Ad portas de que Dolly Montoya termine su rectoría en la Universidad Nacional, la posesión de su sucesor, Ismael Peña, el próximo 2 de mayo, aún es incierta porque el Ministerio de Educación pidió que se investigue su elección. RAYA revela ofrecimientos de la representante estudiantil a un representante de otra sede del país, en medio del paro, para legitimar a Peña ante la comunidad universitaria. Además, otras movidas de Montoya y Peña para mantenerse en el poder.
Por: Unidad Investigativa Revista RAYA
Ismael Peña sigue esperando el acta que lo oficialice como rector de la Universidad Nacional de Colombia. Han pasado 40 días desde que el Consejo Superior Universitario (CSU) lo eligió como máxima autoridad de la institución, pero su ceremonia de posesión, que sería el próximo 2 de mayo, está en entredicho. Hoy, en la Procuraduría existe una denuncia por su cuestionada elección ocurrida en el CSU del 21 de marzo de 2024, cuya acta no ha sido firmada por la ministra de Educación, Aurora Vergara. En medio de los cuestionamientos, el pasado 24 de marzo la Revista RAYA reveló la reunión secreta en la casa del exrector Ignacio Mantilla, donde se pactó el método para su elección; luego, la consejera Verónica Botero, ante el Consejo Académico de la universidad confirmó la realización de la reunión secreta; a su vez, RAYA hizo públicos los audios con su voz. Posteriormente, esta revista también denunció que la actual rectora, Dolly Montoya, creó empresas paralelas a la universidad y una “rosca” para controlar los recursos públicos de la Nacional, dentro de la que se incluye a Peña. Hoy, la comunidad universitaria continúa en un paro en rechazo a esta elección a punto de caerse.
“Más reversa tiene un vómito”, le dijo Sara Jiménez, representante estudiantil de la Universidad Nacional ante el CSU, a un homólogo de una de las sedes del alma mater en otra región del país, para referirse a que la posesión de Ismael Peña como rector era un hecho irreversible. La conversación, que hoy revela RAYA, se originó el pasado 14 de abril cuando Jiménez se comunicó con este representante para solicitarle una lista de tres cosas fundamentales que les hiciera falta en dicha sede, ya que podía tramitarlas a través de Ismael Peña con recursos de la universidad. Un ejemplo de las cosas que podía pedir era una máquina de rayos X, aprovechando, le dijo Sara, que iban a pedir una para la sede de Bogotá que también estaba dañada. El segundo punto del que se habló en dicha conversación fue que Sara Jiménez le solicitó crear una lista de posibles candidatos para ocupar la vicerrectoría de dicha sede regional.
Minutos después de esa conversación, Sara Jiménez recibió la respuesta a su Whatsapp por parte del representante estudiantil, cuyo contenido revela la revista RAYA: “Como te lo había dicho, lo hablé con los demás representantes y por la coyuntura que tenemos actualmente no es opción aceptar tal “ayuda” porque si bien entre los mínimos que tenemos como sede es que Ismael no sea rector, por ende sería contraproducente hacer eso porque de cierta manera estaríamos apoyando esa rectoría”, dice el mensaje. Esta conversación es de suma importancia, pues ratifica el papel que jugó Sara Jiménez en la elección de Ismael Peña como rector de la Nacional, a través de un método matemático que dejó por fuera a su principal contendor: Leopoldo Múnera, respaldado mayoritariamente por la comunidad universitaria, pero votado negativamente por Jiménez. Ese método, planeado en la mencionada reunión secreta con el objetivo de ocultar ante la comunidad universitaria el pacto y sentido de los votos de los consejeros, fue la gota que derramó la copa y que suscitó el actual paro nacional de la principal universidad pública del país.
Conversación entre Sara Jiménez y un representante estudiantil de una sede regional, donde Jiménez se refiere a la posesión”
El pasado 23 de marzo la representante estudiantil Sara Jimenez anunció públicamente su renuncia ante el CSU. Sin embargo, la Revista RAYA conoció que solo lo hizo formalmente el 18 de abril, tras la revelación de RAYA, el mismo día, de los audios en los que Verónica Botero confirmó la reunión secreta en la casa del exrector Ignacio Mantilla y la presencia de la estudiante Jiménez en ese espacio. La renuncia pública le permitió a Jiménez menguar las críticas de los universitarios y la presentación tardía la habilitó para participar, con comentarios, en la primera versión del acta de la elección de Peña, elaborada el pasado 11 de abril por la secretaría técnica del CSU. Aún así, después de su renuncia formal del 18 de abril, la cual revela hoy RAYA, firmó un segundo borrador del acta que fue rubricado por los cinco representantes que votaron por Peña y que no ha sido aprobado por la ministra Vergara ni por las dos delegadas presidenciales ante el CSU.
Otra de las personas claves para que Peña ganara la rectoría de la Universidad Nacional fue Humberto Rosanía, designado por el gobierno de Iván Duque, en junio de 2022, como representante del Consejo Nacional de Educación Superior (CESU) para el periodo 2022 – 2024 ante el CSU de la Nacional. El CESU es un organismo integrado por representantes de comunidades académicas y científicas del país, liderado por el Ministerio de Educación y encargado de crear funciones de planificación, asesoría y coordinación sobre la educación superior para el Gobierno Nacional. Por esta vía, Rosanía se convirtió en una ficha clave de la actual rectora Dolly Montoya, ya que en la elección de su sucesor votó a favor de Peña, su exvicerrector en la sede de Bogotá.
Un hecho que no es menor, pues el pasado 11 de abril Montoya hizo su última jugada como rectora para asegurar las mayorías en el CSU de la Nacional. De esta manera, pidió al CESU que se prorrogara el periodo de Rosania por dos años más y así mantener una correlación favorable a ella y a Peña. Los consejeros rechazaron la petición, argumentando que, incluso, en su criterio jurídico ellos solo tienen competencia para escoger a uno de los ternados por el Consejo Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación (Conacti) y no para prorrogar mandatos. De hecho, en reemplazo a Rosanía el CESU nombró al exrector de la Universidad Nacional Víctor Manuel Moncayo, quien podría inclinar la balanza para que las cartas se barajen en una nueva elección donde se superen los vicios denunciados ante la Procuraduría y por varios constitucionalistas como el profesor Rodrigo Uprimmy, sobre el método irregular en el que no se aplicó el voto directo de los representantes del CSU.
Acta del Consejo Nacional de Educación Superior por la cual se rechaza la prórroga de Humberto Rosania como representante ante la Universidad Nacional, propuesto por Dolly Montoya.
La búsqueda por ratificar a Peña como rector no cesó allí. Esta revista conoció que un ciudadano denunció a la Ministra de Educación, Aurora Vergara, ante la Procuraduría por un supuesto prevaricato al no firmar el acta de la cuestionada elección. Sin embargo, la ministra Vergara aún cuenta con tiempo para ello y está a la espera de otra respuesta de este ente de control: el trámite de una denuncia de otro ciudadano sobre las posibles ilegalidades del acto de elección de Peña. Mientras tanto, con el plan de Rosanía caído y ad portas de que Dolly Montoya termine su periodo ordinario, el actual CSU (en el que aún están presentes Dolly Montoya y Humberto Rosanía) hizo una última jugada el lunes pasado y le envió otra carta a la ministra Vergara para insistirle que firmara el acta de elección de Peña. Dicha carta, horas después fue filtrada a la Revista Semana. No obstante, según la normatividad interna de la Nacional las actas que tengan observaciones u objeciones por parte de los consejeros no se dan por aprobadas. ( Art. 21 del Acuerdo 019 de 2022 - Reglamento interno del CSU).
Pancarta a las afueras de la Universidad Nacional solicitando a la ministra de Educación, Aurora Vergara, que no firme el acta del CSU de la cuestionada elección de Ismael Peña
Peña: el doliente de Dolly
José Ismael Peña Reyes es Ingeniero de Sistemas de la Universidad Nacional de Colombia y profesor de planta de la Facultad de Ingeniería desde agosto de 1992. Previo a su cuestionada elección como rector, el 31 de julio de 2021 la rectora Dolly Montoya lo designó como vicerrector de sede en Bogotá, cargo que desempeñó hasta el pasado 16 de febrero de 2024. Durante los dos años y medio en que ocupó este cargo también fue nombrado por Montoya, en cuatro oportunidades, como rector encargado de la institución, lo que demuestra su cercanía con la rectora y su poder dentro de la Nacional.
Uno de esos periodos como rector encargado lo desarrolló entre el 1° y el 14 de marzo de 2023. En esos días, Peña modificó el Manual de Funciones de la universidad para cambiar los requisitos que deben cumplir los funcionarios públicos que deseen ocupar cargos de nivel directivo, asesor y ejecutivo, para poner allí a profesores de planta que no cuentan con experiencia o titulación relacionada con dichos cargos. Lo cuestionable, como lo evidencian los documentos oficiales, es que estos cambios fueron solicitados por Peña como vicerrector y firmados por él un día después de ser designado rector encargado. Justo en un momento en que crecía la polémica por algunos nombramientos previos y a dedo en algunos de esos cargos administrativos.
Acta por la cual Ismael Peña firma las modificaciones en el Manual de Funciones de la Universidad Nacional para poner a docentes de planta en puestos directivos.
Una de las docentes que se benefició con el cambio de Manual de Funciones es Yuly Edith Sánchez Méndoza, profesora de la Facultad de Ciencias en la sede de Bogotá y quien previo a ese cambio, el 1° de noviembre de 2022, fue designada como Directora de Bienestar de la Sede Bogotá. Sobre este nombramiento llovieron las quejas de sus colegas, pues esta dependencia es la responsable de liderar planes, programas y proyectos relacionados con la salud, la cultura y la actividad física de la comunidad universitaria; no obstante, su experiencia no tiene nada que ver con los objetivos de la dependencia de Bienestar, ya que su hoja de vida dice que estudió Licenciatura en Física en la Universidad Pedagógica en 1996 y que es docente de fundamentos de Física Teórica y Biofísica de avanzada en la Universidad Nacional desde 2005.
Una de las tantas quejas que recibió la Nacional por la designación de Sánchez fue respondida por Blanca Cecilia Martínez Tenjo, directora de Personal de la sede de Bogotá, el 22 de febrero de 2023. Ante la pregunta de si la docente Sánchez cumplía con “título de maestría en áreas relacionadas con la funciones del cargo”, la funcionaria respondió que la experiencia de Sánchez es una maestría en Ciencias Físicas de la Universidad de los Andes de 2002.
Sin embargo, las molestias por el nombramiento de Sánchez como directora de Bienestar no solo se basan en su falta de experiencia para el cargo, también, sobre ella recaen una serie de denuncias de acoso laboral durante el periodo que lleva ejerciendo. El 23 de noviembre del año pasado, el Sindicato Mixto de Trabajadores de las Universidades Públicas Nacionales (Sintraunal) denunció que Sánchez ha protagonizado episodios de acoso laboral, tales como, el traslado injustificado y el atropello contra algunos funcionarios, cuya trayectoria y experiencia fueron relegadas a un segundo plano.
“Lo que vemos en este asunto es que en la Universidad hace rato viene haciendo carrera los nombramientos por amiguismo, no importando que el nombramiento recaiga en personas sin experiencia administrativa como es el caso de la profesora Yuly Edith Sánchez Mendoza, personas que creen que son dueños de la dependencia y del personal y que pueden llegar a atropellar cómo hizo la profesora Sánchez al ordenar cerrar la oficina de una funcionaria (a quien el sindicato protege su nombre por seguridad), cambiar las guardas a la puerta, dejarla por fuera y condenarla al ostracismo por el simple hecho que considera irrelevante su trabajo, demostrando con ello su desprecio hacia la gente que lleva años haciendo posible el logro de las metas en esa dependencia”, dice la denuncia del sindicato.
El caso de Sánchez no es el único que puede ejemplificar cómo Ismael Peña ha jugado con la planta administrativa de la Universidad Nacional para crear nuevos cargos con el de un asesor para su vicerrectoría en la Sede de Bogotá, el cual le aprobaron con un salario básico de más de $185 millones de pesos anuales.
Ismael Peña, sin respaldo de la comunidad universitaria
Las agresiones a la comunidad universitaria le han generado un amplio rechazo a Ismael Peña, al punto de estar tambaleando su designación como rector. Desde mediados de febrero pasado, docentes y estudiantes alertaron sobre las ventajas que estaba sacando Peña como vicerrector para iniciar una campaña anticipadamente, aprovechándose de los recursos públicos para allanar su camino al principal cargo de la Universidad Nacional. Así lo denunció el Consejo de Sede (máxima autoridad de dirección académica integrada por decanos, profesores y estudiantes) el 15 de febrero de este año, cuando alertó que Peña había empezado su campaña proselitista fuera de los tiempos establecidos y sin haber renunciado a su cargo como vicerrector de la sede de Bogotá.
La denuncia del Consejo de Sede, apoyado por 28 representantes estudiantiles ante diversas instancias universitarias, hizo énfasis en un viaje de Peña a la sede de la Nacional en Tumaco (Nariño), el viernes 9 de febrero de 2024, con el fin de figurar graduando a los primeros 20 estudiantes del Programa Especial de Admisiones y Movilidad Académica’ (Peama), a pesar de que en dicha sede exista un vicerrector para esas funciones, en este caso, el profesor John Josephraj Selvara, quien terminó invisibilizado cuando Peña hizo de este hecho una noticia nacional registrada por RCN Radio y La FM.
Incluso, previo a esta visita que anticipó su candidatura, el profesor Peña ha tenido serios roces con la comunidad estudiantil tras la instalación de torniquetes en las entradas del campus universitario en Bogotá, lo cual estuvo acompañado por sendas requisas a diario de los estudiantes antes de ingresar a sus clases. El 30 de enero de 2023, el entonces vicerrector Peña realizó una transmisión por la red social Instagram en la que confirmó no solo que la instalación de los torniquetes era un hecho, sino también, el costo de los mismos que ascendía a 200 millones de pesos por cada portería de la universidad.
Transmisión del Instagram Live del 30 de enero, donde Ismael Peña anuncia la instalación de torniquetes en la sede de Bogotá de la Universidad Nacional
Días más tarde, la instalación de estos torniquetes se efectuó y el 23 de febrero la comunidad estudiantil convocó a una movilización que terminó con el retiro forzoso de estos torniquetes. Los estudiantes argumentaron despilfarro y que dicho programa de “securitización” atentaba contra la dignidad, pues promovía el perfilamiento de procesos organizativos que defienden la universidad pública y que son disonantes del actual poder administrativo.
La respuesta de Peña no se hizo esperar. Por medio de un correo masivo rechazó las manifestaciones y señaló a los estudiantes como enemigos de la educación pública y de querer desestabilizarla. La respuesta que más generó rechazó la emitió por la red social X, en donde los calificó como “mafias del microtráfico”: “Quienes destruyeron la infra (sic) de la Universidad Nacional en Bogotá no son estudiantes de la Universidad Nacional ni de ninguna universidad pública. Son vándalos contratados por mafias de microtráfico”, escribió el 25 de febrero de 2023.
https://twitter.com/JoseIsmaelPena/status/1629471060356734976
Tal vez todo lo anterior sea la explicación del por qué Peña tuvo la votación más baja de la consulta universitaria entre los cinco aspirantes a rector que analizó el CSU, quien solo obtuvo a su favor el 9,2% de votos entre profesores, el 5,5 entre estudiantes y el 7,5 entre los egresados.
Tabla de resultados de la consulta interna realizada a estudiantes, docentes y egresados de la Universidad Nacional, en donde Ismael Pea obtuvo el 8% de los votos.
Desde el pasado 21 de marzo, día en que se registró la cuestionada elección de Ismael Peña como rector de la Universidad Nacional, los tres estamentos universitarios, estudiantes, profesores y trabajadores, entraron en paro indefinido. Las protestas masivas no se hicieron esperar en rechazo a esa elección. Mientras tanto, el próximo jueves 2 de mayo será un día decisivo pues es un hecho que Peña no se podrá posesionar legalmente ante la falta del acta del CSU que lo eligió y de la resolución que lo acredite como rector, es decir, sin las formalidades mínimas para su posesión. El hecho es que, por la renuncia de la representante estudiantil Sara Jimenez, la salida de Humberto Rosania por finalización de periodo y el fracaso de la rectora Montoya por evitarlo, Peña se enfrentaría a un nuevo CSU con una composición sobre la cual ya no tiene dominio.
Al cierre de esta edición, esta revista también conoció que la saliente rectora Dolly Montoya presentó su renuncia a profesora titular exclusiva, “para disfrutar de su pensión”, dice la resolución con la que la Universidad Nacional le aceptó. Por tanto, aún es incierto quién asumirá la rectoria de la Nacional, dado que Peña no se posesionará este jueves 2 de mayo y que Dolly Montoya no podrá ejercer como rectora encargada ya que quedará desvinculada de la universidad a partir del próximo 3 de mayo, puntualiza la resolución final.
* Esta revista se comunicó con la ex representante de estudiantes ante el CSU, Sara Jiménez. Sin embargo, ella primero dijo que estaba en un examen virtual y luego pidió que le hicieran las preguntas por escrito, vía chat, a lo cual procedimos, pero dejó de responder cuando se le preguntó por los ofrecimientos a nombre de Ismael Peña.