Mientras Mauricio Cárdenas prepara su candidatura presidencial, RAYA conoció declaraciones de Antonio Martorelli y Otto Bula, testigos clave en el entramado de corrupción de Odebrecht en Colombia, quienes hablan de las presiones a las que accedió el Ministro de Hacienda, Cárdenas, para que se adjudicara a la empresa el contrato Ocaña-Gamarra de la Ruta del Sol II y para que la multinacional pagara menos impuestos en el país.
Por: Enrique Gamboa - Periodista Revista RAYA
Antes de la Semana Santa de 2025, la Corte Suprema de Justicia falló en última instancia en contra de otro lobista que ayudó a Odebrecht en Colombia en su cruzada corrupta. Se trata del exsenador de Cambio Radical, Antonio Guerra de la Espriella, quien terminó condenado a más de 10 años de prisión por recibir sobornos para incidir en el poder ejecutivo, es decir, Ministerios, con el fin de que la multinacional brasileña ganara los contratos o para que se metieran micos en leyes para que pagara menos impuestos. Varias de las pruebas con las que lo condenaron fueron conocidas por esta revista, sin embargo, resulta llamativo que no existan procesos en contra de los exfuncionarios del gobierno de Juan Manuel Santos quienes terminaron cediendo a las presiones de lobistas como el exsenador Guerra.
Uno de ellos es el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, quien aparece mencionado tanto en la declaración del presidente de Odebrecht en Colombia, el brasileño Eleuterio Antonio Martorelli, como en la del exsenador y lobista de la multinacional, Otto Bula. Ambos coinciden en un punto: el papel determinante de la cartera dirigida por Cárdenas, pues según sus testimonios, allí se gestaron decisiones que terminaron por favorecer a Odebrecht para blindarla jurídicamente, eximirla de mayores impuestos y allanar el camino hacia nuevos contratos con el Estado colombiano.
Una de las misiones que tenían los lobistas de Odebrecht, como Otto Bula o Antonio Guerra, era interceder en el Comité de Estabilidad Jurídica (CEJ), integrado por los ministerios de Comercio y Hacienda y el Departamento Nacional de Planeación, para la aprobación de un contrato de estabilidad jurídica que para la multinacional era de suma importancia ya que estaba destinado a mantener las condiciones tributarias del contrato número 001 de 14 de enero de 2010 de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), que correspondía al contrato Ruta del Sol II, proyecto bisagra de la empresa en Colombia.
El camino para la aprobación del contrato de estabilidad jurídica no fue sencillo para Odebrecht ya que fue negado por el CEJ en dos ocasiones. Por eso, en el último trimestre de 2012, y con el objetivo de lograr la firma, la multinacional brasileña contrató los servicios de Otto Bula como lobista de la empresa ante políticos y empresarios.
En una declaración del 24 de enero de 2018, en poder de RAYA, Bula le explicó a la Corte Suprema de Justicia cómo se convirtió en lobista de Odebrecht. Aseguró que fue Federico Gaviria, ingeniero y otro lobbista condenado por este escándalo, él que le pidió en septiembre de 2012 ayuda con la firma del contrato.
Así lo expresó Bula: “Por allá en septiembre octubre de 2012 me busca el señor Federico Gaviria porque estaba en curso una reforma tributaria que prohibía los contratos de estabilidad jurídica entre la nación y las constructoras o los negocios que tuvieran con el Estado. Entonces me pregunta que si hay manera de colaborar con lo de estabilidad jurídica, porque él sabía que tenía vínculos políticos. Yo fui congresista y le dije qué tenía que preguntarle a un amigo que tenía, que era el senador Bernardo Elías, le pregunto y me dice que sí. Llegamos a concretar una negociación, entonces el señor Federico Gaviria llega con el señor Yesid Arocha [directivo de Odebrecht] a mi casa y me plantea la situación de la estabilidad jurídica. Yo hablo con Bernardo Elías y se ponen en la tarea de sacar lo de la estabilidad jurídica”, dijo Bula en su declaración refiriéndose a sacarla adelante en el Congreso con ayuda de la aplanadora que tenía el Gobierno.
Audiencia de Otto Bula ante la Corte Suprema de Justicia en enero de 2018.
Como lo dijo Bula, paralelo a su llegada a Odebrecht, en el Congreso de la República estaba en trámite una reforma tributaria, presentada por el entonces ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, que proponía la derogatoria de los contratos de estabilidad jurídica entre el Estado y empresas privadas, aunque incluía un parágrafo que habilitaba la continuación de los trámites a quienes habían hecho solicitudes anteriormente.
Con este panorama, Odebrecht necesitaba la firma del contrato de estabilidad jurídica antes de finalizar el año 2012 para así obtener los beneficios de la reforma. Con esa necesidad Otto Bula se puso manos a la obra. Según le contó a la Corte Suprema de Justicia, contactó a congresistas de la comisión tercera del Senado, que lideraba temas de presupuestos, como Antonio Guerra y Bernardo “Ñoño” Elías, quienes tenían acceso al Ministerio de Hacienda, para que lo ayudaran a gestionar el contrato de estabilidad jurídica “que ya lo habían devuelto en la CEJ por inviable dos veces”, recalcó Bula en la audiencia.
Tal y como lo reveló Señal Investigativa, en su emisión del 13 de abril, “Ñoño” Elías y Guerra de la Espriella habrían ingresado al menos dos veces al Ministerio de Hacienda para hablar con Mauricio Cárdenas, con el fin de interceder a favor de Odebrecht, ante uno de los miembros del Comité de Estabilidad Jurídica. En la sentencia en contra de Antonio Guerra, que lo dejó en prisión, la Corte Suprema de Justicia registró que las fechas de las citas con Cárdenas fueron el 24 de septiembre y el 9 de octubre de 2012.
El alto tribunal se pronunció así sobre los encuentros entre los senadores y el ministro Cardenas: “Sí la charla privada con él, (Mauricio Cárdenas Santamaría) se llevó a cabo en su despacho, o en otro lugar, es totalmente indiferente para la sala mayoritaria, pues lo que resulta relevante es que los entonces senadores tuvieron acceso al funcionario en esa fecha, lo que coincide con lo afirmado por Elías Vidal en el sentido que la primera reunión se llevó a cabo solo unos días después de recibir la propuesta ilícita que le hiciera Bula a finales de septiembre o principios de octubre de 2012”, puntualizó la Corte.
Sentencia de la Corte Suprema de Justicia en contra del senador Antonio Guerra. Donde explica la reuniones de los lobistas de Odebrecht con Mauricio Cárdenas.
Otto Bula en su declaración de 2018, en poder de RAYA, aseguró que las presiones que hicieron los senadores se basaron en objeciones a la reforma tributaria y que por ese motivo desde el Ministerio de Hacienda se accedió a dar viabilidad al contrato de estabilidad jurídica entre el Estado y Odebrecht. Finalmente, el 31 de diciembre de 2012, horas antes de que terminara el año y de que entrara en rigor la reforma tributaria, el CEJ firmó el contrato de estabilidad jurídica.
Por este trabajo la empresa brasileña les pagó a los lobistas 4.000 millones de pesos: “Yo hago la negociación directamente con el señor Arocha y con el señor Federico Gaviria por 4.000 millones de pesos a éxito si se firmaba antes del 31 de diciembre del 2012. Yo le digo al senador Elías que estaban pagando 3.000 millones de pesos y ahí cuadramos que eran 2.500 para él y lo otro eran para mí. Pero en realidad del contrato lo que me estaba pagando Odebrecht eran 4.000 millones de pesos”, dijo en la Corte Suprema.
El papel de Cárdenas en el tramo Ocaña - Gamarra
Tras la firma del contrato de viabilidad jurídica, el primer objetivo de Odebrecht se cumplió. Por eso, en 2013 la empresa se centró en la adjudicación del contrato del tramo que une a Gamarra (Sucre) con Ocaña (Norte de Santander) y que hacía parte de la Ruta del Sol II, cuya primera etapa había sido ganada por Odebrecht en 2010. El proceso para ganar el otrosí del contrato empezó en enero de 2013 cuando Antonio Martorelli fue trasladado de Brasil a Bogotá como presidente de la compañía en reemplazo de Luiz Antonio Bueno.
RAYA conoció las declaraciones que dio Martorelli, testigo estrella en el caso de corrupción, el 23 de mayo de 2017 en el consulado de Colombia en Sao Pablo, Brasil, ante las autoridades de ese país y colombianas. Martorelli empezó su declaración diciendo que cuando llegó a Colombia, en enero de 2013, Otto Bula se presentó en las oficinas de la compañía, en el norte de Bogotá.
Cuando Bula llegó a las oficinas de Odebrecht le preguntó a Martorelli si existía algún proyecto en el cual podía prestar sus servicios de lobista: “Yo le indiqué al señor Otto Bula que la concesionaria ya estaba en conversaciones con la ANI para obtener un nuevo OtroSí (adición), en el cual el tramo Ocaña-Gamarra quedara incorporado a la concesión Ruta del Sol II. El señor Otto Bula dijo que podría influenciar para acelerar y obtener el OtroSí de la forma que la concesionaria necesitara”, declaró el directivo ante las autoridades.
En la audiencia Martorelli detalló cómo fue el modus operandi que utilizó Bula para ganar la licitación del tramo y cómo el Ministerio de Hacienda, en cabeza de Mauricio Cárdenas, volvió a ser clave para ese fin. Al igual que con el contrato de estabilidad jurídica, Bula contactó a los senadores de la comisión tercera como Bernardo, “Ñoño” Elías, y a Antonio Guerra de la Espriella, para que intercedieran ante la ANI y el Ministerio de Hacienda, quienes debían dar el visto bueno a la adjudicación del tramo Ocaña - Gamarra que tenía un valor de más de 1 billón de pesos.
Una de las estrategias que utilizaron los lobistas para presionar a los funcionarios públicos era citarlos en el Congreso de la República. Según el directivo brasileño, el ministro Mauricio Cárdenas fue citado al Congreso al menos en seis oportunidades. La razón aparente, según Martorelli, para debates de control político y presupuestales. Pero en realidad, esos escenarios habrían sido utilizados por lobistas para presionar decisiones en favor de la empresa. “De hecho, en búsqueda realizada en internet, he identificado que por lo menos 6 veces entre agosto y octubre de 2013, el ministro Mauricio Cárdenas fue convocado al Congreso, no específicamente por Ocaña-Gamarra, pero en esas sesiones se aprovechaba para hablar del tema”, dijo Martorelli en la audiencia.
Declaración de Antonio Martorelli ante la Fiscalía en 2017. Habló que el ministro Mauricio Cárdenas fue citado en seis ocasiones al Congreso.
Una de las seis veces que el ministro Cárdenas fue citado al Congreso de la República, donde habría recibido presiones por parte de los lobistas de Odebrecht, fue el 1 de octubre de 2013. En esa ocasión el presidente de la comisión tercera, Antonio Guerra de la Espriella, lo citó para que respondiera sobre la situación del Banco de la República en los últimos cinco años. En los expedientes del caso reposan las declaraciones de Martorelli en las que afirmó que en estas reuniones “Ñoño” Elías y Antonio Guerra habrían presionado a Mauricio Cárdenas para que el tramo de Ocaña a Gamarra se le entregara a Odebrecht.
Las otras pruebas que tiene en su poder la Corte Suprema, para establecer la influencia del exministro Cárdenas, son una serie de chats que intercambió Otto Bula con Bernardo Elías en la época que se avanzaba con la licitación. El contenido de los mensajes fue leído por el propio Bula en una audiencia, del 24 de enero de 2018, ante la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia.
El entonces ministro de Hacienda —hoy precandidato presidencial— apareció mencionado en un chat que Elías le envió a Otto Bula: “Tú me dices si voy a tu despacho y te explico o ya entendiste el tema. Hay que salvar eso, ministro. Ayúdeme al Caribe y a evitar demandas contra la Nación”, fue el mensaje que le envió Elías a Cárdenas y que leyó Bula en plena audiencia, y cuyo tema en cuestión era la adjudicación del otrosí del contrato de la Ruta del Sol II.
Audiencia de Otto Bula ante la Corte Suprema de Justicia en enero de 2018.
Según Otto Bula la gestión de “Ñoño” Elías no se limitó a correos o conversaciones con Mauricio Cárdenas en las citaciones al Congreso, sino que también organizaba reuniones con funcionarios de la cartera de Hacienda. Una de las intermediarias habría sido Laura Castañeda Núñez. Una funcionaria que, según dijo Bula, “ayudaba a mover las cosas al interior del ministerio”. Castañeda, que hasta hoy no ha sido llamada a declarar en el marco del caso Odebrecht, fue asesora del despacho de Cárdenas entre 2012 y 2017.
Para Martorelli los trabajos coordinados por Bula estaban siendo efectivos al interior del Ministerio de Hacienda y de la ANI a favor de Odebrecht. Esto lo comprobó él mismo en reuniones que sostuvo con funcionarios de ambas entidades entre agosto de 2013 y marzo de 2014. “Pude verificar que era verdadera la presión política a favor del proyecto, porque el presidente de la ANI, Luis Fernando Andrade Moreno, solicitó a mi persona que los parlamentarios no presionaran más para viabilizar el otro si de Ocaña - Gamarra”, dijo el expresidente de Odebrecht en su declaración juramentada.
Declaración de Antonio Martorelli asegurando que las presiones de Otto Bula sirvieron para sacar los contratos a favor de la empresa.
Finalmente, el 14 de marzo de 2014, a Odebrecht se le adjudicó el tramo Ocaña - Gamarra por un valor de 1 billón de pesos. “Si no hubiéramos contratado a Otto Bula hubiéramos corrido el riesgo de que la decisión se hubiera demorado 3 o 4 años más”, finalizó Martorelli en su declaración en Sao Paulo en 2017.
En enero de 2017, Otto Bula fue capturado luego de que un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos diera a conocer el escándalo de sobornos por contratos en los que incurría la empresa brasileña Odebrecht en varios países latinoamericanos. Por los delitos de enriquecimiento ilícito y cohecho fue condenado en 2021 a cinco años de prisión, sin embargo, a 15 meses de recibir la sanción fue dejado en libertad por decisión de un juzgado de Zipaquirá.
Aunque el caso de corrupción de Odebrecht ha dejado varios políticos y empresarios nacionales e internacionales condenados por hechos delictivos, en Colombia no avanzan las investigaciones para establecer qué papel cumplieron los ministros de Juan Manuel Santos en el entramado criminal.
Del lado del exministro Cárdenas se sabe que rindió declaración, en septiembre de 2019, ante la Corte Suprema en el caso que el alto tribunal le sigue al exsenador del Partido Liberal, Álvaro Ashton, quien niega haber participado en las maniobras para lograr el contrato de estabilidad jurídica para la construcción de la Ruta del Sol II, adjudicado al consorcio liderado por Odebrecht.
Sin embargo, los archivos del testimonio de Cárdenas no aparecen en los despachos judiciales. En la actualidad, Cárdenas inicia su campaña presidencial con un discurso que llama a “enamorar a Colombia para entender la problemática del país”. Un país que aún espera claridad sobre la responsabilidad de su Ministerio de Hacienda en el escándalo que cruzó fronteras y contaminó gobiernos en todo el continente. Una corrupción que le ha costado al país miles de millones de pesos.