Durante sus primeros meses en el poder, Donald Trump firmó más de 140 órdenes ejecutivas, una de las más polémicas dirigida a cancelar visas y deportar estudiantes internacionales que protestaron contra el genocidio en Gaza. La medida, enmarcada en un discurso contra el antisemitismo, ha derivado en detenciones arbitrarias, persecución política y una demanda constitucional por parte de activistas como Momodou Taal.
Por: Migdalia Arcila Valenzuela
Este lunes 19 de mayo marcó uno de los hitos en la decidida campaña de persecución contra inmigrantes encabezada por el gobierno de los Estados Unidos. En primer lugar, la Corte Suprema autorizó al presidente Donald Trump cancelar el estatus migratorio de 350.000 venezolanos. Adicionalmente, se realizó el primer vuelo de "autodeportación", con 38 hondureños y 26 colombianos que regresaron a sus países de origen tras acogerse al programa "Vuelve a casa".
Este programa obliga a inmigrantes -que en su mayoría se encuentran en situación de vulnerabilidad económica y social- a elegir entre regresar a sus países o enfrentarse a posibles sanciones como encarcelamiento, multas, confiscación de salarios e inmuebles, y procesos de deportación. Estas medidas forman parte de una estrategia gubernamental que utiliza explícitamente la inmigración como arma política.
Durante los primeros cuatro meses de gobierno, el presidente Donald Trump ha firmado más de 140 órdenes ejecutivas dirigidas, en su mayoría, a imponer sanciones económicas a otros países, intensificar la vigilancia y la acción policial contra inmigrantes indocumentados, y restringir de forma significativa el derecho a la libre expresión. El 29 de enero de este año, Trump firmó y anunció una de las órdenes ejecutivas más controvertidas hasta el momento. Esta orden tiene el propósito explícito de cancelar las visas de estudiantes internacionales que participaron en las manifestaciones contra del genocidio en Gaza en 2024, buscando así la deportación inmediata de miles de estudiantes. Bajo el pretexto de “combatir el antisemitismo” la orden ha dado paso a una campaña de persecución que ha resultado no solo en la cancelación de más de 600 visas, sino también en la detención arbitraria tanto de estudiantes internacionales como de residentes legales.
Uno de los casos más alarmantes es el de Rümeysa Öztürk, estudiante de doctorado de la universidad de Tufts, quien fue detenida el 28 de marzo por agentes de migración vestidos de civil y enmascarados. Como muestra un video que rápidamente se viralizó, la ciudadana turca fue arrestada sin ninguna explicación. Luego de 24 horas sin tener noticias sobre su paradero, su abogada fue notificada de que se encontraba detenida en Louisiana –en donde estuvo retenida hasta el 9 de mayo– a más de 2,500 kilómetros de distancia de su residencia en Boston. Rümeysa fue blanco de persecución política tras la publicación de un artículo de opinión, que escribió junto con otros tres compañeros, en el periódico estudiantil de su universidad. En el artículo los autores llamaban a reconsiderar los vínculos económicos con Israel ante las sistemáticas violaciones del derecho internacional.
Rümeysa fue raptada tan solo 20 días después del arresto arbitrario de Mahmoud Khalil, estudiante doctoral de Columbia. Pese a ser un residente legal en los Estados Unidos (tener una Green Card), Mahmoud fue arrestado por agentes de inmigración cuando se disponía a entrar a su residencia universitaria, donde vivía con su esposa, quien se encontraba en el octavo mes de embarazo. Mahmoud fue separado de su familia y estuvo desaparecido por más de 24 horas. Actualmente, Mahmoud permanece detenido en Louisiana.
Estos estudiantes no han sido imputados con cargos penales. El propio gobierno ha reconocido que su detención y posible deportación no responde a una acción criminal. En el caso de Mahmoud Khalil, el secretario de estado Marco Rubio, ha hecho explícito que la justificación legal para el arresto de Mahmoud es la Ley McCarran-Walter o Ley de Inmigración y Naturalización de 1952. Esta fue una ley establecida en el contexto de la Guerra Fría con el fin de impedir la entrada de personas simpatizantes de ideas, políticas y gobiernos, considerados por Estados Unidos, como una “amenaza comunista.” Esta misma ley fue invocada en 1984 para negar la entrada al país a Gabriel García Márquez, entonces invitado a un evento académico en Nueva York.
Esta flagrante violacion al derecho a la libre expresión, - garantizado por la Primera Enmienda de la Constitutución de los Estados Unidos-, motivó una demanda presentada por el estudiante doctoral y activista pro-Palestina, Momodou Taal, junto a otros dos miembros de la comunidad educativa de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos. Ciudadano inglés y gambiano, Momodou llegó a Estados Unidos en 2022 para inciar su doctorado en Estudios Africanos. Actualmente, con 31 años de edad, es creador y conductor de The Malcolm Effect, uno de los pódcasts de educación política más escuchados en Norte América, donde se discuten temas como historia africana, marxismo, Islam, género, economía política, internacionalismo negro, entre otros. También es autor del libro “The Malcolm Effect Revisited: Ruminations On Race, Religion, Gender, and Political Economy,” una reflexión sobre las discusiones centrales de su pódcast.
Días después de presentar la demanda contra la administración Trump, Momodou fue objeto de acoso por parte de agentes de inmigración y otras autoridades federales. Ante el temor de ser raptado, como ocurrió con Mahmoud y Rümeysa, tomó la decisión de abandonar el país en pleno semestre académico.
Hablamos con Momodou Taal acerca de la demanda que impuso en contra de la administración de Trump, la persecución a estudiantes y la situación actual del activismo pro-palestina en Estados Unidos.
RAYA: El 16 de marzo se hizo pública la demanda que usted y otras dos personas de la comunidad académica de Cornell interpusieron contra la administración de Trump ¿Podría contarnos en qué consistía?
Momodou: La demanda cuestionaba directamente la validez constitucional de las órdenes ejecutivas firmadas recientemente por Trump. El argumento que estamos tratando de defender se centra en el lenguaje usado en las órdenes ejecutivas, que ataca la libertad de expresión particularmente en lo que se refiere a Palestina. También les niega a los ciudadanos la capaciad de expresarse libremente. Con esta demanda buscàbamos lograr una orden judicial que pudiera proteger a personas como yo, -atacadas por el activismo pro-palestina - y en general estudiantes internacionales. La idea era lograr una orden judicial efectiva a nivel nacional para protegerme a mí y a otros como yo.
RAYA: Después de la demanda comenzó la persecución por parte de ICE y agentes del estado ¿Qué lo llevó a tomar la decisión de abandonar Estados Unidos?
Momodou: La decisión de abandonar los Estados Unidos fue muy abrupta, no fue planeada. No tenía nada planeado de antemano. Después de vivir un par de semanas en total confinamiento, con temor a ser arrestado, ya no pude más. Llegó un punto en que ni siquiera una decisión favorable de las coortes respecto a la demanda me daba la confianza de estar a salvo. Entonces, como no podía contar con una decisión favorable respecto a la demanda o una decisión legal que garantizara mi seguridad, un domingo a las 11:00 pm tomé la decisión de abandonar el país al día siguiente.
RAYA ¿Cómo afectó esto sus planes profesionales y personales?
Momodou: Creo que mi futuro es incierto. No sé cuál va a ser el impacto. Sé que estoy marcado, de muchas formas, para siempre, por esta experiencia. Algunas personas me han dicho que esto me impactará negativamente, otras me han dicho que puede tener un impacto positivo. Creo que solo cuando esté en el mercado laboral, o buscando trabajo, sabré realmente cuál ha sido el impacto de esta experiencia en mi carrera. Con respecto a mi vida personal, tuve que abandonar Estados Unidos y no sé cuándo pueda regresar, si es que puedo regresar algún día. No sé dónde voy a vivir ahora. Actualmente me encuentro en Reino Unido, pero no sé dónde será mi residencia permanente.
RAYA: La represión en contra del movimiento pro-Palestina se ha intensificado con la adminsitración Trump, pero tiene antecedentes más antiguos. ¿Cómo ha sido en su universidad la experiencia de apoyar la causa palestina? ¿Qué obstáculos ha encontrado en el camino?
Momodou: Yo diría que actualmente la lucha por la solidaridad con Palestina es profundamente intensa debido a la represión que tanto la administración de Biden como la de Trump han desatado en contra del movimiento y de los estudiantes en particular. Sabemos que los estudiantes han librado extensas campañas de solidaridad y campañas de oposición al genocidio en Gaza. Yo diría que hacer parte de estas campañas ha sido muy duro. Lo que hemos visto es que el sionismo está perdiendo la batalla ideológica y por eso han movilizado todas sus fuerzas para reprimir las voces pro-Palestina. Desde el doxeo (publicación de los datos personales de los estudiantes sin su autorización), hasta ataques físicos, intimidación, suspensiones académicas, arrestos, hemos visto todos los niveles de represión caer sobre los estudiantes.
RAYA: Las universidades estadounidenses, , y Estados Unidos en general, se presentan como espacios para el l pensamiento crítico y la libertad de expresión. Sin embargo, pareciera que Palestina es el límite de esos derechos ¿Por qué cree que la ocupación y el genocidio en Gaza siguen siendo temas imposibles de discutir abiertamente? rtamente en estas instituciones liberales y, en principio, comprometidas con la diversidad?
Momodou: Es por esto que yo he dicho en diferentes ocasiones que Palestina ha puesto al mundo frente a un espejo. Todas las nociones liberales, todos los lugares que se presentan a sí mismo como los bastiones del liberalismo, la libertad de expresión y la democracia, se derrumban cuando se trata de Palestina. Entonces la pregunta es ¿qué es lo que hace que Palestina ponga en evidencia al imperialismo en su verdad más íntima? Esto es para mí lo que hace de Palestina un caso excepcional. Esto es algo vemos cada vez con más claridad, Palestina reúne muchas de las luchas que se sostienen actualmente en todo el mundo.
RAYA: Por último, ¿cuál cree usted que es la relevancia de la causa Palestina para los países del Sur Global?
Momodou: Lo que estamos viendo en estos momentos es el declive de la hegemonía ejercida por Estados Unidos sobre el mundo. Lo que esto significa es la posibilidad del surgimiento de nuevo orden político que priorice las necesidades del Sur Global. Palestina ha suscitado una evidente respuesta, al menos a nivel de discurso, en los países del Sur Global y esta respuesta, así como la posibilidad de un nuevo orden mundial, tiene a la causa de la liberación Palestina como su prioridad.