Juan Carlos Navarro, Ministro de Ambiente de Panamá, destaca en entrevista con Revista RAYA la crisis ambiental en el Darién, agravada por el narcotráfico y el tráfico de migrantes. Critica la falta de avances en la lucha contra el cambio climático y subraya la necesidad urgente de conservar la biodiversidad, especialmente en el Darién y el Chocó, mediante la cooperación entre Panamá y Colombia.
Por: Camilo Alzate - Revista RAYA
El Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, es una de las selvas más biodiversas e importantes del planeta por su rol clave para la conexión de especies de fauna y flora entre el norte y el sur del continente americano. Sin embargo, este territorio antes inaccesible, se ha convertido en un centro de negocios criminales dominados por mafias como el Clan del Golfo, que controla el tráfico ilegal de migrantes y las rutas del narcotráfico. Según Human Rights Watch, esta organización criminal ganó más de 57 millones de dólares sólo con el negocio ilegal del tráfico de migrantes por el Darién entre enero y octubre de 2023.
Juan Carlos Navarro, ministro de ambiente de Panamá, conversó con Revista RAYA durante la COP16 en Cali, donde criticó la hipocresía global en la crisis ambiental. Expresó que no se están cumpliendo las metas de reducción de la temperatura global, y subrayó que se debe conservar la biodiversidad como paso fundamental para combatir el cambio climático.
Con una larga trayectoria en la política de su país, Navarro fue dos veces alcalde de la Ciudad de Panamá, primer embajador ambiental de aquel país y fundador de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza.
Explíqueme por qué dice que acá vienen todos a recibir medallitas mientras el Amazonas se quema…
¡Explíqueme usted! Están quemando el Amazonas, están destruyendo el mundo, estamos perdiendo la biodiversidad, y mientras tanto aquí hay doce mil o catorce mil personas en Cali, que para venir han generado una huella de carbono considerable.
Algo no está funcionando: el mundo va camino a incumplir la meta de no superar el límite de 1.5 grados Celsius de aumento en el calentamiento global, eso no se va a cumplir, es un fracaso, hay una hipocresía global. Lo que está diciendo Panamá es: uno, digamos la verdad, no estamos en camino a cumplir esta meta; dos, tenemos que cambiar si queremos combatir el cambio climático atajando el calentamiento global; y tres, el primer paso es conservar la biodiversidad, todo lo que queda vivo en el mundo, este es el paso urgente. Estoy frustrado porque no veo ese sentido de urgencia, veo complacencia, veo gente repartiendo medallitas, felicitándose entre todos, en vez de, con urgencia, cada uno proteger su patrimonio natural. Sí, hay que planificar, crear mecanismos de financiamiento verde, todo eso es importante, pero nada es más importante que parar la destrucción de la Amazonía colombiana, los incendios en Brasil, la destrucción y contaminación en el Darién, causada por la migración irregular, la financiación que hace el Clan del Golfo y los carteles de la droga a la minería ilegal, la deforestación y otras actividades ilícitas que están afectando la naturaleza en Panamá y otros países. Esa es la prioridad, esa es la urgencia.
En Colombia llamamos Bajo Atrato, Urabá y Darién a una región extensa en la frontera con Panamá que se ha convertido en uno de los grandes focos de deforestación del país. Perder la conectividad ecológica en ese punto es grave para muchas especies como el jaguar. ¿Cuáles son las amenazas para el Darién en este momento?
El Darién es la bisagra entre la biota norteamericana y suramericana, ahí se encuentran estas especies. De hecho, ahí terminan las grandes cordilleras suramericanas, especialmente la cordillera de los Andes, y luego en Panamá termina la cordillera mesoamericana: el gran eje volcánico centroamericano. Y es ahí, en el istmo de Panamá y en el Darién en particular, donde se mezclan estas biotas, por eso la biodiversidad del Darién y de Panamá es tan rica. El Darién es la foresta más grande de toda Mesoamérica y una de las más grandes del norte de Suramérica. Para proteger la biodiversidad, es vital parar la deforestación en el Darién y en el Chocó, tanto en Colombia como en Panamá. El proyecto del Chocó biogeográfico es un proyecto que hay que llevar adelante con la participación de las comunidades locales. Tenemos que parar la destrucción y la deforestación. También tenemos que parar la especulación con las tierras y la influencia del narcotráfico en actividades ilegales como la tala ilegal, el acaparamiento de tierras, la minería ilegal y el tráfico de migrantes, que se ha convertido en un mecanismo de lavado de dinero para los grandes carteles de la droga, que están impactando directamente y acabando con la naturaleza en Panamá y el Darién. Esto hay que pararlo ya.
¿Hay datos confirmados de que el Clan del Golfo, la organización criminal y narcotraficante más grande de Colombia, está deforestando y manteniendo inversiones de ganadería y narcotráfico en Panamá?
No puedo comentar la información que tiene el Estado panameño. Lo que sí le puedo decir es que estas actividades ilícitas y el impacto de estas mafias internacionales es inaceptable y evidente.
¿La crisis migratoria del Darién está relacionada con la crisis climática y ambiental?
Sin duda. La primera vez que crucé de océano a océano por el Darién, del Caribe hasta el Pacífico, siguiendo la ruta del conquistador Pedro Arias Dávila, quien fundó la Ciudad de Panamá el 15 de agosto de 1519, bajé por el río Turquesa, que era un río prístino. De ahí caímos al río Membrillo y salimos al Pacífico panameño. Hoy el río Turquesa está contaminado por plástico, sus aguas están contaminadas por heces fecales y hasta por cadáveres de personas explotadas por los carteles de la droga y otros que controlan el tráfico irregular. Son depredadores de la miseria humana, se aprovechan de la situación de estos migrantes para despojarlos de todo, violarlos en el camino, robarles y asesinarlos. Es una situación que está contaminando el Darién y acabando con esta gente que busca una mejor vida y cae presa de estas mafias de la droga y el tráfico humano. Estas actividades son inaceptables y por ello Panamá está trabajando para reducir y eliminar el tráfico irregular de migrantes por nuestro territorio, en coordinación con Colombia.
¿Qué acciones se están llevando a cabo en coordinación con el Ministerio de Ambiente colombiano para proteger el Darién? ¿Qué han logrado con el actual Gobierno?
Hay acciones conjuntas para reducir el tráfico ilegal de migrantes.
¿Y la deforestación?
Empezamos también a coordinar temas ambientales. Por ejemplo, Colombia y Panamá tienen coordinación en el Corredor Marino del Pacífico Oeste Tropical, junto con Costa Rica y Ecuador. En el proyecto del Chocó Biogeográfico, existe colaboración institucional entre ambos Estados, que va más allá del gobierno de turno en ambos países: el nuestro acaba de empezar, el de Petro ya va por medio camino; ambos tienen una relación fluida en la comunicación necesaria entre dos países vecinos. Creo que cada día la comunicación para frenar la deforestación será más eficaz, y ese es mi trabajo como ministro de ambiente con mi contraparte colombiana, Susana Muhamad.
En Colombia se menciona frecuentemente un proyecto para la construcción de la carretera panamericana, que atravesaría la selva del Darién. ¿Qué opina de este proyecto?
Es un proyecto que afectaría al Darién, involucrando especulación con tierras y poniendo en riesgo las culturas autóctonas, afro e indígenas del Chocó y el Darién, y generaría desplazamiento de tierras. Es un proyecto relacionado con el narcotráfico y la inestabilidad. No tiene sentido destruir una región clave para la biodiversidad y las comunidades locales.