Por Juan Pablo Soler Villamizar
El 20 de enero de 2023 los departamentos de Santander y Norte de Santander tuvieron una movilización campesina con particularidades que reflejan, por un lado, la voluntad del nuevo gobierno por dialogar y, por otro, el intento de manipulación del inconformismo popular por parte de sectores opositores para generar situaciones de caos que desestabilizan el país.
La movilización según los voceros del paro se debió principalmente a la entrada en vigor de la Ley 1930 de 2018, o Ley de Gestión Integral de Páramos, y de la Ley 2111 de 2021, o Ley de Delitos Ambientales. Esta interpretación de entrada en vigor se puede deber a lo dispuesto en el artículo 6, que señala que en máximo cuatro años debían estar listos los planes de manejo para las zonas de páramo tras la delimitación de estos, la cual se debía llevar a cabo en dos años. Si bien las cuentas no cuadran, lo cierto es que solo tres municipios han logrado adelantar el proceso de delimitación, de los cuarenta que debían hacerlo, el páramo de Santurbán no es la excepción.
La preocupación al respecto pudo agudizarse con lo dispuesto en el artículo 6 de la Ley 2111 que se refiere a las invasiones de áreas de especial importancia ecológica y establece penas de cárcel y sanciones económicas para quienes sean judicializados como infractores. Esta ley la firmó el 29 de julio de 2021 el entonces presidente Iván Duque.
Hasta aquí llama la atención, como han señalado diversos sectores, que se promoviera una movilización solo en este momento y no cuando se expidieron dichas leyes años atrás. También es curioso que el paro se haya adelantado, a pesar de que ya existía un canal de diálogo con la ministra Susana Muhamad, quien ya había conversado con la comunidad de Suratá y California el 9 de diciembre de 2022, en donde señaló el retraso de la delimitación del páramo Santurbán y el interés de su cartera por llegar a un pacto social y político por el agua. También se había coordinado una nueva visita para los primeros meses del año, según señaló uno de los asistentes de la reunión. También es importante recordar al respecto, que la Procuraduría General de la Nación había alertado al Tribunal Administrativo de Santander sobre el incumplimiento del proceso de delimitación del páramo de Santurbán ordenado por la Corte Constitucional transcurridos cinco años.
La movilización también rechazaba el eventual desalojo o desplazamiento forzado de los agricultores del páramo. Se señala la cota de 2800 sobre el nivel del mar para regular estas actividades. Esta discusión aparentemente había quedado saldada al manifestar el actual presidente Petro que no se desplazaría de estas zonas a ningún campesino o campesina que haya estado habitando allí de manera honesta, esto fue dicho en la reunión del 3 de febrero que fue acordada con las comunidades que se movilizaron en enero de 2023. También en su alocución manifestó que “primero es el agua, es más valiosa el agua que el oro, el agua nos permite vivir”.
De este modo, no queda otro camino que plantear una ruta de reconversión de las técnicas de producción agrícola en el páramo Santurbán y demás páramos de Colombia. Si bien, se emitió la resolución 1294 de 2021 para establecer los lineamientos para el desarrollo de actividades agropecuarias de bajo impacto y ambientalmente sustentables en páramos, que se enfoca en establecer lineamientos para la protección de ecosistemas y prácticas de manejo sostenible, se debe actuar con mayor celeridad y de manera estructural. Por tanto, se debe definir en concreto un plan de acompañamiento para que la producción de alimentos en esta zona adopte la agroecología y para ello es fundamental el trabajo con organizaciones comunitarias de base de otras partes del país, incluso que no están zonas de páramo. También es fundamental que se integre la visión o enfoque de las energías comunitarias las cuales ayudarán en la gestión de los residuos y aguas servidas, eliminar un gran porcentaje de basura que se ingresa a los páramos para la producción y reducir drásticamente la quema de combustibles fósiles en esas zonas.
Esta resolución también disponía en el parágrafo dos del artículo cuarto, que se definiría una metodología para determinar el bajo impacto de las actividades agropecuarias, la cual debió estar lista el pasado 7 de diciembre de 2022. Sería útil para ello considerar las ideas aquí expuestas.
Por tanto, la movilización campesina de enero trajo nuevamente la discusión de la importancia de la producción de los alimentos, y de la necesidad urgente de transformar las técnicas de cultivo. No se trata de seguir igual sino de hallar un equilibrio ambiental. No obstante, esta gesta también intentó ser manipulada por los promotores de la minería en la zona, que pagaron cuñas por lo canales regionales donde cuestionaban donde estaban los ambientalistas que defendían el páramo.
Al respecto, invito a recordar que uno de los aspectos fundamentales para prohibir la minería en los páramos se basa en la contaminación de las aguas que deriva de esta actividad con mercurio, como lo presenta actualmente el río Suratá de donde se alimentan cerca de 48 municipios, entre ellos Bucaramanga; y en el riesgo que genera la implementación eventual de diques o represas de relaves mineros donde se depositarían las tierras cianuradas o contaminadas de esta actividad luego de extraerles el oro. Justo cuando se adelantaba la movilización campesina se cumplían tres años del desastres ocasionado por un dique de estas características en Brasil, en el municipio de Brumadinho, Minas Gerais, donde las comunidades aún claman por justicia dada la hecatombe ambiental ocasionada por la empresa minera Vale y donde arrebató la vida 272 personas, este hecho además ocurrió a tan solo tres años y dos meses después del desastre ocasionado por la rotura de otro dique minero en el municipio de Mariana en Brasil, el cual ha sido considerado el peor desastre ambiental en la historia de Brasil y donde las empresas mineras actuaron con dolo al conocer de la inminente rotura con antelación. Una de esas empresas también está presente en la extracción de Carbón en Colombia: BHP Group.
¡Nuestro Verdadero dorado, es el agua!
¡Aguas para la vida, no para la muerte!