Por: Jaime Araujo
En el tema de la dignidad humana, como defensor de derechos humanos, estoy de acuerdo que este derecho pertenece a los seres humanos por el solo hecho de ser personas y que lo tienen en cualquier lugar en que se encuentren. Lo tienen incluso aquellas personas que no han respetado la dignidad humana de otras, como es el caso de los criminales y con mayor razón, aquellos cuya única falta ha sido buscar una mejor vida para ellos y sus hijos.
No hay duda que todos deben ser respetados en su dignidad humana. Por esta misma razón, es que no todos pueden venir encadenados o esposados.
Desde otro punto de vista, no se nos puede olvidar, que todos son colombianos y por la misma razón, tienen el derecho a entrar y salir del territorio nacional a la luz del artículo 24 de la Constitución, como los defendimos durante la pandemia del Covid, frente a aquellas voces que proponían cerrar aeropuertos y puertos a los propios colombianos con el argumento de que podían infectarnos con Covid. En esa oportunidad defendimos el derecho de los colombianos que estaban por cualquier razón en el exterior de regresar a Colombia aún infectados de Covid y lógicamente aplicando las medidas sanitarias pertinentes.
Como quiera que las estadísticas muestran, el año pasado se registraron cerca de 15.000 deportaciones sin que hubiera ninguna protesta por parte del gobierno sobre ellas y que estadísticamente son cerca de dos vuelos semanales que traen deportados colombianos; es legítimo preguntarnos o hacernos varias preguntas: ¿Por qué no se protestó antes y ahora sí? dejando claro que la defensa de los Derechos siempre es legítima y que el hecho de que no se hubiera protestado antes no le quita legitimidad a la protesta de ahora; pues aquí es válido el dicho, de que más vale tarde que nunca.
En realidad ¿hubo algo distinto en la deportación de los colombianos que venían en esa fecha?. Para saberlo, tendríamos que conocer todos los casos de todos los colombianos que han sido deportados desde USA o para tener un universo más reducido, todos los casos de los deportados a Colombia durante el actual gobierno.
Parece que la novedad era el medio de transporte. Naves militares y si esto es así hay que recordar que nuestra constitución en el artículo 173 numeral 4 y 237 numeral 3 inciso 2, no permite el estacionamiento o tránsito de aeronaves extranjeras de guerra ni el tránsito de tropas extranjeras coma sin autorización del senado y oyendo previamente al Consejo de Estado, de manera que estas normas constitucionales deben ser el argumento que debe esgrimir el gobierno nacional ante las autoridades de USA, para que no traigan inmigrantes en aviones o naves de guerra, ni siquiera manejadas por civiles, como parece que se pactó, veamos las normas:
“Artículo 237. Son atribuciones del Consejo de Estado:
3. …
En los casos de tránsito de tropas extranjeras por el territorio nacional, de estación o tránsito de buques o aeronaves extranjeros de guerra, en aguas o en territorio o en espacio aéreo de la nación, el gobierno debe oír previamente al Consejo de Estado.
Artículo 173. Son atribuciones del Senado:
4. Permitir el tránsito de tropas extranjeras por el territorio de la República.”
Es importante recordar que igualmente dignos son los colombianos que están en la calidad de inmigrantes en cualquier otro país, incluidos países hermanos como México, donde desde hace mucho tiempo existen quejas del maltrato a los colombianos y la violación de sus derechos, incluido el de su dignidad, para no hablar de algunos países europeos. Estos otros compatriotas también tienen dignidad humana.
Muchos hechos siguen sin clarificar y el debate político, sin fundamento fáctico, confunde en vez de aclarar. Por ejemplo, ¿es cierto o no que esos vuelos estaban autorizados previamente? y ¿qué diferencia hubo entre lo autorizado y lo que llegaba a Colombia?
Como las políticas anti inmigración del actual presidente de Estados Unidos ya eran conocidas durante su campaña y su posesión muchos países del mundo y de América Latina Comenzando por México ya habían preparado un plan de retorno de sus nacionales en coordinación con todas las autoridades públicas. Se pregunta, entonces, cuál era el plan y cuál va a seguir siendo el plan de las autoridades colombianas para enfrentar esta realidad de las deportaciones.
¿Cuál es el plan conjunto que se tiene con los otros países latinoamericanos?
Es importante también establecer vínculos con las organizaciones sociales y con la sociedad civil norteamericana que no es como se piensa que son todos iguales a su gobierno, ya que cerca de 72 millones de norteamericanos no votaron por el señor Trump; como no podemos olvidar que la guerra del Vietnam se ganó en Vietnam, pero principalmente dentro de los propios Estados Unidos, cuando la sociedad civil norteamericana cuestionó la intervención militar en y se opuso a ella.
Ya hay grupos de norteamericanos que están defendiendo a los inmigrantes como es el caso de Iglesias, comenzando en Chicago, que se están oponiendo a la orden de ingresar a sus templos para llevarse personas, o senadores democráticos como Bernie Sanders.
Es importante también que se haga una defensa jurídica al interno de los Estados Unidos por parte de Colombia y en lo posible en Alianza con otros países latinoamericanos, ya que muchos jueces son de verdad independientes y se oponen a la violación de su Constitución y de su ley y para solo mencionar dos casos, recordamos que el decreto de Trump de quitarle la nacionalidad a los niños o personas nacidas en Estados Unidos ya fue suspendido por un juez y lo mismo sucedió con la suspensión de las ayudas del gobierno central a Estados, que aplican políticas distintas a las de él, en temas como derechos de los diversos sexuales.
No hay duda que la crisis va a tener consecuencia futuras desfavorables y que estamos en la mira del país más poderoso del mundo; por eso, desde ahora, hay que comenzar en un plan de relaciones internacionales alternas como ya lo está instaurando México comenzando por diversificar los países, a quienes les exportamos nuestros productos, pero teniendo claro al mismo tiempo, que en materia de economía no hay milagros sino perseverancia, ya que abrir nuevos mercados requiere tiempo.
Que debemos unirnos también en lo que tengamos como causa común con todos los otros países que son objeto de amenazas y represalias.
Esto tenemos que comenzar a hacerlo ahora mismo y no esperar la próxima crisis, hacer un plan de relaciones y alianzas internacionales en defensa de Colombia y de los colombianos y esperemos que el Ministerio de relaciones exteriores está en la altura del reto, aunque dudo de la formación para el cargo de nuestra actual canciller, ya que el problema no es ni siquiera de inteligencia, sino de idoneidad para enfrentar a Trump.
Minrelaciones no monitorea a USA. Paradójicamente nada de lo que sucedió con Trump fue sorpresivo: ni la expulsión de inmigrantes, ni las sanciones arancelarias, ya que Trump lo había dicho durante su campaña y lo reiteró una vez posesionado dejando claro que los países que no recibieran a sus propios nacionales iban a ser objeto de represalias.
Como medida de precaución se deben retirar de los bancos norteamericanos las reservas de Colombia ya que es una práctica y una de las medidas de represalia más eficaz, congelar las reservas que tienen los países en el exterior, como le ha pasado a Venezuela. En este tema hay que actuar rápidamente.