Juan Carlos Cuellar, Jairo Arrigis Guenis (Antonio) y Violeta Arango fueron los tres designados por la guerrilla para acompañar los diálogos de paz que iniciaron este lunes en Caracas (Venezuela). Tras ser excarcelados por el gobierno del presidente Gustavo Petro ahora cumplirán la función de diseñar estrategias que posibiliten los acuerdos de Paz, la convivencia y la reconciliación en Colombia. Estos son sus perfiles.
Por: Tatiana Portela y Edinson Bolaños
CARACAS
El pasado lunes, luego de que se instalara la mesa de negociación entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tres guerrilleros iniciaron sus labores en Caracas como gestores de paz que, eventualmente se trasladarán a Colombia para cumplir labores con las bases políticas del movimiento guerrillero y con la sociedad civil en general para ayudar a construir el acuerdo de paz. Los tres integrantes del ELN quedaron en libertad tras la aprobación de la Ley de Paz Total de 2022, la cual modificó la 418 de 1997, en la que quedó explícito que todas aquellas personas que estén cumpliendo alguna condena, en caso de ser designadas gestoras de paz, el gobierno podrá suspender la ejecución de la pena. En caso de que esté en un proceso judicial este podrá continuar, pero la persona investigada podrá ser excarcelada. Revista RAYA reconstruyó los perfiles de Juan Carlos Cuellar, Jairo Arrigis Guenis (Antonio) y Violeta Arango.
Juan Carlos Cuellar
Tulio Gilberto Astullido Victoria, más conocido como Juan Carlos Cuellar, es militante activo de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Nació en Popayán (Cauca) en 1960 y cumplió 62 años. Desde los 14 estuvo involucrado en los movimientos estudiantiles de su ciudad natal, iniciándose en el colegio INEM o Francisco José de Caldas, donde comenzó su formación política en las revueltas estudiantiles del movimiento social del Cauca. Desde entonces, Cuellar se destacó por ser un hombre estudioso, con disposición al servicio y con una admirada oratoria en el seno de la izquierda.
En los espacios del movimiento estudiantil empezó su acercamiento con grupos políticos de izquierda, en un principio, con el Partido Comunista de origen Marxista-Leninista (PC-ML) donde se sumó a la lucha por la tierra junto con las comunidades campesinas e indígenas del Cauca.
Entre 1975 y 1980 hizo parte del grupo guerrillero Ejército Popular de Liberación (EPL). Luego, en 1981 ingresó al ELN cuando había cumplido los 21 años. No obstante, solo hasta 1983 comenzaría oficialmente su militancia clandestina en temas logísticos y de formación de nuevas tropas guerrilleras. A finales de los años 80 pasó a ser miembro de la Dirección del Frente de Guerra Suroccidental, el cual está a cargo de todas las estructuras urbanas y rurales del ELN que hacen presencia en los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Nariño.
Tras la muerte repentina de Carlos Troches, uno de sus amigos más cercanos, Cuellar pasó a ocupar su lugar en la Dirección Nacional del ELN. Al tiempo, con 31 años, también era integrante del Frente de Guerra del Suroccidente. Hasta finales de los 90 permaneció en ese frente guerrillero apoyando el crecimiento del frente Comuneros del Sur, ubicado en el departamento de Nariño. Su trabajo al interior de la guerrilla fue tal que logró que esta estructura se convirtiera en una de las más grandes del país.
A finales del 2004 fue capturado por el Ejército Nacional en el municipio de Chachagüí, Nariño. Tras su captura pasó por diferentes centros penitenciarios del país, desde la cárcel de Combita hasta la de Itagüí. Sus últimos años de detención transcurrieron en el centro penitenciario de Bellavista en Medellín hasta 2017 cuando quedó en libertad tras ser reconocido por el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos como parte del equipo negociador del ELN en Quito, Ecuador.
Desde entonces, su nombre ha sido más público, pero en el mundo político Cuellar es muy conocido desde 2007 cuando se convirtió en un canal discreto para acercar a distintos gobiernos con el ELN.
En 2019 Juan Carlos Cuellar fue capturado nuevamente en un retén policial en Cali, Valle del Cauca, y enviado a la cárcel de Jamundí tras el rompimiento de diálogos entre el ELN y el electo presidente Iván Duque. Una ruptura que se dio horas después del atentado que se atribuyó esta guerrilla el 17 de enero del 2019 en la Escuela General Santander de Bogotá, en el que murieron 22 cadetes de la Policía.
Pasó más de un año y en 2021 el entonces comisionado de Paz, Miguel Ceballos, volvió a designar a Cuellar como gestor de paz, por medio de la resolución 009 del 16 de mayo del 2021. Una decisión que habría tomado el entonces presidente Iván Duque, pero, según fuentes cercanas a la Revista RAYA, habría sido una solicitud del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Quienes lo conocen aseguran que es un hombre serio, de rigor, comunitario, con gran capacidad militar y dialogante. Por eso, señalan, será un gran jugador en este proceso de “paz total” que se reactivará este lunes en un sitio no revelado por las partes en Caracas, Venezuela. Actualmente Juan Carlos Cuellar se encuentra en Colombia realizando una vida pública discreta y en poco tiempo se graduará de un doctorado en estudios sociales y culturales en el Instituto Pensamiento y Cultural en América Latina (IPECAL).
Jairo Arrigui Guenis
Jairo Arrigui, más conocido como Antonio, nació en Yopal (Casanare). Su familia de origen campesino fue perseguida por grupos paramilitares y agentes del Estado. En medio de esa guerra, su padre fue asesinado y la familia Arrigui despojada de sus tierras y bienes. Tiempo después, en 1988, Arregui ingresó al ELN, junto con uno de sus hermanos, con quien fundaron el Frente Libertadores que operaba en la Región del Cusiana, en Casanare, el cual luego pasó a llamarse Frente José David Suárez.
Tiempo más tarde fue detenido por las autoridades estatales, pero pronto se fugaría de la cárcel con otros presos de la extinta guerrilla de las FARC. En febrero de 2017 fue capturado nuevamente en el departamento del Tolima mientras, según lo informó el ELN a través de un comunicado, “realizaba labores de civil y desarmado encomendadas por la organización en relación al proceso de paz”. Concretamente, era el encargado de informar a la militancia de esa guerrilla y la población en general sobre la fase pública de diálogos entre el ELN y el Gobierno de Juan Manuel Santos.
La semana pasada quedó en libertad luego de que el ELN lo nombrara gestor de paz y de que el gobierno de Gustavo Petro levantara sus órdenes de captura.
Violeta Arango Ramírez
Poco se conoce de los origines de la joven bogotana, capturada en junio de este año en el sur de Bolívar en un operativo del Ejército contra el ELN. Violeta Arango, cuyo nombre ha sido muy mentado después del atentado con explosivos contra el Centro Comercial Andino de Bogotá, es acusada por la Fiscalía de ser una de las responsables del hecho. Según las autoridades,
Arango es integrante del Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), pero, tras su búsqueda por parte de las autoridades para capturarla, ingresó a las filas del ELN.
En su defensa, su madre y la propia Violeta, por medio de diferentes cartas a la opinión pública, han insistido en que es inocente del atentado perpetrado en el Centro Comercial Andino de Bogotá. El 13 de julio, un mes después del hecho, dijo que ese día se encontraba en su casa y que de ello podían dar fe muchas personas. “Esto no es otra cosa que un montaje de la Policía Nacional y fiscalía general de la Nación, que para mantener su buena imagen (que a nadie convence) han decidido emprenderla contra un buen grupo de personas”, escribió en la carta, cuyo contenido publicó el diario El Espectador.
La semana pasada el gobierno también emitió la resolución con la que autorizó su libertad y la nombró gestora de paz para los diálogos que iniciaron el pasado lunes 21 de noviembre en Caracas, Venezuela.
Sobre el particular, el comisionado de Paz, Danielo Rueda, dijo que el presidente de Gustavo Petro cumplió con la petición del ELN y que se trata de un gesto más de confianza del gobierno con la guerrilla para avanzar en una negociación de paz exitosa.