Al finalizar la semana pasada, las víctimas del corregimiento del Aro, ubicado en el municipio de Ituango (Antioquia), volvieron a recordar a sus seres queridos masacrados entre el 25 y el 31 de octubre de 1997.
Funcionarios del Estado, congresistas y organizaciones civiles se dieron cita en una zona que no ha olvidado la llegada en helicóptero de los paramilitares de Salvatore Mancuso. Esa misma realidad aún la viven, si quisieran salir al pueblo, pues no tienen carretera y deben gastarse varias horas a lomo de mula o hacerlo en helicóptero. Este incumplimiento del Estado ha generado que las demás promesas de reparación, como la construcción de viviendas dignas, no se pueda materializar. Es decir, ese se ha convertido en el eterno pretexto para no hacer nada.