La COP16 cerró en Roma con un mecanismo para movilizar 200.000 millones de dólares anuales. Organizaciones como la Red Nacional del Agua y CANLA advierten que los recursos del Fondo Cali deben llegar a las comunidades que protegen la biodiversidad, con el fin de que el dinero no se malgaste en burocracia. Alertan sobre la falta de estrategias claras para cumplir las 23 metas globales.
Por: Enrique Gamboa - Periodista Revista RAYA
“Más allá de los acuerdos técnicos y financieros, la COP16 fue un espacio de encuentro, de luchas compartidas y de esperanzas renovadas”, dijo Diana Caicedo, coordinadora de la Región Pacífico de la Red Nacional del Agua, a la Revista RAYA. La líder juvenil se refería así a la clausura de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), que tuvo lugar en Roma el pasado 27 de febrero, luego de la suspensión de la plenaria de clausura en Cali el 2 de noviembre de 2024. En el último día del evento, Susana Muhamad, presidenta de la COP y exministra de Ambiente, catalogó como un hito la aprobación de un mecanismo financiero para movilizar recursos destinados a la implementación de las 23 metas del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, definidas en la COP15.
El mecanismo financiero anunciado en Roma, pretende recaudar más de 200.000 millones de dólares al año hasta 2030, con aportes de países desarrollados que serán destinados a naciones con menos recursos para proteger la biodiversidad. Como parte de este esquema, se creó el Fondo Cali, acordado en Colombia y oficializado en Italia. Su objetivo es que las empresas que lucran con datos genéticos de la naturaleza destinen un porcentaje de sus ingresos a su conservación. Según lo pactado, el 50% de estos recursos debería ir a pueblos indígenas y comunidades locales. Sin embargo, la contribución empresarial es voluntaria: el acuerdo sugiere un 1% de las ganancias o el 0,1% de los ingresos, pero no obliga a las compañías a aportar.
El Fondo Cali se presenta como una promesa de inversión del sector privado para la biodiversidad, pero genera dudas entre las organizaciones de la sociedad civil que siguieron de cerca las conversaciones en la COP16. La Red Nacional del Agua es una de ellas. Durante los eventos en Cali, esta red, que articula a más de 1.600 líderes, organizaciones e instituciones en defensa del agua en Colombia, participó en varios foros y acompañó los diálogos. RAYA habló con Diana Caicedo para entender los alcances de los acuerdos anunciados en Roma, 177 días después de la suspensión de la plenaria final en Cali.
Sobre el Fondo Cali, Caicedo manifestó que sólo será exitoso si se convierte en un escudo real para la biodiversidad y no en una herramienta de lavado verde. En ese sentido, apuntó que se debe garantizar que los recursos lleguen a quienes realmente protegen la naturaleza y que no se diluyan en proyectos sin impacto. “Si el Fondo Cali quiere marcar la diferencia, debe poner límites claros al sector privado, asegurando que su participación no sea una coartada para seguir destruyendo. Porque la biodiversidad no tiene precio, y protegerla no puede depender de la caridad de quienes se han beneficiado de su explotación”, dijo.
Las dudas sobre el funcionamiento del Fondo Cali no son sólo de la Red Nacional del Agua. También las comparte el Climate Action Network Latin America (CANLA), una red que reúne a más de 70 organizaciones latinoamericanas que luchan contra el cambio climático a través de la incidencia en políticas públicas con un enfoque de justicia climática y social. Laura Restrepo Alameda, oficial de incidencia del CANLA y quien monitorea el financiamiento climático para la biodiversidad, le dijo a RAYA que el Fondo Cali comenzó a operar en 2023, pero hasta ahora ninguna empresa ha hecho aportes voluntarios.
Restrepo Alameda también explicó otros aspectos del mecanismo financiero aprobado en Italia. Uno de los temas clave en las discusiones fue la “doble contabilidad”. Esto implica que si una empresa causa daños a la biodiversidad y, a su vez, al clima, debe hacer dos donaciones separadas, en lugar de una sola, como propusieron algunos países. “Lo que se busca es que se invierta lo que se tenga que invertir. Que no haya excusas y se cumplan con las metas de financiamiento. Que no digan que porque se invirtió en uno, sirve para lo otro”, dijo.
Más allá de los aspectos financieros, otra preocupación para organizaciones como la Red Nacional del Agua y CANLA fue la falta de claridad en la entrega de las Estrategias y Planes de Acción para la Protección de la Diversidad Biológica, conocidas como NBSAP por sus siglas en inglés. De los 196 países participantes, solo 46 presentaron sus estrategias. Sobre este punto, Restrepo Alameda señaló que la ausencia de planes concretos dificulta el monitoreo del cumplimiento de las 23 metas acordadas en la COP15. “Muchos países fallaron y esperamos que se puedan poner al día con los NBSAP y así entreguen sus informes anuales sobre los avances de sus estrategias”.
La COP16 se cerró en Roma sin el amplio cubrimiento mediático que tuvo la primera parte en Cali, pero sí con el acompañamiento de organizaciones sociales, que encontraron en este espacio una oportunidad para visibilizar sus luchas. “Si algo demostró esta COP16 es que los gobiernos no pueden hacerlo solos. Las comunidades, las organizaciones ambientales, los pueblos indígenas y los jóvenes han sido los verdaderos arquitectos del cambio. Su rol no terminó con la firma de los acuerdos; apenas comienza”, dijo Diana Caicedo.
El hecho de que la clausura de la COP16 se hiciera en Roma y no en Cali, su sede original, dejó un sabor agridulce para las organizaciones sociales. Tanto para Diana como para Laura, en Cali se demostró que el movimiento ciudadano puede abrir caminos de diálogo y presionar a los tomadores de decisiones, pero también evidenció la fragilidad de las negociaciones ambientales y la influencia de los intereses económicos. “Tal vez para muchas comunidades en Colombia el cambio de sede fue una oportunidad perdida. Hubiera sido un cierre simbólico que el último acuerdo se firmara en el mismo lugar donde tantas voces se alzaron”.