Tras arrasar en las elecciones con un discurso radical contra "la casta" política, el economista Javier Milei llegó a la Casa Rosada rodeado de mucho escepticismo, ¿Podrá cumplir las altas expectativas que despertó? Este artículo reconstruye su insólito ascenso y analiza los desafíos que enfrentará para gobernar un país polarizado y con una economía devastada.
Por:Alejandro Chala
Analista Político de Revista RAYA
@AleKolomonosov
De los paneles de televisión a la presidencia de Argentina
Ninguna persona en la Argentina se esperaba, a inicios de 2023, que el diputado Javier Milei, —el economista y docente que se hizo famoso por sus puestas en escena, su estrambótico peinado y sus posiciones controversiales sobre el aborto, el marxismo cultural y el anarcocapitalismo—, ganara la presidencia de su país. Ninguno de los políticos en la Casa Rosada, en el Parlamento o en las gobernaciones regionales llegó a medir la fuerza con la que Milei arrasaría en las elecciones primarias, en la primera vuelta y en la segunda, derrotando a los sectores políticos más tradicionales —ligados al kirchnerismo y al macrismo— y rompiendo toda la normalidad electoral del país desde el regreso de la democracia. Es posible que ni siquiera él mismo se esperase aquella victoria que le ha dado un frío baño de realidad.
Desde su triunfo en las elecciones primarias (PASO), había dado señales de titubeos y retractaciones frente a sus planes originales de gobierno, caracterizado por una controversial campaña que giró alrededor de la crítica a la clase política argentina, a la que llamó “la casta”. Sumado a la canalización del descontento social existente en el país hacia la inoperancia e ineficacia del Estado. Todo lo anterior, junto con la difusión de teorías conspirativas ligadas al “marxismo cultural” y la batalla que se ha sacralizado bajo el lema de “tradición, familia y propiedad privada” para derrotar a los tres grandes enemigos del presente: el comunismo, el Estado y las luchas transversales.
Luego, tras su triunfo en primera vuelta, comenzó a dialogar con aquella clase política a la que ha venido agrediendo desde hace un par de años. Cuando logró relevancia en las redes sociales y comenzó a estructurar su propio grupo político, obtuvo el respaldo y el beneplácito de la derecha institucional argentina (organizada dentro del bloque político Juntos por el Cambio), que se arrogó el triunfo del outsider, apesar de los pésimos resultados obtenidos en las elecciones legislativas y el tránsito de sus votantes hacia una opción mucho más radical.
Al mismo tiempo, Milei rompió los bloques políticos al fragmentar los apoyos de sus partidos y dividirlos. Frente a un escenario de segunda vuelta donde Sergio Massa se encontraba confiado y con la imposibilidad del diálogo con la izquierda trotskista del FIT-U. Junto a los pésimos resultados de Massa como ministro de economía y la desaprobación de la ciudadanía al gobierno de Alberto Fernández.
Después de ganar el 19 de noviembre, Milei ha tenido que enfrentarse a una dicotomía, generada por las altas expectativas que su programa de gobierno ha generado sobre sus votantes, que en su mayoría hacen parte de las clases bajas del país. También, por las negociaciones que ha tenido que hacer con “la casta” para sostener la frágil gobernabilidad y los resultados de sus medidas económicas en el futuro.
El plan de ajuste y las privatizaciones: los platos fuertes de Milei hacia 2024
En su discurso inaugural del 10 de diciembre, Javier Milei reafirmó que, a corto plazo, su programa se enfocará en dos grandes medidas: un ajuste estructural fiscal del sector público del 5% sobre el PIB (Producto Interno Bruto), que recaerá en el Estado; y un reajuste del Banco Central sobre el 10% del PIB para detener la emisión de dinero y buscar frenar la inflación.
Indicó que, tal como algunos analistas económicos lo han señalado, las medidas pueden generar un agravamiento de la situación de pobreza en el país, lo que consideró como el “último sacrificio” antes de “retomar el rumbo económico” y “salvar a la Argentina” del desfalco económico en el que la clase política la ha sumergido. También fue enfático en abordar un resumen del ideario con el que gobernará a la nación argentina en los próximos años, centrado en un discurso ultraconservador, punitivista y radical frente al cumplimiento del ordenamiento jurídico del país.
Las designaciones ministeriales: las cesiones frente a “la casta”
El presidente Javier Milei también dio a conocer, posterior a su posesión presidencial, el recorte del gabinete ministerial con el que gobernará el país, bajando la cantidad de ministerios de 18 a 9 y eliminando la mayoría de carteras relacionadas con temas sociales y luchas transversales, como el Ministerio de la Mujer. Cabe destacar que, de los ministerios asignados, 5 corresponderán a figuras provenientes del bloque político La Libertad Avanza —el partido liderado por Milei—, uno a un representante del partido Unión Cívica Radical y uno más al partido Propuesta Republicana. Esto implica una participación aún acotada de la alianza Juntos por el Cambio, que solo cuenta con dos carteras ministeriales.
De los perfiles de quienes están llamados a ocupar los puestos ministeriales del próximo gobierno, se concluye que priman funcionarios con extensa trayectoria en la gestión pública vinculada a áreas económicas, infraestructura y seguridad, con más de 30 años de experiencia. Solo una de las designaciones se encuentra actualmente en el sector público, mientras que la mayoría se desempeña actualmente en cargos directivos en el sector privado.
Tabla 1. Gabinete de ministros del gobierno de Javier Milei.
Ministerio |
Nombre |
Profesión |
Partido político de origen |
Vicepresidencia |
Victoria Villaruel |
Abogada (Universidad de Buenos Aires) |
La Libertad Avanza |
Jefe de gabinete |
Nicolás Posse |
Ingeniero Industrial (Instituto Tecnológico de Buenos Aires) |
La Libertad Avanza |
Ministerio de Economía |
Luis Caputo |
Licenciado en Economía (Universidad de Buenos Aires) |
_ |
Ministerio de Defensa |
Luis Petri |
Abogado (Universidad Nacional del Litoral) |
Unión Cívica Radical |
Ministerio del Interior |
Guillermo Francos |
Abogado (Universidad del Salvador) |
La Libertad Avanza |
Ministerio de Justicia |
Mariano Cúneo Libarona |
Abogado penalista (Universidad del Museo Social Argentino) |
La Libertad Avanza |
Ministerio de Relaciones Exteriores |
Diana Mondino |
Licenciada en Economía (Universidad Nacional de Córdoba) |
La Libertad Avanza |
Ministerio de Salud |
Mario Russo |
Médico Cardiólogo (Universidad de Buenos Aires) |
— |
Ministerio de Seguridad |
Patricia Bullrich |
Politóloga (UNSAM) |
Propuesta Republicana |
Ministerio de Capital Humano |
Sandra Pettovello |
Licenciada en Periodismo (Universidad de Belgrano); Licenciada en Ciencias de la Familia (Universidad Austral) |
Unión del Centro Democrático |
Ministerio de Infraestructura |
Guillermo Ferraro |
Licenciado en Administración de Empresas (Universidad de Buenos Aires). |
La Libertad Avanza |
Fuente: material del autor
La composición del nuevo gabinete denota las tensiones que enfrenta Milei para unificar a las diversas facciones que lo apoyaron. Si bien, la mayoría de los ministerios quedaron en manos de funcionarios cercanos a posturas de derecha radical, afines a las ideas libertarias de Milei, no existe entre ellos un discurso unificado ni claridad sobre cómo implementar las medidas del próximo gobierno. En especial, las propuestas más radicales, como el plan de ajuste fiscal, que ya se asoma como el principal caballo de batalla del gobierno.
No obstante, son pocos los que llegan desde el sector privado. Un caso notable es el de la ministra designada de Capital Humano, Sandra Pettovello, quien no tiene experiencia previa en el sector público y ha desarrollado su carrera en medios de comunicación y en investigación independiente. Milei también se vio forzado a negociar con sectores peronistas y con el grupo político de Mauricio Macri para llenar varios puestos del Estado, especialmente de secretarías sectoriales y cargos menores. Estos nombramientos podrían terminar funcionando como contrapeso frente a posibles excesos ideológicos del libertarismo que abraza Milei.
De todas formas, la conformación del gabinete denota un distanciamiento entre Milei y Macri, quien esperaba mayor injerencia luego de haber sido clave para la victoria en las elecciones y que la gobernabilidad del país dependiera de su base política en Juntos por el Cambio. Escenarios como el del Parlamento estatal de Buenos Aires, en el que el macrismo y el libertarianismo no lograron establecer acuerdos y llevaron a La Libertad Avanza hacia la oposición, pueden presentarse en el futuro en varios de los ministerios, en especial en aquellos en los que puede recaer el peso de medidas antipopulares como el plan de ajuste económico y la privatización de la banca central.
El congreso argentino y la posibilidad del bloqueo político
El 22 de octubre, junto con la primera vuelta presidencial, se realizaron las elecciones legislativas en Argentina. A diferencia del sistema político colombiano, en el que todas las curules de ambas cámaras se renuevan, en Argentina algunas curules se renuevan cada 2 años, frotándose poco más de la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. Para el período legislativo que comienza el 10 de diciembre, entran 130 nuevos diputados y 24 senadores.
Una de las mayores novedades que ha tenido el proceso electoral para el legislativo en Argentina, ha sido el crecimiento que tuvo el partido La Libertad Avanza en ambas Cámaras; pasando de no tener representación en el Senado a tener 7 curules. Así mismo como en la Cámara de diputados pasó de tener 3 curules a 39, lo que le ha valido en convertirse tercera fuerza política del parlamento.
Esto en detrimento de la reducción en la bancada de Juntos por el Cambio, que pasó de tener 33 senadores y 117 diputados a 24 senadores y 93 diputados respectivamente. Frente a la bancada de Unión por la Patria, la reducción no ha sido tan dramática, perdiendo 10 curules en Cámara de diputados, pero ganando 2 en Senado. En el bloque político de la izquierda trotskista, el FIT-U obtuvo una curul más en Cámara de Diputados, mientras que una de sus corrientes disidentes, el Partido Obrero, sigue conservando su curul en esta misma cámara.
Uno de los grandes retos que posee Javier Milei para su gobernabilidad pasa por los resultados obtenidos dentro del parlamento argentino. Por una parte, la poca variabilidad que presentó la votación por el bloque de Unión por la Patria indican que gran parte del kirchnerismo y del peronismo de centroizquierda ha logrado mantener su fuerza política a nivel regional y conservar sus curules dentro de ambas cámaras, teniendo la posibilidad de conformar mayorías en el senado con el apoyo de los bloques federales minoritarios, y conteniendo la posibilidad de que Milei logre consolidar un bloque político en la Cámara de Diputados, esperando a que la ruptura del interbloque de Juntos por el Cambio lleve a algunos de los partidos hacia la independencia y reduciendo la frágil mayoría que La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio podrían tener como grupo unido dentro de la cámara baja.
En este escenario, y a pesar de que La Libertad Avanza tendrá el control de la Cámara de Diputados bajo la presidencia de Martín Menem, hace que para el nuevo oficialismo argentino la consolidación de su gobernabilidad se convierta en un asunto complicado, de cara al paquete de reformas y ajuste estructural con el que Milei pretende combatir los problemas económicos del país.
Con el control de tan solo el 15% de diputados y de 11% de senadores, sin posibilidad de construir consensos y sin la seguridad de tener un bloque político unificado que contrarreste la mayoría que sigue conservando el kirchnerismo y los sectores progresistas argentinos; Milei enfrenta la posibilidad de un bloqueo en un futuro muy cercano, que pueda darle un respiro y revitalizar a las fuerzas de centroizquierda de cara a las próximas elecciones legislativas de 2025 y frente a las presidenciales de 2027.
Junto a ello, le obliga a negociar directamente con los sectores políticos de los que denostó y atacó durante su campaña presidencial y anteriormente durante su vida como panelista de TV, para lograr suficientes números y quórum que le permita, al menos, presentar sus iniciativas durante la primera parte de su período.
Por ahora y frente al escenario inicial del 10 de diciembre, los tres grandes bloques políticos de Argentina se irán por su lado en la Cámara de Diputados, esperando consolidar acuerdos y tener claridad frente a la agenda política de Milei para tomar decisiones hacia el futuro.
Gráfico 1. Composición de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina
Fuente: Elaboración propia
Gráfico 2. Composición del Senado de la Nación Argentina
Fuente: elaboración propia
El choque con la realidad: deuda, inflación y reacción social ante las medidas de próximo gobierno
Sin embargo, para Milei la consolidación de su plan de gobierno y la construcción de consensos no ha sido fácil, y ha tenido que recurrir a viejos contrincantes políticos para recomponer y negociar con los actores con quienes rompió a lo largo de su campaña. Tal es el caso de China, que tras la andanada de ataques por parte de Milei, inactivó el SWAP vigente que poseía con Argentina y cortó el flujo de dinero que había permitido a Mauricio Macri y a Alberto Fernández canjear yuanes por dólares y contener la deriva cambiaria en la que se encontraba el país. Para suavizar las relaciones con el gigante asiático, Milei ha buscado a Sergio Massa, su contrincante en la segunda vuelta, para establecer canales de diálogo y negociación con Beijing y reactivar el SWAP.
Del mismo modo, es posible que las cifras de la inflación en Argentina lleven a un escenario de ‘estanflación’ que puede presentarse el próximo año y complicaría la frágil gobernabilidad del presidente libertario. La mayoría de los economistas cercanos al presidente electo, como Diego Giacomini, señalan que el aumento de la inflación podría estar por encima del 400%, mientras que el propio Milei ha indicado que el resultado de su plan de shock económico podría tener efectos entre 18 y 24 meses después de su implementación (es decir, durante su tercer año de gobierno). Así mismo, la estanflación, según otros economistas argentinos, puede generar caída en los salarios reales, contracción del empleo, reducción de ingresos al Estado y caída en la inversión, lo que puede terminar poniendo al gobierno de Javier Milei en una situación vulnerable y precaria frente a la potencial reacción social que puede tener a lo largo del país medidas de choque basadas en el corte del gasto público y la reducción impositiva a grandes capitales.