Revista RAYA revela las fotografías de los integrantes del grupo paramilitar Los 12 Apóstoles, las cuales reposan en un documento inédito de la Fiscalía que perfila con nombre, cédula, alias y estado judicial a 38 personas, entre ellas Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe. Aunque el exmandantario pretende sembrar la duda de la existencia del grupo ilegal, RAYA presenta a sus miembros y publica las declaraciones de paramilitares que incriminan al hermano menor del expresidente.
Unidad Investigativa Revista RAYA
Esta semana, el expresidente Álvaro Uribe volvió a sorprender con un comunicado inusual en defensa de su hermano Santiago Uribe, quien desde 1993 viene siendo acusado de pertenecer al grupo paramilitar Los 12 Apóstoles, el cual operó en el norte de Antioquia, en los alrededores de la hacienda La Carolina, propiedad de los Uribe. La Fiscalía acusó a Santiago Uribe de participar en el homicidio de Camilo Barrientos Durán, un conductor de bus escalera que fue ultimado el 25 de febrero de 1994, en el municipio de Yarumal (Antioquia). Por esos hechos, Uribe estuvo recluido en una guarnición militar mientras un juez completará a principios de febrero 3 años sin emitir una sentencia.
El periodista Daniel Coronell así lo denunció esta semana, al tiempo que reveló un documento en el que el juez solicitó más plazo para entregar un veredicto sobre la participación de Santiago Uribe en Los 12 Apóstoles. Por su parte, su hermano Álvaro Uribe dijo que “paramilitares que operaron en la zona han dado múltiples declaraciones y nunca han vinculado a Santiago”, afirmación que es desmentida por la Fiscalía en el documento que hoy revela RAYA.
Por ejemplo, Daniel Rendón Herrera, alias “Don Mario”, en una declaración entregada a la Fiscalía 10 delegada ante la Corte Suprema de Justicia, confesó que no era fácil decir quiénes eran los integrantes de Los 12 Apóstoles, pero que ante el compromiso de contar la verdad aseguraba que el comandante del grupo paramilitar fue Rodrigo Pérez Álzate, alias “Julián Bolívar”. Argumentó que estaba “pisando callos” con estas declaraciones, toda vez que “Julián Bolívar” salió de Justicia y Paz sin decir la verdad durante el proceso. Afirmó que “de Santiago Uribe Vélez le escuchó decir [a dos comandantes paramilitares, uno rural y otro urbano] que este era su comandante, que dirigía desde la Finca La Carolina, información dada también por los desaparecidos hermanos Castaño”, dice el documento.
El mismo documento, que hace parte del proceso contra “Julián Bolívar” en Justicia y Paz, expone la declaración jurada de Jhon Jairo Álvarez Agudelo, personero del municipio de Campamento (Antioquia) en los periodos de 1994–1995 y posteriormente en 1997–1998, “quien manifestó conocer una lista manejada por la Policía de esta localidad, por medio de un policía de apellido Vargas, quien le puso de presente el referido, que por orden del comandante de policía de Yarumal, un teniente o capitán de apellido Benavides, debía exterminar a los integrantes de la lista”. Álvarez detalló los nombres de los ajusticiados y afirmó que “Santiago Uribe pregonaba la limpieza social porque su hermano Álvaro Uribe se encontraba en el gobierno y podía ‘tapar’ estos delitos”.
Uno de los integrantes del grupo, condenado por su pertenencia a grupos paramilitares, Olguan de Jesús Agudelo Betancur, alias “El Flaco” o “El Apóstol”, quien hasta 2022 purgaba su pena en la cárcel de Puerto Triunfo (Antioquia), declaró que “hasta el hermano del expresidente Álvaro Uribe, el señor Santiago Uribe, hizo parte de esa gente y fue uno de los primeros que conformó el grupo, el cual se conoció con el nombre de “Los 12 Apóstoles”, luego se llamó el “Grupo de Pérez” o “La Gente de los Piedrahitas”. El grupo operaba en Yarumal (Antioquia) y en todo el suroeste antioqueño, para la época entre 1986 al 2000”, resalta el documento.
Por Los 12 Apóstoles fueron señalados 38 paramilitares
El 28 de abril de 1993, en Santa Rosa de Osos (Antioquia), ocurrió el primer crimen atribuido al grupo paramilitar de Los 12 Apóstoles, que antes se autodenominaba Autodefensas del Norte Lechero. Fue una masacre en la que murieron tres miembros de una misma familia, señalados de ladrones. Un comando de encapuchados los raptó de su propia vivienda para torturarlos y asesinarlos esa noche, en el marco de una campaña de “limpieza social” financiada por comerciantes del norte de Antioquia, en asocio con oficiales de la Policía. Casi una década después, esa alianza acumularía más de 500 crímenes atroces.
Esta historia sería una más entre el enorme cúmulo de hechos que demuestran la connivencia entre grupos ilegales y miembros de la Fuerza Pública. No obstante, trascendió porque desde los primeros informes investigativos sobre estos hechos salió a relucir un nombre distinguido en la sociedad antioqueña: Santiago Uribe Vélez, un ganadero y caballista, hermano menor del entonces congresista por el Partido Liberal Álvaro Uribe Vélez, que luego sería gobernador de Antioquia y dos veces presidente de la república.
En abril de 1994, en un procedimiento contra los presuntos miembros del grupo Los 12 Apóstoles, realizado por detectives del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), fue allanado el local contiguo al Comando de la Policía Nacional de Yarumal, presuntamente utilizado como sitio de reunión de los integrantes de la banda delincuencial. Así, fue incautado material de intendencia y distintivos alusivos a grupos subversivos, documentos a nombre del señor Jorge Alberto Osorio Rojas y el contrato de arrendamiento suscrito por el señor Osorio Rojas, cuyo codeudor era Álvaro Vásquez Arroyave, propietario del restaurante San Felipe y años después alcalde de Santa Rosa de Osos.
La Fiscalía documentó y graficó la estructura que conformó el grupo criminal al cual se le conoció con el nombre de Los 12 Apóstoles. Se obtuvieron los documentos de las diligencias de inspección realizadas en los despachos ubicados en Bucaramanga y Bogotá, entre los que se encuentran declaraciones juradas, entrevistas e informes de policía judicial de febrero y septiembre de 2016. Una vez analizada toda esa información, la Fiscalía pudo establecer que los presuntos integrantes del grupo ilegal que delinquía en la zona de Chorros Blancos, norte de Antioquia, eran 38 personas, las cuales presentamos con sus fotos, nombres y alias a continuación.
Jhonn Jairo Álvarez, el teniente Juan Carlos Meses, principal testigo del caso, y Santiago Uribe Vélez hermano del expresidente Uribe. Abajo el paramilitar Rodrigo Pérez Alzate "Julián Bolívar", el sacerdote Gonzalo Palacios ya fallecido y Olguan de Jesús Agudelo, quien estaba preso.
Hernán Darío Zapata alias "Pelo de Chonta", que fue asesinado, Yoanni Humberto Vásquez y Álvaro de Jesús Vásquez, comerciante y exalcalde de Santa Rosa de Osos. Abajo Nonato de la Cruz Varas, comerciante, Alba Nelly Torres y Franklin Alexander Téllez, excomandante de la estación de Policía de Yarumal.
Carlos Enrique Ariza, antiguo corregidor de Llanos del Cuivá, Alirio de Jesús Rojas, antiguo empleado de la finca La Carolina y Jairo Rodríguez Vargas, expolicía. Abajo Walter Emilio Rodríguez alias Conejo, José Emiro Pérez, comerciante, Léonidas Pemberty, presunto sicario del grupo capturado en 2018.
Darío de Jesús Pemberty, Miguel Alfredo Palacio y Jorge Alberto Osorio, presunto sicario del grupo. Abajo Henry de Jesús Múnera Sierra alias Palomo o El Lobo, responsable de varios homicidios y asesinado en 1997, Henry Múnera y Josué Paul Martínez.
Roberto López, sindicado por un homicidio, Horacio Javier Huertas, antiguo comandante de la estación en Yarumal, Rafael Herney González, capitán del Ejercito condenado por homicidio agravado. Abajo Jorge Eliécer Fernández, Luis Ernesto Espinal y Darío Espinal alias El Relojero, asesinado en 1997.
John Fredy Echavarria alias Chamizo, Jorge Vilson Diaz, ya fallecido, y César Emilio Camargo, capitán de la Policía señalado de arrojar cadáveres a una represa de la zona. Abajo Norbey de Jesús Arroyave alias El Ruso, expolicía que estuvo preso por el caso, Martha Ligia Arango expersonera de Yarumal que reemplazó a Liliam Soto amenazada por sus denuncias, y Óscar de Jesús Arango alias Pitufo, presunto sicario quien estuvo detenido por el caso.
Esta semana, ante el reclamo por la demora del juez Jaime Herrera Niño para entregar una sentencia en el caso de Santiago Uribe, “El Caballista”, su hermano, el expresidente Álvaro Uribe respondió a la polémica leyendo un extenso comunicado en el que aseguró que los testigos que incriminan a su hermano son esquizofrénicos, mentirosos o manipulados por intereses políticos, y formuló una pregunta para generar un falso dilema: “¿Dónde están los presos de la banda criminal Los 12 Apóstoles?”. Luego mencionó que no había ni evidencias, ni personas condenadas por la justicia debido al accionar de esta banda paramilitar.
Según el documento que revela RAYA, existen varias sentencias en firme contra individuos que integraron este grupo ilegal, también informes de inteligencia, incautaciones de armas y testimonios que señalan a una veintena de personas, entre ellas Santiago Uribe, quien fue patrocinador e integrante de este grupo paramilitar al menos desde 1993, cuando el mismo implicado, Santiago, compareció ante la Fiscalía por un cadáver hallado en su finca La Carolina, el de Manuel Vicente Varela, asesinado por hombres armados que eran sus trabajadores.
Así quedó plasmado en un informe de la Fiscalía que revela RAYA: “el señor Santiago Uribe Vélez [...] manifiesta que, ante la negativa de ser extorsionados, un grupo de delincuentes ingresaron a la hacienda La Carolina disparando y lanzando granadas, por lo que, en defensa, uno de sus trabajadores disparó y dio muerte a [Manuel Vicente] Varela” .
No obstante, la misma Fiscalía estableció, por medio del testimonio de un informante, que Varela fue realmente capturado el 16 de junio de 1993 en otro lugar y su cuerpo llegó sin vida y torturado a la finca de Uribe: “En diligencia de ampliación de declaración bajo reserva del 30 de agosto de 1994, la responsabilidad del homicidio es del grupo de Los 12 Apóstoles, cuyo cuerpo [el de Varela] fue traído en la Toyota de color rojo perteneciente a la policía, amarrado en el búmper delantero de ese carro, a quien sindicaban además de asesinar a un miembro de la SIJIN de Antioquia”.
En el mismo informe que estamos revelando se menciona que en octubre de ese año ya existía un documento de la personera de Yarumal, Liliam Soto, con el registro de 27 personas asesinadas por el grupo de Los 12 Apóstoles. La mayoría, dice el documento, eran mendigos, ladronzuelos callejeros o drogadictos. También había algunos campesinos a quienes las autoridades señalaron previamente de colaborar con las guerrillas. La personera recogió “quejas de un sinnúmero de ciudadanos residentes en la zona, alarmados ante el alto número de índices por muerte violenta que se vienen suscitando”. Dicho fenómeno estaba auspiciado por comerciantes de la región.
La camioneta Toyota roja, vehículo con el se cometieron varios de estos crímenes, pertenecía al F-2, un cuerpo de Policía secreta adscrito a la Policía Nacional. El 5 de abril de 1994 la camioneta volvió a ser protagonista en los asesinatos de Jorge de Jesús Quintero y Jhon Jairo Quintero, padre e hijo respectivamente, en la vereda Ventanitas. Por este hecho fue condenado el policía Alexander Amaya Vargas y sindicado el teniente Juan Carlos Meneses.
Amaya, precisamente, fue uno de los uniformados colaboradores del grupo de Los 12 Apóstoles que señaló a Santiago Uribe como patrocinador del mismo. El teniente Meneses, por su parte, se convirtió en el testigo estrella del caso: incriminó a Santiago Uribe en, al menos, un homicidio, y afrontó varios años de prisión hasta que la Justicia Especial para la Paz (JEP) ordenó su libertad en marzo de 2021.
Pero hubo más señalamientos. El documento en poder de RAYA establece que el 7 de junio de 1996 otro informante describió cómo operaba el grupo y quién era su comandante, alias “Rodrigo” o “El Mono”; ciertas versiones aseguran que se trataba del jefe paramilitar Rodrigo Pérez Alzate, alias “Julián Bolivar”, “quien se mantiene en la hacienda La Carolina que queda por los llanos de Cuibá, por la vía a Ituango. Así mismo, se ubica en una finca que queda pasando el peaje de los Llanos de Cuiba, a doscientos metros a mano izquierda, e igualmente en una finca de propiedad de Álvaro Vásquez, que queda antes de llegar a la hacienda La Carolina. De igual forma, indica a ‘Santiago’, a quien identifican como el hermano del actual gobernador (Alvaro Uribe Vélez)”.
En el documento además se establece que la pertenencia de alias “El Flaco” a esta estructura fue confirmada por el paramilitar Rodrigo Pérez Alzate “Julián Bolívar”. Alias “El Flaco” es uno de los paramilitares miembros de los 12 apóstoles que fue condenado y cuyo testimonio citamos al comienzo de este reportaje. “Julián Bolívar” incluso reconoció ser el determinador de uno de los homicidios cometidos en la finca La Carolina, perpetrado por alias “El Flaco”.
“Julián Bolívar” también dijo que supo de la existencia de Los 12 Apóstoles e incluso señaló al párroco de Yarumal, Gonzalo Javier Palacio, de pertenecer a esta banda. No obstante, el jefe paramilitar negó hacer parte de Los 12 Apóstoles. También negó haber participado en las presuntas reuniones que habría sostenido con Santiago Uribe, absteniéndose de declarar en contra del hermano del expresidente en el año 2018.
El 28 de julio de 1999, otro informe de la Fiscalía, número interno 441E20, volvió a confirmar la existencia del grupo de Los 12 Apóstoles y dejó claro por qué la mayoría de integrantes de la banda paramilitar no estaban presos, ni tenían investigaciones y mucho menos podían servir como posibles testigos: la mayoría fueron asesinados o desaparecidos.
“Henry de Jesús Sierra Múnera era conocido como ‘El lobo’ y fue asesinado el 27 de julio de 1997 en la vereda Las Cruces del municipio de Anorí. Darío Espinel Cano, conocido como “El relojero”, fue asesinado el 16 de octubre de 1997 en Santa Rosa de Osos. Carlos Mario, alias “Puchis”, fue asesinado en el año 1998; igual suerte corrió Jorge Bilson Díaz Madrid, de quien se desconoce su paradero. Las diligencias fueron archivadas ante la ausencia de responsables de estos hechos de amenazas”, dice el documento.
El 14 de junio del 2012, una nueva sentencia, esta vez del Consejo de Estado, reconoció la existencia de este grupo paramilitar y ordenó al Estado reparar a sus víctimas, que, según estimaciones, pueden ser más de 500.
Desde la ficción, una escena de la premiada película Los reyes del mundo, de la cineasta paisa Laura Mora, retrata con agudeza estas acciones criminales del grupo paramilitar Los 12 Apóstoles en la región. Es la secuencia en la que un grupo de matones comandados por un finquero con sombrero aguadeño, llamado don Santiago, rapta a varios niños de la calle en un paraje remoto del norte de Antioquia para torturarlos en su finca, mientras se cruzan en la camioneta con un sacerdote que colabora con los matones. En esta historia, sin embargo, la realidad superó con creces a la ficción.
Esta fue la primera amenaza escrita del grupo paramilitar que luego sería conocido como "Los 12 apóstoles".