Por: Oscar Montero
Tiempos de vida y muerte: memorias y luchas de los pueblos indígenas en Colombia, igual que en el capítulo étnico de la Comisión de la Verdad: “Resistir no es aguantar”, dos documentos que llaman insistentemente a una reparación histórica para los pueblos étnicos del país, desde sus relatos hasta sus recomendaciones; un llamado que al parecer ha sido escuchado por el gobierno actual, pero extrañamente no se nos tuvo en cuenta como víctimas directas en la conformación de la comisión que estaría a cargo de dinamizar esta tarea.
Y es que el pasado 26 de mayo se expidió el Decreto 0820 de 2023, “por medio del cual se crea la Comisión Intersectorial Nacional de Reparación Histórica para superar los efectos del racismo, la discriminación racial y el colonialismo en los pueblos étnicos del país y se dictan disposiciones para su funcionamiento”.
Sin lugar a dudas, un espacio que pone en debate una lucha que los pueblos étnicos históricamente hemos dado y buscado en el país, un tema sensible pero de necesario debate en todos los escenarios de la vida política, social, económica y cultural, de Colombia,, y más en estos tiempos de “cambio y de consolidación de la paz total”.
Celebramos la iniciativa del gobierno del cambio de buscar escenarios para abordar la reparación histórica para los pueblos étnicos, un tema necesario para reparar desde la raíz las violencias que hemos vivido y que aún seguimos viviendo día y noche en el país tanto en tiempos de guerra, conflicto y de “paz”.
No nos oponemos al decreto, pero sí tenemos que alzar nuestra voz al respecto, si bien es una norma que favorece de manera “positiva” a los pueblos étnicos del país, este mismo instrumento no los tiene en cuenta como sujetos colectivos de derechos en su conformación. Aquí sí hay un gran retroceso y hay que decirlo: no es posible que se cree una instancia para reparar a las víctimas pertenecientes a los pueblos étnicos sin ellos mismos con voz y voto en la toma de decisiones Así, se evidencia en el artículo 3 donde se determina quién conforma el comité, integrado por 13 entidades del Estado colombiano y con asiento y representación de sus funcionarios del más alto nivel. También señala que serán integrantes permanentes, con voz y sin voto 6 entidades más. Qué bien por la inter-institucionalidad, pero no es posible que esto se haga sin nosotros, por ningún lado se señala alguna de las instancias representativas y legítimas de los pueblos étnicos que por años han luchado por el reconocimiento del Estado en estos escenarios y más en temas que nos competen y tocan directamente.
¿Será que al gobierno del cambio se le olvidó tener en cuenta a los pueblos étnicos en la conformación del comité, en donde somos el centro y objetivo de la Comisión? ¿Será que porque hemos manifestado hacer parte del gobierno del cambio, que es un gobierno amigo, cercano y aliado ahora no se nos consulta?; qué gran equivocación. Le apostamos sí al cambio, pero con nosotros, nunca sin nosotros.
Estos instrumentos jurídicos de medidas legislativas y/o administrativas que abordan temas para los pueblos étnicos, deben ser objeto de consulta con sus implicados, por más afirmativa que sea para los pueblos, no dejaremos de luchar por los derechos que tenemos; los pueblos indígenas en Colombia así lo dejamos claro en la Declaración Mandato del Movimiento Indígena de Colombia, reunido en la Cumbre de Pensamiento Indígena, en Chinauta del 23 al 25 de noviembre de 2020, en Territorio Ancestral del Pueblo Indígena Muisca; en donde mandatamos que no renunciaremos a nuestro derecho fundamental a la consulta y el consentimiento previo, libre e informado, ratificado en Colombia mediante la Ley 21 de 1991 que incorpora al bloque de constitucionalidad en el país al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo ( OIT).
Le seguiremos apostando al cambio del país, y cuando sea necesario alzaremos nuestra voz para defenderlo o para llamarle la atención al Gobierno sobre los errores en los que está incurriendo. Estos errores son inaceptables en este gobierno , y más aún cuando se sabe que quien lo preside o presidirá es una mujer étnica, negra y víctima de la guerra que siempre ha luchado para que este derecho se respete a los pueblos étnicos.
Yo voté por el gobierno del cambio, lo defiendo y lo seguiré defendiendo porque estoy convencido que es posible una nueva Colombia, pero desde la crítica constructiva llamamos al gobierno a que revise el decreto, a que lo converse con las instancias legítimas de los pueblos étnicos y se busquen alternativas de solución desde el diálogo y sentir de los directos implicados. Rechazamos que se nos siga viendo como “invitados” en el proceso, la reparación histórica también está en la representación, en reconocer y dar voz y voto a los que nunca se les permitió hacerlo. No somos “objeto de estudio” de nadie como históricamente se nos ha querido ver. La reparación histórica también pasa por darle posición al otro en donde haya que darla.
¿Será que, Francia Márquez, vicepresidenta de este país y sobre quien recae la responsabilidad de presidir la Comisión, por lo menos en este gobierno, como lo indica el artículo 3, lo hará sin su “gente”, sin los pueblos étnicos?, es la pregunta que nos hacemos desde que ha salido este Decreto 820 de 2023, amanecerá y veremos..
Somos de los pueblos, somos étnicos, pero no somos el colectivo, somos parte de ellos y las decisiones que se tomen para su beneficio son y deben ser en conjunto, hasta que no se nos dé esa potestad de llevar la voz de los nuestros.