La Revista RAYA, desde su fundación, tal como quedó explícito en su manifiesto, ha respaldado la posibilidad de construir una paz en Colombia buscando alternativas a la cruenta guerra que no cesa de generar víctimas a lo largo y ancho de todo el país. De este modo, comprendemos el esfuerzo que se hace con los diálogos socio jurídicos con organizaciones criminales, en búsqueda de su desmantelamiento. Toda vida que se salve, toda víctima que se evite, hace que este ejercicio valga la pena. Por esta razón, nuestra postura editorial es acompañar, de manera crítica y sin ingenuidades, estos diálogos, mucho más, cuando se trata de la posibilidad de desmantelar la estructura criminal más grande de Colombia.
Sin embargo, aclaramos que, también por decisión editorial, al Clan del Golfo no lo llamaremos con el nombre que en los últimos meses ellos mismos se han dado y que el Estado le ha reconocido, respetando su autodenominación.
Defender la memoria histórica es también una manera de resistir a la violencia criminal y reivindicar a las víctimas del conflicto. ¿Acaso no es “la verdad” uno de los fines últimos de cualquier iniciativa de paz?
Reconocer como Ejército Gaitanista, a quienes hasta hace poco se autodenominaban Autodefensas Gaitanistas, pero antes Clan del Golfo y mucho antes Clan Usuga o Urabeños, herederos directos de las ACCU y de las AUC, es ofender la memoria de Jorge Eliecer Gaitán y de las miles de víctimas que dejó la persecución a sus seguidores, y tapar la profunda cicatriz que dejó en nuestra historia tanto su magnicidio como la violencia desatada contra sus partidarios; pero también es permitir que avance una estrategia de confusión y propaganda de quienes pretenden poner ropaje ideológico a su accionar criminal y lavarse la cara de victimarios.
Valga recordar que en el pasado, y en medio de un contexto de amenazas, los abogados del Clan del Golfo, usando vías legales, quisieron obligar a la Revista RAYA a llamar a sus representados como “Ejército Gaitanista de Colombia”. Sin embargo, resistimos como hoy.
Este no es un tema simplemente semántico. Aunque existan razones para que el Gobierno reconozca de manera pragmática a una organización criminal por su marca de autodenominación, con el fin de dar marco legal a sus diálogos socio jurídicos, nuestra posición como medio de comunicación, aliado de las comunidades, las víctimas y de la verdad histórica no nos permite caer es esa trampa. En RAYA optamos por no olvidar.