Por: Óscar Montero De La Rosa
El pasado 5 de junio, en el marco del día internacional del medio ambiente, la Mesa Permanente de Concertación con los Pueblos y Organizaciones Indígenas de Colombia en conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia lograron protocolizar el Decreto de Autoridad Ambiental Indígena en el país. Un hecho histórico que constituía una deuda del Estado colombiano con los Pueblos Indígenas desde hace 33 años con la Constitución Política de 1991.
Fuente: Óscar Montero, archivo personal, 2024
Desde su origen, los pueblos indígenas han sabido cuidar la Madre Tierra, el agua, el aire y todo lo que hay en el entorno. Su misionalidad ha sido mantener el equilibrio y la armonía del ser humano y la naturaleza, una acción legítima que hoy se reconoce legalmente y avanza con la protocolización del Decreto.
Fuente: Óscar Montero, archivo personal, 2024
Este es un reconocimiento crucial en medio de las preparaciones de la COP 16 en Cali, Colombia; el evento más importante en el mundo para hablar sobre medio ambiente y biodiversidad. Sin lugar a dudas es un precedente jurídico para hablar realmente de autoridad a autoridad en el tema ambiental en Colombia, se logra gracias a la persistencia y resistencia de los pueblos, organizaciones y autoridades indígenas que en cada plan nacional de desarrollo hacían parte de los acuerdos pero sin avances reales.
En todos los gobiernos esta solicitud justa de los pueblos indígenas siempre ha sido negada, incluso en este no fue fácil lograr un avance importante, no solo para nosotros, sino para Colombia; y es que no es sencillo sin acciones contundentes para lograr un modelo económico distinto al extractivismo y la explotación, por eso es que reconocimientos como estos no son viables si seguimos en esta pauta contrapuesta a la conservación ambiental que es la política de vida de los pueblos indígenas.
El camino continúa, lograr la protocolización es solo un paso para el desarrollo real de la autoridad ambiental indígena en Colombia, el Estado colombiano ante esto debe generar los suficientes recursos para la implementación de un nuevo escenario en la política ambiental en el país, que aunque nuevo para el Estado, siempre presente para los pueblos indígenas que sin recursos han cuidado los ríos, lagunas, montañas, páramos y todo lo que hay en la Madre Tierra.
Fuente: Óscar Montero, archivo personal, 2024
Ahora es necesario seguir avanzando en esta gran y larga lucha y se requiere que el presidente de la República firme el Decreto de Autoridad Ambiental, y posiblemente la discusión directa no sea con él, sino con los jurídicos de presidencia, para que el avance sea lo más rápido posible.
No ha sido fácil que en Colombia el Ministerio de Ambiente entendiera, reconociera y dimensionara lo que esto significa, mucho menos lo será para las empresas y multinacionales mineras que ven en la tierra solo sacar su sangre, sus órganos y romper con su red vital. Incluso, será difícil para las empresas turísticas, para los mismos Parques Nacionales Naturales de Colombia quienes se han creído los dueños de la riqueza natural, biológica y territorial de sitios sagrados que desde el origen fueron dejados a los pueblos. Como diría mi gran amiga Fany Kuiro, mujer amazónica, hoy en cabeza de la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica-COICA: “los Parques Nacionales Naturales en Colombia son el despojo legal del territorio a los pueblos indígenas”, es la privatización y confinamiento de la Madre Tierra.
Fuente: Óscar Montero, archivo personal, 2024
Hoy podemos decir que hay avances en algunos parques, en materia de diálogo y concertación con los pueblos indígenas y los demás pueblos étnicos. En el caso concreto del Parque Nacional Natural Tayrona (Teyuna para nosotros) los pueblos indígenas de la Sierra y el gobierno, hemos podido llegar a acuerdos para que la Madre Tierra descanse, se regenere, se revitalice y se reproduzca.
Ya llegará el día en donde realmente la humanidad entienda que no es dueña de la tierra, somos sus hijos y guardianes y lo que históricamente los pueblos indígenas hemos clamado insistentemente es que nos permitan seguir cuidandola y guardandola, porque es nuestra misión, nuestra responsabilidad, hoy se está avanzando desde el Estado con reconocernos como AUTORIDAD AMBIENTAL