En menos de cinco años miles de baterías quedarán fuera de uso en Colombia y son pocas las empresas que están preparadas para gestionar estos materiales, una de ellas está en el Valle de Aburrá. Revista RAYA entrevista a su fundador quién pone sobre la mesa las ventajas y desventajas que tiene la gestión de estos artefactos en el país.
Por: Isabella Bernal
Para 2030 se espera que 1.3 millones de baterías entren al final de su vida útil y en Colombia aún no existe una industria robusta capaz de gestionar estos materiales a gran escala sobre todo en un momento en el que la demanda por los autos híbridos y eléctricos sigue en crecimiento. Se sabe que las baterías pueden tener impactos negativos sobre la salud y el medio ambiente si no se gestionan adecuadamente. Además, contienen materias primas que se consideran críticas para la economía, el desarrollo y la expansión de energía verde. En un mercado global de reciclaje de baterías, que se espera crezca de 138 millones de dólares en 2021 a 2,272 millones de dólares en 2030, Batx, una de las pocas empresas colombianas dedicadas a la reutilización de baterías de litio, trabaja desde el Valle de Aburrá en la reutilización de baterías de autos eléctricos. Revista RAYA entrevista a Pablo Castellanos, fundador de Batx.
¿Qué tan preparados estamos en Colombia para gestionar las miles de baterías de vehículos eléctricos que pronto quedarán fuera de uso?
Esto no es un escenario futuro sino actual porque las baterías ya empezaron a salir de circulación y Colombia tiene la capacidad técnica para procesarlas, reconfigurarlas y darles una segunda vida como lo hacemos en el Valle de Aburrá. Sin embargo, lo que se necesita ahora es escalar las capacidades para poder atender el alto volumen que se avecina . Para eso, hacen falta mejoras regulatorias, disposición por parte de las empresas para destinar las baterías a la economía circular, un trabajo con el cliente de energías renovables y sobre todo con la banca para que entienda y apoye estas soluciones. Estamos en la capacidad de generar un nuevo mercado que antes no existía y necesitamos empezar a tomar las decisiones acordes para que este pueda prosperar.
La economía circular es un concepto holístico que mantiene el valor de los productos y materiales durante el mayor tiempo posible para minimizar la utilización de recursos naturales y la generación de basura. ¿Qué tan favorable es que nuestros sistemas de transporte dependan a gran escala de las baterías de litio?
Cada vez hay más objetos electrificados. La misma tecnología de las baterías de los autos es la que se utiliza a menor escala en los computadores, en los celulares, en las cámaras, pero el problema es que la estamos utilizando como si fueran plástico de un solo uso. Salen de circulación y las descartamos, ya sean las del control remoto o las de carro, siendo que todavía siguen teniendo mucha vida útil. Cada vez hay más industrias compitiendo por los recursos limitados con los cuales se fabrican las baterías y eso hace mayor la necesidad de tener un uso más racional y mejor administrado de ellas.
Las baterías de 1 bus eléctrico pueden pesar hasta 3 toneladas y sus residuos no se pueden descartar de la misma manera que los de un vehículo convencional. ¿Cuál es el panorama de esto en el país?
En Colombia, todas las baterías hay que importarlas ya sea para los vehículos eléctricos o para almacenar energía solar, lo que nosotros proponemos es que las baterías para energía solar no se importen sino que las fabriquemos aquí. En otras palabras, generar una industria nueva que se pueda desplegar e incluso exportar. Nosotros recibimos una batería de un auto, la abrimos y de ella extraemos los componentes que almacenan la energía, después la usamos para ensamblar una batería que se utilizará para almacenar energía solar. Al final, lo que recibe nuestro cliente es una batería con una carcasa nueva, con un cableado y un sistema de programaciones nuevos, y con módulos de segunda vida que almacenan la energía. El panel genera energía mientras haya sol pero si no se guarda no se puede usar después, ese es el trabajo de las baterías y su aplicación tiene una multiplicidad de usos que van desde la iluminación pública, las plantas de energía hasta los sistemas de data center. Una batería es un banco de energía que se utiliza en el momento en que se necesite, que te permite administrarla.
La creencia de que los carros eléctricos son menos contaminantes que los convencionales no es del todo cierta…
Hay quienes dicen que contamina más un auto eléctrico que uno de combustión pero esa frase está a mitad de camino. Es una realidad que fabricar un carro eléctrico contamina más que fabricar un carro convencional, entre otras cosas porque la mayoría de los componentes para su fabricación vienen de la minería de los materiales para su fabricación, pero luego la diferencia es andar en él porque el eléctrico no consume combustibles fósiles en ningún momento de su vida útil. Además, las cadenas de producción de las baterías de los vehículos eléctricos tienen posibilidad de insertarse en una economía circular mientras que un carro convencional está constantemente produciendo gases de efecto invernadero. Cuando una batería sale de circulación y entra a un proceso de reutilización logra tener una segunda vida que le permite trabajar durante 8 años más como un sistema de almacenamiento de energía solar. Después de eso, pasa por una fase de reciclaje y allí se recupera hasta el 98% de sus materiales siendo materia prima para la fabricación de nuevas baterías. Esto quiere decir que se reduce notablemente la necesidad de seguir y seguir haciendo más minería. Pero este es un camino que se tiene que construir. Hasta el momento sólo existe un 8.4% de circularidad en este mercado.
Se sabe que las baterías tienen riesgos de presentar inestabilidad química y por tanto de provocar incendios.¿Qué tan seguros son los autos eléctricos?
Las baterías están hechas de diferentes metales y minerales. Un componente fundamental es el litio, por eso a estas tecnologías se les llama ion-litio, y entre los metales hay algunos como el cadmio, el hierro, el níquel. Con estos y otros componentes se hacen las combinaciones para fabricar las baterías, siendo unas más densas y volátiles que otras. Para que una batería se prenda en llamas habría que perforarla pero los incendios de vehículos eléctricos, que es el miedo de mucha gente, son mucho menos comunes que los de autos convencionales. Todos los días se queman carros en las ciudades porque al final vamos sentados encima de un tanque de gasolina. Los vehículos eléctricos son una tecnología nueva que no conocemos y a la que nos toca adaptarnos para poder sentirnos seguros. Por supuesto que esto no elimina los riesgos que puedan existir.
Contexto: https://www.databridgemarketresearch.com/es/reports/global-battery-recycling-market