Por: Dumar A. Jaramillo-Hernández
Porfesor Universidad de los LLanos, MVZ. Esp. MSc. PhD.
Louis Pasteur, uno de los padres de la Teoría microbiana (momento donde como humanidad comenzamos a entender el origen de ciertas enfermedades a través de la exposición/infección por agentes microbianos), expresó: “Desgraciados los hombres que tienen todas las ideas claras”. Por supuesto en la época que Pasteur infirió esta icónica frase no existían las redes sociales donde todos -hasta los ministros de salud- sin filtros científicos emanan “ideas”, “conjeturas” y hasta “posiciones” al respecto de los fenómenos biológicos, de la vida y su plausibilidad (demostración científica).
Al respecto, si algo ya debemos tener implícito en el divagar de la vida es la aleatoriedad, donde la naturaleza es el árbitro, no la intuición humana. Todas las hipótesis son, en última instancia, refrendadas o refutadas por los experimentos. Esta realidad refleja la situación de las vacunas en el mejoramiento de la salud y el bienestar de la población mundial. En esta columna de opinión mencionaré una serie de impactos significativos de la vacunación en la salud pública, tratando así de dar soportes científicos a esta audiencia en torno a la importancia de las vacunas en la vida.
Así mismo, es importante explicar que esta columna de opinión nace por el nefasto manejo de 1’080.416 vacunas pediátricas para el control de SARS-CoV-2 (virus causal de la enfermedad COVID-19) en Colombia, las cuales, en teoría, se vencieron esperando su uso. Más de 70.000 millones de pesos botados a la basura y lo más catastrófico, seguramente miles de niños sin las medidas básicas preventivas de enfermedad respiratoria, preciso en este momento, donde hay pico de presentación de enfermedades respiratorias en todo el mundo. Y como siempre, niños muy seguramente de comunidades empobrecidas serán los más afectados. Pero aquí, en Colombia, el gobierno del “cambio” lleva más de 1 año sin nombramiento en propiedad del director del Instituto de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), como si la salud en el país fuera un juego más.
En ese mismo sentido y a manera introductoria, para nadie es un secreto que durante la pandemia por SARS-CoV-2 cerca del 25% de la población de Estados Unidos se rehusaba a vacunarse contra este agente infeccioso, situación que seguramente era ampliamente extrapolable a múltiples países, especialmente donde su población se alimenta vorazmente de los mensajes acientíficos (sin conocimiento científico) de las redes sociales, o los que escuchan sin reflexión alguna a ministros de salud.
Para tratar de mediar esta situación, “The Behavioural Insights Team” un equipo de expertos en estudiar el comportamiento humano que ofrece una selección de servicios y consultoría en ciencias del comportamiento para ayudar en múltiples sectores a comprender a su audiencia y crear estrategias que ayudan a escalar su oferta de servicios de manera efectiva; desarrollaron cuatro frases que bombardearon los medios de comunicación: 1. “Ayuda a quienes más quieres” (sensibilización del núcleo familiar), 2. “Aprobada por personal médico” (soporte científico), 3. “Regresemos a la normalidad” (motivación a retomar la vida tradicional –antes de la pandemia-), y 4. “Probada por miles” (confianza).
Esta estrategia logró un repunte del 6% en los indicadores de vacunación, aproximadamente 10 millones de personas más vacunadas, para todos los epidemiólogos (profesionales quienes estudian poblaciones) se entenderá per se el impacto positivo en alcanzar la inmunidad poblacional o colectiva. Este último fenómeno implica tener tantos individuos susceptibles a padecer una enfermedad con un estatus óptimo de defensa hacia esa enfermedad, dentro de una población; de esa forma coartar las posibilidades de multiplicación y transmisión del agente infeccioso que esté causando la enfermedad y así salvaguardar la integridad de todos, hasta de los que por diversos motivos no acceden a la vacunación, para el caso de SARS-CoV-2.
La innovación alrededor de las vacunas de los últimos 20 años ha sido un punto de quiebre en pro de la mejoría importante de las condiciones de vida de millones de personas en el mundo. Para el año 2000, la Alianza para las Vacunas (GAVI), permitió el acceso global a las vacunas para niños en países de bajos ingresos, y con ello la inmunización a más de mil millones de niños y a prevenir más de 17 millones de muertes futuras.
Durante el año 2002 se lanza el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, siendo a la fecha el mayor financiador de programas para combatir las tres enfermedades del mundo, ayudando a salvar más de 59 millones de vidas, gracias, entre otras acciones, a las dos únicas vacunas aprobadas para el control de la malaria, las RTS,S y R21.
La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) vio la luz en el año 2006, mostrando una eficacia en prevenir hasta el 90% de los casos de cáncer de cuello uterino. El cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más común que afecta a las mujeres en todo el mundo, y el 90% de las muertes ocurren en países de ingresos bajos y medianos, donde el acceso a las vacunas, las pruebas de detección y el tratamiento del VPH siguen siendo limitados.
Ese mismo año, GAVI suma la vacunación contra Rotavirus en su arsenal de biológicos ofertados a países de bajos ingresos, donde este agente viral es la causa más común de muerte por diarrea entre niños menores de 5 años. Para el año 2009, esta misma agencia financia el lanzamiento mundial de la vacuna antineumocócica conjugada, que ayuda a proteger contra la neumonía, la principal causa infecciosa de muerte en niños.
Para entender un poco mejor esta situación del papel preponderante de GAVI en el manejo de vacunas y la vacunación en infantes, respetuosamente lo invito a leer una columna de opinión publicada recientemente: https://revistaraya.com/dumar-a-jaramillo-hernandez/488-la-vacunacion-en-infantes-pilar-fundamental-de-la-salud-publica-y-el-desarrollo-mundial.html
Por supuesto, como es bien conocido por todos, durante el año 2021 se aprobaron por primera vez en el mundo el uso de vacunas de ácido ribonucleico mensajero (ARNm) contra el SARS-CoV-2 (agente causal de la enfermedad COVID-19). En un hecho sin precedentes, en tan sólo 10 meses, los científicos desarrollan vacunas seguras y eficaces contra la COVID-19 utilizando tecnología de ARNm. Décadas de investigación fundamental sobre el ARNm permitieron que estas vacunas se produjeran rápidamente, y ahora se está explorando la tecnología para la prevención de muchas otras enfermedades mortales.
Para el año 2024 inician los ensayos de fase III de la vacuna M72/AS01E para el control de la tuberculosis. Además, los desarrollos de las vacunas de ARNm nos brindan la oportunidad de aplicar innovaciones recientes en tecnología de vacunas para abordar las principales desigualdades en la salud mundial, donde la tecnología de ARNm puede ayudar a más países y regiones a obtener acceso a vacunas de alta calidad que satisfagan las necesidades de su población.
Fruto de este esfuerzo en la generación de nuevas vacunas, se traduce en ampliar los mecanismos de prevención de cáncer diferente a los ocasionados por virus (ej. Hepatitis B o VPH, para ambos ya hay vacunación efectiva)). Este año, entran en los primeros ensayos clínicos la vacuna Nous-209 (“Lynch Syndrome Vaccine Trial”) para personas sanas con alto riesgo de cánceres asociados con el síndrome de Lynch, la causa más común de cáncer colorrectal hereditario. Así mismo, hay una batería de ensayos clínicos explorando la efectividad de vacunas para el cáncer de seno, ovario, endometrio, próstata y páncreas.
Este año y el próximo se intensificará la producción de la nueva vacuna oral contra la polio tipo 2 (nOPV2). Desde el 2021 se han administrado en todo el mundo casi mil millones de dosis a niños para evitar las drásticas consecuencias de la poliomielitis. La vacuna nOPV2 es tan eficaz, segura y fácil de usar como otras vacunas orales contra la polio y es mucho más estable genéticamente, lo que la convierte en una herramienta vital para ayudar a detener los brotes de polio de manera sostenible.
La experimentación alrededor del uso de vacunas en poblaciones nos ha demostrado beneficios sin precedentes, las vacunas y vacunación no permite opiniones, como todo en las ciencias de la vida, tan solo demostraciones científicas pueden construir una verdadera toma de decisiones. Recordando al gran Borges: “Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído.”, todos, especialmente los ministros de salud, están cordialmente invitados a leer ciencia para entender la ciencia y expresarse en consecuencia de la misma.