Cumplir 100 ediciones en tres años no es solo un hito numérico: es la confirmación de que en Colombia y en América Latina hay espacio para un periodismo progresista, ambientalista, decolonial y crítico. RAYA nació para disputar la agenda informativa desde otro lugar: narrar lo que otros callan, confrontar los discursos hegemónicos y dar voz a quienes han sido históricamente silenciados.
Desde nuestros inicios, hace ya tres años, nos dimos a la tarea de no ser un medio del montón, cosa que estamos haciendo realidad. En un ecosistema mediático dominado por intereses empresariales, políticos y publicitarios, RAYA eligió caminar junto a las comunidades, contar desde las regiones, acompañar luchas, incomodar al poder. Nuestra apuesta es clara: un periodismo independiente, libre y sin concesiones, con visión nacional e internacional, defensor de la paz, los derechos humanos y lo público; un medio plural, progresista, ecológico y decolonial.
En estos tres años hemos construido un portafolio sólido que lo demuestra: más de 1.200 publicaciones, de las cuales unas 400 son investigaciones; cerca de 120 productos audiovisuales y cero rectificaciones a pesar de un permanente acoso judicial. Recibimos la certificación internacional Journalism Trust Initiative (JTI), otorgada por Reporteros Sin Fronteras y el Comité Europeo de Normalización, que acredita nuestra transparencia, rigor y ética periodística. Nos hemos convertido en un medio confiable, profundo y, a la vez, incómodo para los poderes establecidos.
RAYA no se reduce al mundo digital. Creamos, junto a Señal Colombia, uno de los programas investigativos más importantes del país: Señal Investigativa, un espacio donde muchos de nuestros reportajes se adaptan a la televisión pública nacional. Igualmente, lanzamos el videopodcast “En la RAYA con Cecilia Orozco”, un diálogo semanal sin concesiones con temas de actualidad para formar opiniones con argumentos. Publicamos nuestro primer libro, En la RAYA: 12 investigaciones que desnudan el poder, memoria impresa de un año y medio de reportajes que marcaron debates públicos. A ello se suma nuestro espacio transmedia con productos como RAYA Conversa, cortos documentales, perfiles, ensayos, ilustraciones y fotografías. Seguimos, permanentemente, buscando espacios que nos permitan romper las barreras de lo digital para llevar nuestro trabajo a las más amplias audiencias.
En paralelo, hemos fortalecido nuestra presencia en redes sociales, alcanzando más de 90.000 seguidores en X, 33.000 en Instagram, 35.000 en TikTok y 25.000 en Facebook, con millones de visualizaciones e interacciones que nos convierten en una voz influyente en la conversación digital. Más allá de nuestras propias publicaciones, hemos acompañado a 13 medios comunitarios en procesos de formación y autoevaluación para fortalecer el periodismo alternativo y comunitario en territorios como Putumayo, Cauca, Arauca, Antioquia, Catatumbo y Vichada.
RAYA, a pesar de ser un medio nativo digital, ha buscado construir alternativas de sostenibilidad económica renunciando a prácticas como el clickbait y a algunas formas de pauta digital, que consideramos nocivas para el periodismo. Del mismo modo, hemos decidido no tener muros de pago: no cobrar suscripciones ni tener ninguna limitación para la lectura de nuestros contenidos, como parte de la apuesta ética y social de nuestro trabajo encaminado a la democratización de la información. Hemos apelado siempre a otras formas más transparentes y solidarias de sostenibilidad económica que compaginan con nuestros objetivos y principios. Valga recordar que RAYA es un medio de comunicación organizado económicamente en el sector solidario, es decir, sin dueños y sin ánimo de lucro. Es el esfuerzo mancomunado y horizontal de un grupo de profesionales que apuestan por otras formas de crear y comunicar.
En estas 100 ediciones hemos narrado violencias y resistencias con un mismo prisma: el de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos. Lo hemos hecho en Colombia, en América Latina y en otros territorios del Sur Global, siempre con un enfoque diferencial étnico, etario y de género que reconoce la diversidad de quienes sufren y resisten. Hemos acompañado luchas campesinas por la tierra, voces afrodescendientes e indígenas que defienden sus territorios, mujeres que denuncian violencias y enfrentan a la impunidad, jóvenes que se organizan frente al autoritarismo, artistas que crean lenguajes de resistencia, y pueblos que, como Palestina, nos recuerdan que la soberanía es indivisible.
Por eso, decimos que RAYA es mucho más que un medio: es contrapoder frente a los poderes coloniales y mafiosos que buscan condenarnos a la violencia perpetua e irracional. Es un espacio para narrar desde las orillas, interpelar al centro y construir memoria desde abajo. Hoy celebramos 100 ediciones en tres años de existencia, reafirmando nuestra razón de ser: un periodismo que incomoda, que acompaña, que denuncia, que construye. Un periodismo que sirve a la verdad, a la justicia y a la libertad de los pueblos de nuestra América.