Mi Bestia y MU-KI-RA son las dos películas colombianas que han recibido la mejor acogida en el Festival de Cine de Cannes 2024. Desde Francia, las dos directoras de las producciones conversaron con la revista RAYA.
Por David Sánchez
Durante el Festival de Cannes 2024 hubo más de 40 representaciones colombianas en diferentes rangos y roles técnicos. RAYA tuvo la oportunidad de entrevistar a dos de las directoras colombianas que participaron de manera destacada en este espacio, representando al país en el festival de cine más importante del mundo con sus filmes. A continuación, Camila Beltrán, directora de Mi Bestia, y Elizabeth Piñeres, quien dirigió la película animada MU-KI-RA, comparten sus inspiraciones, su trayectoria y sus motivaciones alrededor de sus proyectos cinematográficos.
Mi Bestia es una película que transcurre en la Colombia de los años 90 y narra la metamorfosis de una niña a lo largo de su infancia y adolescencia. Beltrán explicó que situar la historia en 1996 fue una decisión deliberada, ya que quería explorar el mundo antes de la era digital, cuando la presencia de la televisión tenía un impacto abrumador en la vida cotidiana. "Hoy en día, nuestra relación con la imagen es completamente diferente", enfatizó.
La noticia de la selección de su película en Cannes fue recibida con entusiasmo por ella y su equipo, quienes asumieron riesgos estéticos en la realización de la película. Beltrán destacó el apoyo del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico de Colombia (FDC) y de Proimágenes, así como la colaboración con la productora francesa Filmgrad y el papel crucial de otras coproductoras y colaboradoras en el proyecto.
Al preguntarle sobre el impacto que espera que tenga su película en el público, Beltrán señaló que, más que un recuerdo, busca que los espectadores sientan la atmósfera que ella creó y experimenten la emancipación que su personaje atraviesa. Además, compartió su orgullo por representar a Colombia en Cannes y la importancia de contar historias que no se han explorado mucho en el cine colombiano, como la de la mujer en crecimiento en el país.
Con respecto a la distribución de la película, Beltrán anunció que se estrenará en otoño en Francia bajo la distribuidora New Story, lo que representa una gran oportunidad para el alcance internacional de su obra. Desde su residencia en Francia, Beltrán expresó su gratitud por el apoyo y se mostró emocionada por el futuro de Mi Bestia.
Por su parte, MU-KI-RA, dirigida por la cineasta colombiana Estefanía Piñeres, ha captado la atención del mundo al ser seleccionada para participar en Cannes 2024, específicamente en el programa "Annecy goes to Cannes". Esta coproducción entre Colombia y España promete ser una obra destacada en el panorama de la animación contemporánea.
La directora revela que la idea de MU-KI-RA surgió de una profunda reflexión sobre las narrativas que conforman nuestra sociedad. "Desde pequeños se nos enseña una dialéctica maniqueísta, de buenos y malos, y luego, siendo el mío un país en guerra durante siglos, esa narrativa, que supuestamente aparece para alejarnos 'del mal', se convierte en motor para perpetuar la violencia", explica Piñeres. La directora ve su obra como una metáfora de estos conceptos, utilizando la relación entre monstruos y humanos para explorar cómo las narrativas pueden alienar y perpetuar conflictos. Además, la película aborda el vínculo con la naturaleza, una perspectiva que Piñeres considera más personal y fundamental para entender nuestra existencia.
Originaria de Cartagena de Indias, Estefanía Piñeres ha tenido un recorrido diverso y enriquecedor. "También viví en Venezuela muchos años y estoy en Bogotá hace más de una década. En ese sentido, creo que mi identidad geográfica y cultural está desperdigada", comenta Piñeres. Aunque su formación inicial fue en actuación, habiendo estudiado en una alianza entre el SENA y RCN, Piñeres también se formó como publicista. A pesar de no haber tenido la oportunidad de estudiar cine formalmente, su pasión la llevó a tomar todas las clases relacionadas disponibles en la universidad.
La animación entró en su vida de manera inesperada. Con su productora, Letrario, Piñeres buscaba apoyar iniciativas sociales y, en colaboración con una fundación, escribió la primera versión de MU-KI-RA como un cuento infantil. Aunque el proyecto inicial no se concretó, el concepto evolucionó hacia un largometraje animado. "Fue un proyecto muy afortunado desde el principio y rápidamente recibió algunos estímulos y premios que nos empujaron a seguir desarrollándolo", menciona Piñeres, destacando su creciente amor por la animación como medio narrativo.
Estefanía siente una gran admiración por sus colegas en la escena colombiana de la animación. "Admiro muchísimo el trabajo de Maria Cristina Pérez y Carla Melo; me parece que las dos son artistas de inmensa talla y todo lo que hacen son obras de arte", afirma. También resalta el trabajo de Marcela y Maritza Rincón, especialmente su enfoque en el público infantil. A nivel internacional, Piñeres se inspira en la productora Chelo Loureiro y su empresa Abano Producións, además de elogiar el trabajo de Isabel Herguera en El sueño de la sultana. "Por supuesto, Guillermo del Toro, Miyazaki y el trabajo de Cartoon Saloon también son parte de mi olimpo de la animación", añade con entusiasmo.
MU-KI-RA no solo promete ser una joya cinematográfica, sino también una obra profundamente reflexiva y personal. Su participación en el Festival de Cannes 2024 marca un hito en la carrera de Estefanía Piñeres y una oportunidad para que el mundo descubra el talento y la sensibilidad de esta cineasta colombiana, al igual que el trabajo valeroso de Camila Beltrán.