones de vida y para la generación de ingresos de poblaciones vulnerables. Entre los proyectos destacados se incluyen: plazas de mercado, centros de acopio agrícola y vías en zonas rurales de municipios de sexta categoría. Según la entidad, la reactivación de estas obras no solo implica construcción, sino también, un compromiso con la justicia social y la confianza en las instituciones.
A pesar de estos avances, el Departamento de Prosperidad Social señala que no todos los “elefantes blancos” podrán ser reactivados debido a problemas presupuestales o la exigencia de los contratistas en los ajustes de los precios. Sin embargo, la reactivación de 61 de las 106 obras inicialmente identificadas es un logro significativo en la búsqueda de la protección de los recursos públicos que son de todos.
Una de las herramientas que ha facilitado este proceso es la estrategia “Compromiso Colombia”, liderada por la Contraloría General de la República. Se estableció mediante la resolución 27-19 y busca coordinar esfuerzos entre entidades públicas, contratistas y la ciudadanía organizada para garantizar la ejecución de proyectos de interés nacional, regional y local. Entre los mecanismos de la estrategia se destaca, principalmente, la participación de veedores sociales, quienes presentan denuncias sobre obras inconclusas.
Durante el Segundo Encuentro Nacional de Veedores y Actores Sociales, realizado el pasado 14 de noviembre en Bogotá, el contralor general, Carlos Hernán Rodríguez, informó que a través de 2.257 denuncias fiscales, presentadas entre 2023 y 2024 por más de 26.700 veedores ciudadanos, se lograron identificar 1.468 proyectos considerados “elefantes blancos” en el país. De estos, 141 han sido reactivados, recuperando 1,9 billones de pesos. “Hemos gestionado miles de denuncias fiscales que han permitido identificar elefantes blancos y proyectos críticos, gracias al trabajo conjunto con las veedurías y nuestras gerencias colegiadas que son una herramienta poderosa para la transparencia y la lucha contra la corrupción en el sector público”, dijo Rodríguez.
En el evento, en el que participaron más de 100 veedores sociales de todas las regiones del país, el jefe del organismo que se encarga de vigilar el uso de los recursos y bienes públicos en Colombia informó que actualmente se están supervisando, mediante la estrategia “Compromiso Colombia”, un total de 346 proyectos a nivel nacional por un valor estimado de 16,4 billones de pesos. La expectativa de la Contraloría es poner en operación 49 de ellos, avaluados en 1,1 billones de pesos, antes de finalizar el año. En la estrategia “Compromiso Colombia” participan entidades nacionales como Prosperidad Social, diversos ministerios y gobernaciones.
Los esfuerzos conjuntos que hacen las entidades nacionales para recuperar los “elefantes blancos” demuestran la necesidad de priorizar el bien colectivo sobre los intereses particulares y abren un camino para garantizar que los recursos del Estado no terminen en proyectos incompletos, mientras las comunidades sufren las necesidades de tener una infraestructura acorde para su buen desarrollo, pues como se mencionó anteriormente, no solo es una cuestión de ladrillos y cemento. Es una cuestión de justicia social.
*Este trabajo periodístico se realizó gracias al apoyo del Departamento para la Prosperidad Social.