Por: Óscar Montero.
Hoy las luchas de los Pueblos Indígenas por el cuidado de la Madre Tierra van desde el ayuno espiritual hasta el litigio estratégico y la incidencia internacional, un claro ejemplo que los Hijos e Hijas de Sira nos recuerdan y enseñan a todos los Pueblos Indígenas del Mundo.
Foto: Archivo personal, Óscar Montero entregándole el Telar de Tiempos de Vida y Muerte, primer Informe de Memoria Histórica de los Pueblos Indígenas de Colombia al gran Berito Cobaría, gran líder del Pueblo U´wa.
He tenido la oportunidad de recorrer y conocer el gran territorio ancestral del Pueblo Indígena U´wa en sus cinco departamentos, un territorio ubicado en Casanare, Santander, Norte de Santander, Arauca y Boyacá. Un territorio ancestral que se extiende hasta el país vecino de Venezuela. Los U´was, quieren ser llamados así, y una de sus primeras luchas fue la de reivindicar su propio nombre, su propia autodeterminación, porque al igual que otros Pueblos Indígenas en Colombia se les quiso despojar de su propia identidad y cultura con nombres impuestos como el de “Tunebo”.
Los U´was son uno de los 115 Pueblos Indígenas que habitan Colombia, son un pueblo unido que en medio de la montaña y la gran riqueza de agua que conservan su cultura, su autonomía y su territorio; hablan su idioma y conocen su territorio como la palma de su mano, el cual caminan día y noche. Los U´wa son hijos de Sira y guardianes del Zizuma, lo que los colombianos conocen como el “Nevado del Cocuy”. Hasta hoy, de manera paciente y perseverante esperaron 25 largos años para que por fin el pasado 25 y 26 de abril fueran escuchados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en una audiencia en Santiago de Chile.
Hecho que no es menor. En Tierra de la hermana Nación Mapuche, los que históricamente también han luchado por su territorio ancestral dividido por las fronteras de lo que hoy conocemos como Chile y Argentina, en esa otra tierra que es una sola para nosotros los Pueblos Indígenas. Allí, la CIDH y la representación del Estado colombiano escucharon de viva voz porqué los U´wa defienden y protegen su territorio hasta con sus propias vidas, una lucha que emprendieron ante esta Corte internacional desde 1997. Incluso, desde mucho antes de la existencia de esta y del Estado colombiano siguen reivindicando su territorio ancestral, su vida y su lucha milenaria.
En la audiencia, el Estado colombiano representado por su comitiva, tuvo la desfachatez de no reconocer las violaciones que ha hecho históricamente en contra de los U´was. No tuvieron la dignidad suficiente para que de frente, mirando a los ojos a los U´wa responder con la verdad. Parece que las palabras del Presidente de la República, expresadas en el 22 período del Foro Permanente de las Cuestiones Indígenas, no tuvo eco y coherencia en las respuestas que dieron en la audiencia de la CIDH la defensa del Estado colombiano.
Y aquí vale la pena recordarlas, porque precisamente el presidente Petro citó en su discurso a uno de los voceros más importantes del Pueblo U´wa y de los Pueblos Indígenas en el mundo que defienden la Madre Tierra, el Planeta Azul como ellos lo llaman, citando a Berito Cobaría: “hace varias décadas conocí y escuche un dirigente indígena colombiano, del Pueblo U´wa, que si se sacaba de la tierra el petróleo era como sacarle la sangre…allí aprendí que los Pueblos Indígenas habían descubierto antes lo que la ciencia occidental propuso después”, dijo Petro refiriéndose a lo que estamos viviendo hoy con la extinción de la humanidad por la avaricia de explotar el petróleo, en vez de conservar el agua.
La lucha del Pueblo U´wa no ha sido de ahora y no ha sido fácil; ya hace tiempo los padres y madres espirituales desde el ayuno enseñaron a sus hijos a cuidar desde lo espiritual el territorio y hasta esconderlo; una sabiduría intacta en el que hacer y actuar de Berito y su gente, quien en 1998 ganó lo que se denomina en el mundo el premio nobel medioambiental: el premio Goldman. Un premio a la lucha de su pueblo por resistir ante la invasión de la multinacional Occidental Petroleum Corporation (OXY) en su territorio. Berito, un diplomático indígena de talla internacional, ha recorrido más de 30 países del mundo para decir lo que Petro dijo en Naciones Unidas: El petróleo es la sangre de la tierra.
El tema de la explotación del petróleo no es solamente el único problema que aqueja al Pueblo U´wa, también están las exploraciones y explotaciones de gas en su territorio sin ninguna consulta y consentimiento previo, libre e informado; pero, además, ellos al igual que el resto del país se enfrentan todos los días al conflicto armado interno que sigue vigente en su territorio y en Colombia. Allí, en sus selvas y montañas sigue haciendo presencia fuertemente el Ejército de Liberación Nacional (ELN), al que los U´was en reiteradas oportunidades se han enfrentado con valentía, con la palabra y con sus bastones, para decirles que respeten sus territorios, que se vayan y que no recluten a sus jóvenes indígenas para las filas de esta guerrilla. Situación que los ha llevado, al igual que otros 38 Pueblos Indígenas en el país, a ser reconocidos como pueblos en riesgo de exterminio físico y cultural por la Corte Constitucional en el 2009 mediante el Auto 004.
Sus luchas los han llevado a organizarse, hoy están organizados y hacen parte de la Asociación de Autoridades Tradicionales y Cabildos U'wa (AsoU´wa) con sede en Cubará (Boyacá) que es netamente de indígenas U´was. En Arauca están agrupados en la Asociación de Cabildos y Autoridades Tradicionales Indígenas del Departamento de Arauca (ASCATIDAR) los cuales luchan junto con otros pueblos al igual que los del Casanare en la Organización Regional Indígena del Casanare (ORIC).
A pesar de estar en organizaciones distintas y departamentos impuestos por el orden político administrativo colombiano, su lucha es una sola, la lucha es por su territorio ancestral y su existencia en armonía con todo lo que tienen estas tres organizaciones filiales a la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
La fuerza del asa (la hoja de coca), la cual utilizan hombres y mujeres para comunicarse con sus ancestros fue la que se pronunció desde el corazón del Zizuma en la Audiencia de la CIDH, allí se expresaron para que por fin los hijos del Planeta Azul, el Pueblo Indígena U´wa fuera escuchado, para que la tierra, el agua y todos los elementos naturales que la componen sean protegidos, restaurados y revitalizados. La lucha por la vida ha sido de toda la Nación U´w, que ha sabido entender el lenguaje de la tierra. Por eso, su logro ante la CIDH es un precedente para los Pueblos Indígenas de Colombia y de Abya Yala, un ejemplo parecido a la lucha del Pueblo Indígena Kichwa de Sarayaku Vs Ecuador ante la CIDH. Hoy, un mes después los U´was esperan una respuesta contundente de la CIDH a favor del Pueblo U´wa, y es la de poder lograr un espaldarazo internacional para proteger la vida y para que Colombia sea realmente una potencia mundial de la Vida.
Finalmente, en mis conversas y visitas de ida y vuelta al Pueblo U´wa, he podido aprender de ellos la interrelacionalidad que tienen estos sistemas montañosos, la cual he escuchado en las conversas de los mamos en las Kankwrwas en las largas noches bajo la guía del padre fuego; donde la Sierra Nevada de Gonwindúa y la Sierra Nevada del Zizuma están conectadas, son sistemas de vida hermanos que equilibran la Madre Tierra. Por esa razón, proteger a Zizuma es proteger a toda la Madre Tierra y sus Guardianes y en palabras de la lideresa del Pueblo U´wa Daris Cristancho en la Audiencia de la CIDH en Santiago de Chile el 25 de abril de 2023: “La Consulta para el Pueblo U'wa es ponernos a decidir con que arma queremos morir, porque realmente no podemos decidir”, que la consulta sea realmente un derecho fundamental para proteger a los hijos de la Tierra.
Pdta:
Que los cantos de sanación y el llamado del caracol de la profundidad del Zizuma, sitio sagrado del Pueblo U´wa sigan siendo cantos para la sanación de la paz con la Madre Tierra…Gracias a ustedes nuestros mayores por seguir guiando el camino y por seguir guardando la esperanza de que se puede y de que las luchas se heredan y se enfrentan de pie y con dignidad, con perseverancia y paciencia.