Millonarios desembolsos y una carretera adjudicada a KMA Construcciones, una empresa cuestionada por sus vínculos con la corrupción de Odebrecht. Pese a las promesas y el dinero entregado, la vía sigue en pésimas condiciones y el contratista no responde. RAYA recorrió la zona y confirmó que esa vía en esta región aún es una trocha.
Por: Unidad Investigativa Revista RAYA
El seis de marzo, la Presidencia de la República publicó noticia en su página oficial con un anuncio sorpresivo. Según el comunicado, soldados e ingenieros militares iniciarían “la construcción de la Transversal del Catatumbo en Norte de Santander, con el objetivo de impulsar el desarrollo y la conectividad de una de las zonas más vulnerables del país”.
Podría ser una gran noticia para el Catatumbo si la misma vía no hubiera sido contratada y concesionada cinco años antes, durante el gobierno de Iván Duque, con un presupuesto inicial cercano a los 330.000 millones de pesos y un plazo de 103 meses, de los cuáles ya se ha cumplido la mitad.
Aunque se desembolsó parte del dinero, la Transversal del Catatumbo sigue siendo una obra inexistente. El actual gobierno la incluyó en sus promesas como parte de la inversión social destinada a paliar la crisis de seguridad que se vive en la región, agravada desde el 16 de enero tras la arremetida del Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra disidentes del Frente 33 de las extintas FARC, que dejó más de cien muertos y miles de desplazados en la mayor crisis humanitaria de la era Petro.
El mismo seis de marzo, el presidente Petro volvió a hablar del tema en Tibú, Norte de Santander, justificando los decretos de conmoción interior con los que intenta llevar cerca de 3 billones de pesos en inversiones a la región: “para eso sirve la Conmoción. No es para poner al Ejército a quemar ranchos, a sacar gente en masa para las cárceles. No, aquí el gobierno no pone al Ejército en esas tareas y lo dijeron. El Ejército viene aquí a construir escuelas con la comunidad; puestos de salud, con la comunidad; viene a construir la carretera Transversal del Catatumbo y tendrá que ser con la comunidad, porque no bastan los soldados”, afirmó . Ahora el Gobierno Nacional propone destinar nuevamente cerca de 300 mil millones de pesos para la construcción de la obra.
La Revista RAYA recorrió la carretera en octubre de 2024 y en febrero de 2025. Se constató que las obras están paralizadas y que poco se ha avanzado en las promesas de este y los tres gobiernos anteriores de mejorar la única arteria que atraviesa y comunica la región con el centro del país. Las imágenes de la vía evidencian su abandono.
Los colonos más viejos recuerdan que la carretera fue abierta por las compañías petroleras, “a pico y pala”, a finales de la década de 1930, siguiendo la ruta trazada para instalar el oleoducto de la Colombian Petroleum Company, que transportaba crudo de los pozos de explotación petrolera de la Concesión Barco en la zona de Tibú, cerca de la frontera con Venezuela. La trocha quedó en la zona y, este camino de barro y balastro, permitió la conexión entre los municipios de Tibú, El Tarra y Convención, además, a través de carreteras secundarias conectó los municipios de Teorama y San Calixto. La Transversal comienza en Ocaña, principal centro poblado de la región y puerta de entrada al Magdalena Medio y el centro del país. Son 153 kilómetros de un territorio quebrado y selvático, la mayoría de su trayecto sin pavimentar.
Desde hace dos décadas, la pavimentación de la vía es una promesa incumplida con la región por todos los gobiernos. Durante su segunda presidencia, Álvaro Uribe Vélez la incluyó en su Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010, con el compromiso explícito de que el Ministerio de Transporte daría “continuidad a corredores que facilitan la movilidad interna, realizando inversiones de alto impacto social y mejorando las características de la infraestructura productiva”, pero la carretera siguió siendo la misma trocha de siempre.
En los gobiernos de Juan Manuel Santos el tema reapareció y Germán Vargas Lleras la convirtió en promesa electoral en 2014, en su rol de fórmula vicepresidencial de Santos, desde una plaza pública en Pamplona, Norte de Santander, donde aseguró al diario La Opinión que el proyecto estaba “en estructuración”. La promesa, sin embargo, no pasó de los discursos.
Mandatarios locales también han usado la carretera como bandera política. William Villamizar, actual gobernador de Norte de Santander, salpicado en escándalos de corrupción, la incluyó en su Plan de Desarrollo entre 2016 y 2019, prometiendo 5.000 millones de regalías para su ejecución.
Finalmente, el Gobierno de Iván Duque licitó la obra y consiguió los recursos necesarios para el tramo Convención - El Tarra - Tibú con el CONPES 4010. Se proyectó pavimentar 60 kilómetros, es decir, el 40% del recorrido con un presupuesto de 370.000 millones de pesos a ejecutarse en 10 años.
Detalles del CONPES 4010 del 2020 con el que se viabilizaron las inversiones para la vía
Según la planeación, 116 mil millones ya deberían haberse ejecutado, pero el plazo se modificó a 9 años y los recursos se redujeron 305 mil millones de pesos incluyendo los dineros de la interventoría, con el objeto de pavimentar algunos tramos puntuales de la carretera y realizar mantenimiento al afirmado sobre el resto del recorrido, que suele deteriorarse con las temporadas de invierno y el tráfico continuo de camiones, camionetas y buses.
La obra fue adjudicada, durante el gobierno de Iván Duque, a KMA Construcciones, una empresa costeña con más de dos décadas de trayectoria en obras de infraestructura, propiedad de Menzel Amín Bajaire y de su hijo Menzel Amín Avendaño, este último involucrado en el escándalo de sobornos de Odebrecht. Contra Amín Avendaño se reactivó el año pasado un proceso penal de extinción de dominio en la Fiscalía General de la Nación, presuntamente por haber estado involucrado en la trama corrupta de Odebrecht, presuntamente gestionando pagos ilegales para la adjudicación de la Ruta del Sol II.
Además, hay más conexiones entre la empresa y ese escándalo de corrupción. El condenado Gabriel García Morales, quien fue viceministro de transporte durante el gobierno de Álvaro Uribe, aceptó haber recibido sobornos de millones de dólares por parte de la multinacional brasileña para incidir en la adjudicación de la Ruta del Sol. García Morales trabajaba como vicepresidente de negocios de KMA Construcciones cuando fue capturado por el escándalo de Odebrecht en Colombia y según reveló el portal La Silla Vacía, antes de su captura realizaba un fuerte lobby para que KMA Construcciones se quedara con la adjudicación irregular de varias concesiones viales en el Caribe.
Pese a que el gobierno Duque le adjudicó la Transversal del Catatumbo a KMA, desembolsó recursos y promovió el proyecto, los resultados hoy son mediocres. Según el informe de ejecución del Instituto Nacional de Vías (INVÍAS) para la vigencia del 2022, cuando terminó la presidencia de Duque, apenas se había instalado un kilómetro con reposición de la capa asfáltica, ampliado la calzada en 3.1 kilómetros y realizado estudios en seis kilómetros. Se hablaba de otros 45 kilómetros “mejorados” sin especificar en qué consistían las obras.
Aún así, un documento oficial del Centro Democrático, partido del expresidente Duque, presentó la obra como un logro, afirmando que beneficiaba a “más de 282 mil personas” y generaba “2.298 empleos”.
Durante el actual gobierno la situación no mejoró. En junio de 2024 el INVÍAS informó, durante una socialización con la comunidad, que se habían gastado 49.439 millones de pesos, el 17% del valor total del proyecto. Sin embargo, la carretera sigue en estado de abandono como un larguísimo y empantanado elefante blanco. El mantenimiento de cunetas, derrumbes y estabilización de la vía lo hacen las mismas Juntas Comunales a través de peajes comunitarios con los que financian maquinaria y jornales.
Las quejas de la comunidad
Los problemas arrancaron, según la comunidad, cuando KMA Construcciones, contratista principal, subcontrató con una empresa local llamada FG Excavator Catatumbo SAS, cuyo representante legal es Fernel García Quintero, oriundo de la región. Excavator se dedica al alquiler de maquinaria amarilla y, como actividad secundaria, registra “otras actividades especializadas para la construcción de edificios y obras de ingeniería civil”.
Líderes comunitarios creen que KMA buscaba evadir la responsabilidad directa de las obras para evitar relacionarse con los grupos ilegales que operan en la zona y que extorsionan las actividades económicas de la región. Por ejemplo, una facción de la banda de “Los Pelusos” quemó maquinaria de la empresa cerca de Ocaña en septiembre de 2024, pocos días antes de la primera visita de RAYA al Catatumbo.
KMA también ha sido víctima del secuestro de sus operarios, como ocurrió a mediados de 2024 cuando 19 trabajadores fueron retenidos por el ELN y liberados poco después, lo que motivó a la compañía a solicitar la terminación del contrato.
Excavator asumió las obras en el tramo Convención - El Tarra, donde apenas hay un kilómetro de pavimento en firme, como comprobó la Revista RAYA en el recorrido a comienzos de febrero.
Esta empresa presuntamente incumplió varios de los numerales del anexo técnico del contrato y, al parecer, realizó obras en los cascos urbanos con materiales de baja calidad, dejando resultados defectuosos. En algunos casos, afectó negocios y viviendas particulares. Además, abandonó tramos ya intervenidos. Así lo señala una carta enviada el 23 de octubre de 2024 por la Junta de Acción Comunal de la vereda Quince Letras, en el municipio de Teorama, al subcontratista.
“Resulta imperativo que se dé prioridad a la culminación de los trabajos en el box culvert y demás obras complementarias para evitar futuros accidentes. Cabe señalar que ya se han presentado daños en viviendas y en las redes de agua potable y alcantarillado, infraestructura que fue construida con recursos propios de la comunidad, y que podrían haber sido afectadas por el tránsito de vehículos pesados”, se lee en la misiva.
Las obras han afectado la estabilidad estructural de las viviendas aledañas, como ocurrió con el box culvert de la vereda Quince Letras
Fernel García, representante legal de Excavator, aseguró que durante abril solucionarán el problema del box culvert que terminó afectando una vivienda en la vereda Quince Letras, para lo cuál esperan rehabilitar y pavimentar la carretera. Sin embargo, la obra lleva meses en esas condiciones, al menos desde octubre de 2024, cuando RAYA documentó la situación con fotografías.
Pero esta no ha sido la única queja de las comunidades. La empresa subcontratista pavimentó algunos centros poblados con materiales que en pocos meses se han fisurado y fragmentado. Incumplieron la solicitud de las comunidades de emplear pavimento asfáltico. Fotografías y una denuncia de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Bejuco, confirman estos hechos. En algunos casos, la intervención fue tan deficiente que el afirmado se ha desmoronado al no emplearse el asfalto requerido. El 23 de septiembre de 2024, la comunidad de El Bejuco envió una carta a KMA Construcciones denunciando estas irregularidades, pero a la fecha no ha habido soluciones.
En la vereda El Bejuco la empresa subcontratista no pavimentó las calles con asfalto. Presuntamente utilizó una mezcla barata de arena y residuos de combustible ilegal, conocido como “pategrillo”, empleado en las cocinas de coca de la región.
Un Anexo Técnico del contrato para la Transversal del Catatumbo disponible en línea establece que “se intervendrán frentes continuos de obra de manera que queden terminados sin dejar obras inconclusas”, algo que claramente no se ha cumplido. Además, se puntualiza que “en casos excepcionales en que sea necesario atender frentes discontinuos deberán estar plenamente justificados por el contratista, avalados por el interventor y aprobados por el supervisor del Instituto, siempre y cuando garanticen la funcionalidad y conectividad del corredor”.
Detalles del Anexo Técnico del proyecto. Ninguno de estos ítems se han respetado por parte de los contratistas
Finalmente, varios líderes comunales denunciaron que Excavator distribuyó cartas entre las comunidades solicitando firmas y apoyos para pedir a KMA Construcciones el uso de pavimento flexible con asfalto dentro de sus veredas, en lugar de utilizar concreto. El concreto es más costoso y al mismo tiempo de mejor calidad, capaz de soportar vehículos de carga pesada.
Excavator presionó a las comunidades para que renunciaran a la pavimentación con concreto, según denunciaron varios líderes comunales
Representante legal de Excavator responde
Fernel García, representante legal de la empresa FG Excavator Catatumbo admitió en conversación con RAYA que lo que aplicaron en la vereda El Bejuco era “una capa de arena emulsión, que no requiere pavimentación, eso es una muestra de lo que se va a hacer, para ver cómo quedan los demás [caseríos]”. Reconoció que la calidad del material tan sólo resiste entre dos y cinco años de uso. No obstante, no aclaró si para esa mezcla de arena emulsión se emplearon residuos del “pategrillo”, un combustible artesanal que se utiliza en la región para el procesamiento de la cocaína, como lo sugieren las imágenes de canecas y galones en poder de RAYA.
También dijo que en su contrato con KMA le pagan por trabajos realizados, no por desembolsos totales: “Nos pagan obra ejecutada, si haces un metro cobras un metro”. Explicó que a cargo de Excavator hay más de cincuenta kilómetros entre Convención y El Tarra, pero que la mayoría del dinero se lo ha llevado el tramo Ocaña - Convención, asumido directamente por KMA, donde según él esta empresa ha pavimentado cinco kilómetros y rehabilitado otros tramos que estaban en malas condiciones.
Además, en ese mismo tramo a cargo de KMA se encuentra una las obras más costosas: el muro de contención en el casco urbano de Convención que frenaría el desplome de un talud sobre el que se encuentran varias viviendas. Como han denunciado ampliamente concejales, líderes locales y la prensa de la región, esta obra estuvo abandonada varios años poniendo en riesgo a los habitantes.
A cargo de Excavator está la construcción de un puente en Caracolí, otro muro de contención en la vereda El Bejuco, obras de arte y el mantenimiento de la vía destapada (que no incluye la pavimentación), en el que García asegura que están trabajando sobre un tramo de 16 kilómetros.
Acerca de la carta que circularon entre las comunidades para que estas firmaran pidiendo el pavimento flexible en lugar del pavimento rígido, García insistió en que “lo que nosotros hicimos fue una socialización, pidiendo que a los caseríos se les mitigara el polvo [causado por el paso de vehículos], para que mientras alcanzaran los recursos se hiciera una arena emulsión. Se han hecho las socializaciones y se han invitado a los alcaldes y a las Juntas”.
RAYA consultó por correo electrónico al señor Menzel Amín Avendaño, cabeza de KMA Construcciones, pero al momento de publicar este reportaje no habíamos obtenido respuesta. De recibir su versión la incluiremos dentro de la nota.
Por ahora la Transversal del Catatumbo se ha convertido en un sumidero de recursos públicos embolatados mientras el presidente Petro promete otros 300 mil millones más para concluir una obra que en muchos tramos ni siquiera ha empezado. Las comunidades esperan que no se repita la historia.
*Este reportaje fue construido con periodistas y líderes comunitarios de la región en el marco de un proyecto con Reporteros Sin Fronteras (RSF).