Análisis

SÍNTESIS

Elon Musk ha ganado protagonismo en la geopolítica latinoamericana, con interés en recursos clave como el litio, el níquel y el cobre, fundamentales para la transición energética. En Brasil, su plataforma X fue bloqueada por no cumplir órdenes judiciales sobre desinformación. Su cercanía con políticos como Donald Trump y Javier Milei le ha permitido asegurar acceso a minerales estratégicos, pero desde esa orilla agudiza sus ataques contra sectores de izquierda en diferentes países del continente. 

ANÀLISIS Por: Alejandro Chala, Especial para RAYA

Investigador de la Línea de Democracia y Gobernabilidad - Fundación Paz y Reconciliación

“Solo es cuestión de tiempo que este criminal esté entre rejas”, escribió Elon Musk el pasado 2 de septiembre en su red social X (antes Twitter), y mostró la foto del juez del Tribunal Supremo de Justicia de Brasil, Alexander De Moraes. Esta plataforma digital, una de las más potentes y poderosas del mundo, fue suspendida en ese país el pasado 30 de agosto, luego de que se negara a cumplir las órdenes impartidas por el Tribunal.  

Los antecedentes se remontan a las investigaciones que hizo la justicia de ese país tras el intento de golpe de Estado el 8 de enero de 2023, cuando varios simpatizantes de extrema derecha ocuparon los principales edificios gubernamentales de Brasília, esperando un levantamiento militar que impidiera la posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para un tercer mandato constitucional. Estas investigaciones concluyeron que varios de los simpatizantes del saliente presidente, Jair Bolsonaro, difundieron contenidos falsos y buscaron impulsar un golpe desde las redes sociales, por lo que el Tribunal ordenó a las principales plataformas bloquear estos perfiles.

Tras la protesta de los sectores bolsonaristas, por las decisiones del Supremo, Musk se negó a bloquear cuentas de usuarios asociados con campañas de desinformación y extremismo político. El juez De Moraes, presidente del Tribunal Supremo, acusó entonces al magnate de intentar crear un "ambiente de impunidad" en las redes sociales brasileñas, lo que, según el juez, pudo haber contribuido a la desestabilización de las instituciones democráticas.

Desde principios de agosto de 2024, De Moraes exigió que X nombrara un representante legal en Brasil para cumplir con las regulaciones locales. A pesar de las advertencias, la empresa no cumplió con esta orden, lo que llevó a De Moraes a tomar la decisión drástica de suspender el acceso a la plataforma en Brasil desde el pasado 30 de agosto. Esta acción fue respaldada por el Tribunal como una medida necesaria para garantizar el cumplimiento de la ley y prevenir la difusión de desinformación en un contexto político delicado. 

La situación escaló rápidamente y terminó con la orden de bloquear la red social en Brasil, la cual fue ejecutada por el regulador de telecomunicaciones Anatel, quien instruyó a los proveedores de internet restringir el acceso a la plataforma. Además, se impusieron multas diarias a X por no cumplir con las órdenes judiciales y se congelaron cuentas de Starlink, el proveedor de internet satelital de Musk, en Brasil, en un intento de garantizar el pago de dichas multas.

Esta historia es apenas la punta del iceberg frente a los pasos que viene dando Musk alrededor de la política Latinoamericana y de Estados Unidos. Sus elogios a Javier Milei, presidente de ultraderecha en Argentina, son el pan de cada día en su red social. “El presidente Javier Milei está haciendo un trabajo increíble restaurando la grandeza de Argentina”, escribió el pasado 2 de septiembre en su cuenta personal de su red social, en la que tiene más de 197 millones de seguidores. Por el contrario, utiliza constantemente su red social para atacar a los gobiernos de izquierda como el de Nicolás Maduro, de Venezuela, o el de Andrés Manuel López Obrador, de México. Y en su propio país, su respaldo decidido a Donald Trump evidencian su desprecio por todo lo que huela a demócratas, izquierdas y progresismo. 

Pero, detrás de todos estos acontecimientos existe una disputa geopolítica y económica más profunda, motivada por la competencia en torno a los principales minerales que se han convertido en la base de la potencial transición energética mundial: el litio, el níquel y el cobre. Así es como el empresario, potencial futuro funcionario en un posible gobierno Trump, ha incidido con una diplomacia de zanahoria para sus aliados y de garrote para quienes son sus contendores y contrincantes políticos e ideológicos.

La geopolítica de los minerales

Elon Musk ha mostrado un creciente interés en los minerales de América Latina, especialmente en el litio. Este mineral, considerado como el "oro blanco", se ha convertido en un elemento crucial para la producción de baterías para vehículos eléctricos y almacenamiento de energía, lo que lo convierte en un recurso estratégico en la transición energética global. El llamado “Triángulo del Litio”, que contiene el 68% de las reservas mundiales de ese mineral, según la CLACSO, se ha convertido en un foco de atención para Musk, quien busca asegurar su suministro para sus fábricas de satélites y automóviles.

Esto ha llevado a que Musk estableciera conexiones con líderes políticos en la región desde al menos 2019, como sucedió con Bolsonaro, entonces presidente de Brasil. En 2022 Musk lo nombró “la leyenda de la libertad” y lo condecoró, al mismo tiempo que Musk cerraba un trato con la minera multinacional Vale S.A., con la que esperaba recibir níquel extraído del Amazonas para la producción de baterías para Tesla.

Así mismo, Musk ha consolidado relaciones con el presidente argentino Javier Milei, quien ha expresado su disposición a facilitar la inversión estadounidense en el sector del litio. La administración de Milei, de corte libertario, es favorable a Musk porque permite exenciones tributarias y reformas regulatorias favorables a las empresas, lo que lleva al magnate a utilizar una diplomacia particular con estos países que le son favorables. Por un lado, fomenta la inversión de otros empresarios en esos países y utiliza la maquinaria de difusión que posee con X/Twitter, a cambio de recibir estos beneficios.

No obstante, Musk no ha anunciado aún la posibilidad de construir una fábrica de Tesla en Argentina, a pesar de que Milei ha intentado, a través de canales diplomáticos, atraer un negocio que oscila entre los USD $2000 y $3000 millones. En el caso argentino, el interés de Musk no solo se limita a la extracción de litio, sino que también abarca otros minerales críticos como el cobre, que es esencial para la infraestructura de sus motores y otros componentes para sus automóviles y satélites.

Además, la estrategia de Musk incluye diversificar las fuentes de suministro de litio para Tesla, que actualmente depende en gran medida de proveedores en Australia y China. La empresa ya se ha beneficiado de la extracción de litio de yacimientos como El Salar del Hombre Muerto, en Argentina, donde la filial de la empresa Arcadium Lithium, de origen norteamericano y australiano explota el mineral. Esta empresa tiene un acuerdo con Tesla para el suministro de este insumo.

Arcadium Lithium está cuestionada en el país austral por haber secado una fuente de agua dulce de la que se abastecen campesinos de la zona, a pesar de haber construido una represa que proveía de agua a la mayoría de los poblados de la región.

Denuncias por injerencia en las elecciones de Venezuela

Las acusaciones del gobierno oficialista de Nicolás Maduro de que Musk había interferido en las elecciones venezolanas del 28 de julio se suman a las de Evo Morales en 2019, en las que el exmandatario boliviano acusó a la entonces red social Twitter de haberse convertido en el principal escenario de desinformación y coordinación que posteriormente llevaría al golpe de Estado de Jeanine Áñez. 

En ambos casos, ambos presidentes señalaron que la incidencia tenía que ver con el interés particular de Musk de establecer lazos con gobiernos regionales mucho más favorables a la posibilidad de extraer recursos naturales sin mayores regulaciones a través de empresas intermediarias con las que Musk tiene acuerdos. En Bolivia, el litio es un mineral nacionalizado, por lo que el acceso al mismo es limitado y altamente regulado por el Estado.

Aun así, las pruebas de que Elon Musk haya incidido en varios procesos electorales ha sido escasa, por no decir que se reducen a acusaciones de lado y lado y a la inacción de Musk por poner filtros contra la desinformación dentro de su red social. Este es, en parte, el argumento fundamental por el que el juez del Tribunal Supremo Federal de Brasil, Alexandre de Moraes, decidió suspender a X en Brasil.

El escudero trumpista

Elon Musk ha mostrado un creciente acercamiento al discurso de Donald Trump desde su adquisición de Twitter en 2022. Por ejemplo, tras asumir el control de Twitter, Musk restauró la cuenta de Trump, que había sido suspendida tras el asalto al Capitolio en 2021. Así mismo, Musk comprometió hasta USD $45 millones para apoyar a Trump a través de un super PAC (America PAC), lo que marca un alineamiento significativo con el ex presidente.

Estos super PAC (Comités de Acción Política Independiente) son estructuras y organizaciones políticas que pueden recaudar y gastar dinero ilimitado para influir en las elecciones, siempre que no coordinen directamente con los candidatos que suelen apoyar.

Del mismo modo, Musk ha mantenido conversaciones públicas con Trump en X, donde ha permitido que el expresidente difunda desinformación sin cuestionamientos, lo que ha sido criticado por su falta de moderación. 

En una entrevista difundida en X a mediados de agosto de 2024, Trump infló la cifra de migrantes que cruzaban la frontera (habló de millones de migrantes a diario durante el gobierno de Biden-Harris, a diferencia de los 370 mil que han habido en los momentos de mayor flujo entre 2020 y 2024), así como de la posibilidad de que más de 20 millones de migrantes hubieran llegado a Estados Unidos en ese mismo período (frente a los 10 millones que tiene en sus cifras oficiales de las autoridades fronterizas, que se reducen conforme gran parte de esos migrantes fueron repatriados o deportados al llegar a la frontera).

Del mismo modo, señaló que el gobierno oficialista venezolano ha construido una estrategia de vaciamiento de sus cárceles e instituciones mentales, con la finalidad de enviar a sus criminales como migrantes a Estados Unidos, afirmación que no se sustenta con la inexistencia de una base de datos actualizada de población presa en Venezuela desde 2019, así como no existen en las bases de datos de organizaciones de la sociedad civil, como el Observatorio Venezolano de Violencia, ni en los verificadores de información internacionales.

Esta emisión fue vista por más de 2,1 millones de personas a nivel mundial, en las que también se negó la existencia del cambio climático, se defendieron las estrategias de “lock-out” y la idea de despedir huelguistas por parte de Musk, se enaltecieron figuras políticas cuestionables, como Milei, y se atacó la campaña de Kamala Harris, a quien acusan de comunista, fanática y radical. 

El gesto de Trump por haberle abierto de nuevo las puertas del apetecido público de X fue claro: prometer que si ganaba en noviembre de 2024, le nombraría en el futuro como director de una comisión de eficiencia gubernamental, que se encargaría de hacer constantes auditorías financieras y tendría el control de los procesos de evaluación del desempeño en general de la mayoría de las instituciones de la burocracia estadounidense.

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