En esta edición dedicada al Día de la Resistencia Étnica, Revista RAYA entrevistó a Aiden Salgado, líder de la comunidad palenquera en Bogotá, sobre su trabajo, el racismo que ha conocido y las políticas de acción afirmativa en favor de su pueblo.
Por: Isabel Caballero Samper
¿En qué organizaciones trabaja en este momento?
Yo era el presidente de la comunidad palenquera en Bogotá y ahora soy miembro de la articulación regional afrodescendiente de las Américas y el Caribe (ARA). Estoy también en la organización Kombilesa, en la Coordinación Étnica Nacional de Paz (Cenpaz) y en la IEANP que es la Instancia Especial de Alto Nivel de los Pueblos Étnicos que nació de los acuerdos de paz de La Habana.
¿En todas estas instancias siempre trabaja el tema étnico?
Sí, sí, sí, el tema étnico es mi fuerte. Y me he preocupado por eso más que por ser mi fuerte es porque es uno de los temas más abandonados.
¿Y cómo empezó a trabajar el tema étnico?
Por la misma pertenencia étnica. Yo soy del Palenque de San Basilio. Entonces, al empezar a vivir el racismo y la discriminación fuera de Palenque, ya eso te hace tomar identidad y tomar conciencia de tu origen, de tu etnia. Por un lado lo que tú vives, y por otro, lo que vive tu población. Ese abandono, ese desprecio, ese racismo, esa exclusión.
O sea, nació y creció en San Basilio de Palenque, ¿pero allá nunca sintió ese racismo?
No había racismo
¿Y cómo fue entonces su primer encuentro con el racismo?
El primer racismo lo comienzo a vivir cuando voy a Cartagena y me toca vivir con la familia en el barrio La Candelaria; barrio de pobres, barrio de negros. Y al yo hablar se burlaba la gente de la forma como hablaba por palenquero. Por ese acento, ese cantadito que teníamos, de eso se burlaban. Y no era lengua, sino que era el mismo modismo del palenquero. [Salgado se refiere a que no estaba hablando el lenguaje palenquero conocido como “lengua” (que es una mezcla de español, portugués y ki-kongo, una lengua del oeste de África) sino simplemente estaba hablando en español pero con los modismos de su pueblo]
¿Es decir que quienes lo discriminaban no eran necesariamente personas blancas, sino otras personas afro?
No, no eran blancas, eran personas afro: lo que podemos llamar un endo racismo lingüístico.
¿Y eso es porque se da? ¿Por qué se crean esos racismos internos?
Porque la ciudad como tal discrimina a todo el que no es blanco mestizo. Y no se generan mecanismos de articulación con otros de los tuyos, sino que al que está más debajo de ti también tú lo destruyes.
Como el dicho de “al caído, caerle”.
Sí, los familiares que estaban viviendo en Cartagena, al nacer en Cartagena, al criarse en Cartagena y Cartagena ser una ciudad tan racista, se decían que ellos eran mejores que los palanqueros que nacían en Palenque. Y no se identificaban como palanqueros. El negro era solo el que nació en Palenque. Hoy en el Caribe ser negro no es una cosa tan de desprecio. Es una cosa de posibilidad de acceso a educación superior, posibilidad de crédito contable y algunos otros beneficios que hay para la población. Así sea por coyuntura, se identifican como negros y ya la negritud salió de Palenque para convertirse en caribeña. Ahora, el que es palenquero no es solo el que nace en Palenque, sino que hay familias de palenqueros que nacen en otros lugares.
¿Pero hay beneficios específicos para los palanqueros?
No, son beneficios para las comunidades afro colombianas o negras. En Bogotá sí tenemos unos beneficios específicos para los palenqueros.
¿Cuánto llevas trabajando con el tema de los palanqueros en Bogotá?
Yo llegué a Bogotá desplazado en el 2001, después salí del país y regresé a finales del 2003 y me establecí en Bogotá. Me fui a Venezuela nuevamente con problemas, pero regresé en 2009. Ese año empezamos a vernos algunos palenqueros en Bogotá a ver cómo generábamos un proceso organizativo. Y empezamos a cuestionar el desconocimiento que generó el censo del 2005 que dijo que los palenqueros en Bogotá eran siete. Y había muchos más, yo creo que había más de 50.
Cuando ya en los últimos momentos de la alcaldía de Samuel (Moreno) comienza a coger vida el tema de la acción afirmativa, la política de los derechos étnicos, y nosotros vemos que somos excluidos de ciertos escenarios por ser palenqueros, entonces organizamos la mesa palenquera. Ya con la alcaldía de Petro se da un salto cualitativo bien grande. Logramos poner a trabajar en la alcaldía a cuatro personas, logramos hacer una caracterización de comunidades de Palenque, y también, el censo, la encuesta de hogares, comienza a cobijar a los palenqueros y da más de 153 palenqueros en Bogotá. Esto es donde se hace como real el tema, pero después disminuye con la alcaldía de Peñalosa, a pesar de que Peñalosa fue a Palenque a ofrecer y decir que hay cosas, pero todo eso disminuye y la gente que estaba trabajando es sacada de la alcaldía. Con la llegada de Claudia es donde nuevamente nosotros logramos ingresar a la consultiva y eso nos permite, en el marco del artículo 66 del plan de desarrollo, visibilizar y concentrar un número de acciones afirmativas para la comunidad:114 acciones para la comunidad palenquera en Bogotá
¿Y siente que con estos proyectos de acción afirmativa han mejorado los problemas estructurales de racismo?
Sí, sí, sí, sí, sí funcionan. Mira, si tu me googleas te sale un artículo que yo hice sobre la Universidad Nacional. Yo ahí relato que cuando yo iba a esa Universidad, yo me encontraba uno, dos, tres, máximo cinco estudiantes afro en los pasillos. Entonces, hace cinco meses fui a dictar una charla en la Universidad Nacional y me conseguí más de 50 estudiantes afro. Entonces yo digo que sí ha funcionado, porque aquellos son producto de la acción afirmativa que nosotros concretamos en 2009, 2010.
Igualmente, el tema de racismo que se discute es porque hay una especie de aceptación de lo que es el racismo hoy y existen espacios de discusión que antes no había. La misma Francia Márquez, que hoy es la vice presidenta del país, es producto de una acción afirmativa, producto del crédito condenable. Hay un empoderamiento en la posibilidad de escala social de lo que llama Bordieu capital humano.
Por ejemplo, para muchas familias los hijos logran estudiar a través de los créditos condonables del ICETEX. En el campo educativo sí ha funcionado esa acción afirmantiva.
¿Y en qué campos siente que no ha habido ese mismo avance?
Si tú miras un articulo que publiqué la semana pasada que se llama ¿Para cuándo un plan de lucha contra el racismo y la discriminación racial?. Ese es uno de los lugares a los que le apunto para implementar acciones afirmativas en el campo laboral. Que cada institución estatal destine un porcentaje que puede ser alrededor del diez por ciento para cargos de comunidades afro, pero no solamente de cocina y celador, sino de directivos. Que por cada ocho directivos haya en una empresa por lo menos un afro. Entonces, el campo laboral es un campo que está incipiente. Igualmente, el campo de la salud y la vivienda.