“Los Pueblos Indígenas de la Sierra Nevada desde la Ley de Origen tenemos el legado del corazón del mundo y la vida en el universo. Desde nuestro principio de Unidad con la naturaleza, nuestra responsabilidad es con la humanidad”.
Jaime Luis Arias, Cabildo Gobernador del Pueblo Kankuamo
A más de 5775 metros de altura y a menos de 15 kilómetros del Mar Caribe se empina la Sierra Nevada de Gonawindua, los picos nevados más altos de Colombia le dan el título a la Sierra Nevada de ser la montaña costera más alta del mundo. Allí, Kaku Serankua y Saga Seynekun, padre y madre espiritual de la Sierra, dejaron a sus cuatros hijos, los Kankuamos, Koguis, Wiwas y Arhuacos, la responsabilidad de salvaguardar, proteger y cuidar el Corazón del Mundo. Un lugar único en donde están todos los padres y madres espirituales de lo que existe en la humanidad.
Desde nuestra Ley Sé, nuestra Ley de Origen, en la oscuridad fuimos pensamiento y palabra. Como un solo tejido territorial y cultural nos encargaron cuidar cada uno de los más de 348 sitios sagrados que bordean la línea negra, espacios de vida que equilibran y armonizan lo positivo y lo negativo, que hoy son reconocidos en el Decreto 1500 de 2018, pero que está en riego de nulalidad ante el Consejo de Estado. Esperamos que este reconocimiento que hace el mundo a la Sierra Nevada a través de la UNESCO sea suficiente para que el Consejo de Estado reafirme la legalidad del decreto y ordene de manera inmediata al Estado colombiano su implementación.
Hoy son más de 60 mil guardianes los que cuidan la Sierra, los que la llevan en su pensar, sentir y actuar; los que representan sus nieves con el color blanco de sus vestuarios, los que tejen la vida y el pensamiento en sus mochilas y poporos; todos ellos mantienen viva la espiritualidad del pagamento, de pagar en pensamiento para que todo esté en el orden natural y ancestral que se nos dejó. Práctica ancestral que se mantiene a pesar de la imposición de la iglesia católica y las misiones evangelizadoras en esta tierra sagrada.
Son muchos los conocimientos y saberes que están en la profundidad de cada sitio sagrado de la Sierra, de cada uno de los más de 36 ríos que bajan de los Chundwas y cumplen su ciclo vital hasta llegar al mar, cumpliendo con su ley natural, esa que determina que no deben ser represados como se quiere con el Río Guatapurí y la propuesta de represa de los Besotes, hacerlo es acabar con la vida del río y con su cumplimiento de la ley.
El llamado es a que este reconocimiento del Corazón del Mundo, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad sirva para salvaguardar la vida y el territorio de la Sierra Nevada y sus guardianes, a que se tomen medidas urgentes para garantizar su existencia; no podemos dejar de recordar que los 4 Pueblos Indígenas de la Sierra Nevada están declarados en riesgo de exterminio físico y cultural por la Corte Constitucional en el Auto 004 de 2009 y Auto 266 de 2017, además de ser cobijados por el macro caso étnico 009 correspondiente al Auto 105 del 7 de septiembre de 2022, de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) como uno de los lugares del país con mayores crímenes no amnistiables cometidos en contra de pueblos y territorios étnicos durante el conflicto armado.
Que sea esta la oportunidad para restablecer los derechos de los Pueblos de la Sierra, para que los Kankuamos no tengan más asesinatos, desplazados y desaparecidos, los Wiwas no vivan más masacres, a los Arhuacos no se les asesine a sus Mamos y autoridades y a los Koguis se les respeten los sitios sagrados de pagamentos que son libros abiertos de conocimientos que mantienen en orden los mundos.
Los Pueblos Indígenas de la Sierra seguiremos danzando, cantando y pagando para que la humanidad este en armonía y en equilibrio, este llamado lo extendemos también a los hermanitos menores para que cuidemos juntos con amor nuestro corazón, el corazón del mundo.
Aquí seguiremos con nuestra Campaña #1500LatidosPorElCorazónDelMundo.
A las nuevas generaciones, nuestras autoridades espirituales Mamos y Sagas hacen el llamado al mundo a repensar esta relación que conlleve a la paz total con la naturaleza. Palabras de Jaime Luis Arias, Cabildo Gobernador del Pueblo Kankuamo en el discurso dado en Rabat, Marruecos, África; hoy 29 de noviembre en el Décimo séptimo Comité Intergubernamental de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.