La entrevista con Brenda Lugo, periodista política en México, aborda el triunfo electoral de Claudia Sheinbaum, quien ganó la presidencia con un 60% de los votos. Se refiere a los logros y críticas al gobierno de AMLO y el apoyo generalizado al proyecto de la Cuarta Transformación. Se menciona el perfil académico y político de Sheinbaum y su independencia a pesar de las críticas de la oposición.
Por David Gonzalez M.
Claudia Sheinbaum, la heredera de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ganó las últimas elecciones presidenciales en México por 30 puntos de ventaja frente a la candidata de los partidos tradicionales. Obtuvo el 60% de los votos. Arrasó.
El sufragio fue contundente, incluso MORENA, el partido de la candidata ganadora, podría obtener mayoría calificada en las Cámaras y hacer reformas constitucionales de fondo.
A diferencia de otras figuras de MORENA, Sheinbaum nunca ha pertenecido al PRI ni al PAN, los partidos que gobernaron México por décadas hasta la llegada de AMLO al poder. Históricamente, México estuvo gobernado por el PRI, un partido hegemónico que perdió el poder en el 2000 ante el PAN, partido conservador que gobernó dos sexenios antes de que el PRI regresara en 2012. El quiebre significativo llegó en 2018 con la victoria de AMLO, líder de izquierda y fundador de MORENA, quien tras años de campañas y la formación de su propio partido, rompió la hegemonía de los partidos tradicionales y ganó con una abrumadora mayoría, redefiniendo el panorama político del país.
Desde su llegada, AMLO ha impulsado cambios profundos en la política mexicana, respaldado por su alta popularidad y el apoyo de las clases populares. A esto lo llama “la cuarta transformación” (4T). Su administración ha marcado un cambio significativo con una agenda más orientada a la justicia social y las reformas progresistas. El desafío para Claudia Sheinbaum será continuar y profundizar estas reformas, desmarcándose de sus predecesores y consolidando su propia visión de liderazgo en México.
Pero ¿cuáles fueron las claves de su éxito político? Para responder está pregunta hablamos con Brenda Lugo, comunicadora de Querétaro, México. Especializada en periodismo político por la Escuela Carlos Septién García. Ha trabajado como editora y coordinadora en el medio nacional La Silla Rota, donde se especializó en la política de los estados del país. Actualmente es docente en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), donde también forma parte de un equipo de asesoría política y gobierno.
Raya: ¿Cómo entender estas cifras contundentes en las pasadas elecciones presidenciales? Definitivamente son un espaldarazo al gobierno de AMLO
López Obrador fue un presidente que decidió dar mucho apoyo social: recursos directos a las familias, especialmente a las más pobres, fueron una de sus políticas más importantes. Hasta ahora, ha logrado sacar de la pobreza a 5 millones de personas. Cinco millones de personas son muchas en un país tan desigual como México, con una clase media pequeña, una clase pobre numerosa y pocos ricos. Ha logrado sacar a mucha gente de la pobreza y ha llevado a cabo proyectos que ningún otro presidente había hecho.
Si me preguntas cómo nos ha ido con él, más allá de lo que yo crea sobre si ha sido un buen o mal presidente, creo que ha dejado una economía sana. Hoy el peso está muy fortalecido. López Obrador mantuvo un peso fuerte a pesar de una pandemia que nos tocó a todos y las inflaciones, las devaluaciones, etcétera. Hoy en México tenemos una economía sana, hay inversión extranjera, hay crecimiento social, hay progreso entre las familias y la gente lo siente. Yo creo que evidentemente hay muchas cosas malas y criticables. Por ejemplo, de las cosas más criticables es la militarización del país. En gobiernos de izquierda, la izquierda no comparte esta militarización. Sabemos lo que han sido los militares en América Latina y no veo a un presidente de izquierda gobernando con los militares. López Obrador lo ha hecho; ha puesto a los militares de su lado, les ha dado todo el poder posible, bastante presupuesto, los aeropuertos, las aduanas, etcétera. La seguridad pública también está a cargo de los militares y creo que esa es una crítica que podemos hacer al gobierno de López Obrador.
Otra crítica que podemos hacer es la inseguridad; somos un país violento controlado por el crimen organizado. Eso creo que lo sabes y también ha sido una promesa que no se cumplió. Hay una reducción de homicidios, pero la violencia persiste en todos lados: vemos masacres, descabezados, cosas clandestinas. Este país es una fosa enorme desde hace años, no principalmente con López Obrador, sino desde 2006 cuando inició la guerra contra el narcotráfico. Entonces, creo que ese es uno de los retos que no ha podido cumplir López Obrador: el tema de la inseguridad y el tema de la militarización, que lejos de ayudar a que seamos un país más seguro, le da a los militares el dominio completo de la vida pública.
Raya: Volviendo a las cifras de las pasadas elecciones, se sentía por lo menos desde fuera de México que el país estaba polarizado, dividido. Pero lo que nos muestra el resultado electoral es que no hay tal polarización, la victoria de una mayoría fue aplastante. ¿Cuál es tu opinión?
En 2024, con las elecciones en curso, nos damos cuenta de que fue una ilusión de la oposición construir la imagen de López Obrador como autoritario y divisor. Esta estrategia política pretendía mostrarlo de esa manera, pero no fue así. Hoy, MORENA gobierna el 71% del país por población, según un análisis que hicimos sobre la población que MORENA gobierna en municipios, estados, y en las cámaras con sus diputados locales, etcétera. El 71% de la población votó democráticamente por MORENA, lo que desmiente el mito de la polarización. Mi lectura es que la oposición usó esta estrategia para hacer ver a la gente que López Obrador tenía tintes autoritarios y que era un dictador, utilizando tácticas de "divide y vencerás".
Pero después de las elecciones todo este discurso se cae. Incluso el de las clases sociales, porque por Claudia salió a votar gente, infinidad de gente, salió a votar gente de clase alta, las clases medias salieron a votar por Claudia, las clases bajas, evidentemente, salieron a votar por Claudia. Todo el mito de la polarización se perdió porque entonces ya no era una lucha ni de clases, ni de pobres contra ricos, éramos la mayoría de las personas que salimos a votar. Queremos el proyecto de López Obrador, no importa que seamos ricos, no importa que seamos pobres, clase media, etcétera.
Y esa victoria también debe tener causas en la campaña de Claudia Sheinbaum. ¿Cuáles fueron las claves de su éxito?
Claro, mira, yo creo que hay varias cosas muy claras. Una, la gente estaba contenta con el proyecto de López Obrador. Y digo "el proyecto" porque sí, hay que decirlo, López Obrador llega con un proyecto que incluso hasta lo nombra. Él nombra su proyecto como una cuarta transformación. Me parece que es un proyecto muy bien hecho y muy bien consolidado. Así comienza la Cuarta Transformación, que busca transformar la vida pública del país con el lema "primero los pobres".
El primer punto que podemos ver sobre por qué Claudia ganó con tanta aceptación es que la gente estaba contenta con el proyecto de entrada. Hay una aceptación al proyecto de López Obrador. Los programas sociales fueron claves, y aunque la oposición dice que las personas salieron a votar solo por los programas sociales, no fue así. Sí votaron por los programas sociales, pero también por todo un proyecto.
En la elección, pasa algo muy importante: la gente no solo vota para que Claudia Sheinbaum continúe el proyecto de López Obrador, sino también para darle mayoría en las cámaras de Diputados y Senadores. Esto nunca lo habíamos visto en la vida moderna de México. Siempre había habido un voto diferenciado para no darle tanto poder a un presidente, ya que tenemos un sistema presidencial muy fuerte. La gente nunca había querido dar tantas mayorías en los congresos para mantener cierto equilibrio de poder. Pero esta vez, la gente dice: no solo quiero que Claudia continúe con Obrador, quiero darle todas las mayorías en el Congreso, en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, para que puedan hacer lo que quieran, incluso modificar la Constitución.
Para cambiar la Constitución en México, necesitas tres cuartas partes de la Cámara de Diputados y tres partes de la Cámara de Senadores. Nunca se había tenido esta mayoría, así que para modificar la Constitución había que pactar con la oposición. Pero con esta elección, la gente vota para que Claudia no solo sea la Presidenta, sino que tenga estas mayorías. Ahorita ya logró la mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores; le faltan como dos o tres senadores. Las cosas se van moviendo y podrían llegar a tener una mayoría en la Cámara de Senadores.
Yo la única lectura que le puedo dar a esto es que la gente está muy esperanzada. Hay una sensación de esperanza para que las cosas cambien en México. Somos un país democrático, pero tenemos muchas fallas políticas
¿Qué reformas constitucionales planea el nuevo gobierno hacer?
López Obrador construyó su Plan C, que consiste en una serie de veinte iniciativas para modificar la Constitución. Estas iniciativas incluyen, entre las más importantes, garantizar constitucionalmente los programas sociales para que nadie pueda eliminarlos, es decir, que sean inamovibles; reformar todo el Poder Judicial, ya que los índices de impunidad son del 95%, lo que indica que tenemos un poder judicial que no funciona; reformar el INE (Instituto Nacional Electoral), que es el encargado de manejar las elecciones; y eliminar órganos autónomos como el instituto de transparencia, entre otros.
López Obrador presenta esas iniciativas y las llama el Plan C. Cuando Claudia inicia su campaña, ella declara que necesitan mayorías en los congresos para modificar la Constitución y llevar a cabo el Plan C. Entonces, la gente votó por ese plan; la gente quiere reformar el Poder Judicial y tiene la esperanza de modificar el Instituto Nacional Electoral. La esperanza es que se eliminen los órganos autónomos, aunque esto puede ser una navaja de doble filo, ya que eliminar los órganos autónomos puede ser riesgoso en una democracia al reducir la transparencia. Pero lo importante es que la gente sabía y votó por eso.
Claudia no dijo explícitamente que quería acabar con el Poder Judicial, pero sí quiere hacer modificaciones estructurales muy grandes, como proponer que la elección de los jueces sea por voto popular, lo que también puede representar riesgos en una democracia. Pero no es una sorpresa; la gente votó porque quiere estas reformas. La gente cree que el sistema actual no ha servido y quiere un cambio
¿Y eso no despierta algunos temores? Me refiere el hecho a que un sector político tenga tanto poder, ¿temores de autoritarismo, por ejemplo?
Mira, yo en particular no lo veo. Yo sé que siempre las mayorías implican un riesgo por naturaleza; cuando tienes un partido hegemónico dominando un país, evidentemente hay riesgos de autoritarismo y para debilitar las democracias. Sin embargo, no me parece que sea el caso. Creo que hay varias cosas que nos muestran que López Obrador no actuó así, a pesar de que no tenía mayorías. No creo que Claudia lo haga tampoco. No sé cómo justificarlo exactamente, pero no siento un riesgo con unas mayorías. Es un riesgo natural, como en cualquier país democrático.
Claudia y las élites políticas de Morena han demostrado que no tienen esa intención. Aunque hay incertidumbre y es muy pronto para hablar de lo que se puede o no se puede hacer, lo que sí creo es que, al final de cuentas, ha sido una elección democrática. Lo que hoy tiene Morena ha sido completamente por el voto popular, lo que habla de un país fuerte democráticamente. Entonces, riesgos siempre habrá, pero repito, como cualquier riesgo en cualquier democracia. Sin embargo, no lo veo. A lo mejor esto ya lo digo más como una opinión personal, pero no veo en Claudia una persona autoritaria que intente debilitar la democracia.
Por último, voces desde la oposición tienen una crítica frente a Claudia Sheinbaum, dicen que será un titere de Andrés Manuel López Obrador ¿Cuál es tu opinión y de dónde viene la nueva presidenta de México?
Claudia ha sido una mujer con convicciones claras, una mujer de izquierdas que sale de las protestas sociales estudiantiles y varias protestas sociales más aquí en el país. A grandes rasgos, eso podemos ver en su perfil. Es muy allegada a López Obrador, acompañándolo todo el tiempo en su lucha. Durante el fraude electoral en 2006, cuando le hacen el fraude a López Obrador, ella está ahí con él. Después, López Obrador la llama para que forme parte de su gabinete en la Ciudad de México cuando él es jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Bueno, Claudia pasa a ser jefa de gobierno en 2018, siendo la primera mujer en ser jefa de gobierno de la Ciudad de México. Fue una mujer muy votada.
Entonces, bueno, no sé, me parece que Claudia tiene un currículo muchísimo más amplio de lo que yo puedo hablar, pero es una mujer con preparación académica, es una mujer de izquierda, es una mujer de causas sociales, así la puedo definir yo, y muy cercana a López Obrador. Y esto es importante porque Claudia se convierte en la primera candidata que pone el presidente y que gana la elección.
Hay una foto que sacaron hace unos días cuando Claudia va a Palacio Nacional a ver a López Obrador. Él la abraza y le da un beso en la mejilla, o sea, como que la agarra y le da un beso en la mejilla. Esa foto fue muy criticada porque parece una cuestión muy paternalista y machista por parte de AMLO. La trata como una niña que le da un beso en la mejilla, etcétera. La gente puede pensar o decir lo que quiera, pero lo que es una realidad, para mí, es que ese beso muestra la fraternidad que hay entre AMLO y Claudia por la lucha social que han hecho durante muchos años.
Claudia es una mujer académicamente muy preparada. Claudia lo ha dicho, ella se basa mucho en los datos, o sea, ella necesita datos para gobernar y López Obrador es una persona más idealista. López Obrador, de hecho, siempre decía "mi gabinete tiene que ser 80% lealtad, 20% capacidad" Él es una persona que se basa más en los ideales y en las lealtades.