El Festival de Mujeres en Escena por la Paz resalta el papel de las mujeres en la construcción de paz a través del teatro. Las voces de artistas como Patricia Ariza y Valentina Peña subrayan la importancia del arte en la lucha contra el conflicto armado y el machismo, afirmando que la paz se construye desde la cultura y las mujeres.
Por Germán Ñáñez Lloreda. @Nomadablues
Hasta el sábado 30 de noviembre, diversas salas de teatro en Bogotá, como la Corporación Colombiana de Teatro, Teatro La Candelaria, Fundación Teatro Estudio Calarcá, Fundación Gilberto Alzate Avendaño y Teatro Quimera, serán escenario del XXXIII Festival de Mujeres en Escena por la Paz. 2024. Este evento, un símbolo de resistencia y cultura, continúa consolidándose como un espacio de expresión artística y construcción de paz.
Revista Raya presentes en la obra Guadalupe Años Cincuenta y conversamos con su directora, Patricia Ariza, así como con parte del elenco, sobre el rol de la mujer en el arte, la cultura de paz y la trayectoria de esta icónica pieza teatral, que está cerca de cumplir 40 años y acumula alrededor de 2.500 funciones.
Valentina Peña, integrante del grupo Teatro Luna, afirma: “Este Festival de Mujeres en Escena por la Paz es revolucionario. Hoy vemos muchas más mujeres actrices, directoras y dramaturgas. Hace diez años, las mujeres directoras eran contadas con una mano. Este festival impulsó a mi generación a decir: ‘Yo también puedo dirigir y poner en escena mis proyectos’”.
El actor Nelson Cruz complementa: “Es una oportunidad para el empoderamiento y la visibilidad de las mujeres. Es una ventana enorme para el talento femenino”.
Sin embargo, Patricia Ariza, dramaturga, artista y pionera del teatro colombiano, manifiesta su preocupación por las limitaciones: “No hemos logrado el apoyo necesario para ampliar el festival. Algunos grupos de regiones no pudieron asistir, pero el público ha respondido, y eso es lo más importante”.
A pesar de las dificultades, este festival se mantiene como un espacio de convivencia y reconciliación. Ariza subraya: “El arte es fundamental para el reconocimiento de la vida y la defensa de la paz. Construir una cultura de paz requiere escuchar las voces de las mujeres, porque la paz es con las mujeres y también con el arte”.
Valentina Peña agrega: “El conflicto armado y el machismo han afectado profundamente a las mujeres, quienes se quedaron solas criando a sus hijos y alejándolos de la guerra. Mujeres conscientes han trabajado por la paz desde sus hogares, mientras los hombres eran arrastrados al conflicto”.
El arte y la cultura, según Ariza, forman un triángulo vital para la paz: “La cultura no es un adorno. Es un tema político que afecta la identidad y los modos de pensar y decidir. El arte amplía la sensibilidad, llega al corazón de las personas. Si logramos que la paz también llegue al corazón, todo será más fácil”.
El teatro también ofrece una manera alternativa de narrar el conflicto armado. Nelson Cruz explica: “Contar estas historias de forma didáctica atrae y capta poderosamente la atención del público”. Guadalupe Años Cincuenta sigue siendo vigente, reflejando la lucha entre las clases privilegiadas y un pueblo que reclama sus derechos. Cruz comenta: “El teatro nos invita a reflexionar sobre por qué no hemos avanzado y cómo el arte puede ayudar a visibilizar y concienciar sobre la necesidad de cambio”.
El Festival de Mujeres en Escena por la Paz ofrece una programación que incluye obras teatrales, talleres y componentes académicos. Su clausura será el sábado 30 de noviembre, dejando un mensaje claro: la paz también se construye desde el arte y las mujeres.